Y despuès de su época exitosa en el BIC que fue de su vida? R: Después de mi paso por el BIC me contrataron de Uconal Cali en donde estuve hasta el año 2000 y luego volví al Banco que ya habia cambiado el BIC por el nombre de Bancolombia, en la época del Doctor Jairo Burgos de la Espriella, del Dr. David Bojanini y el Doctor peynado me pensioné en el 2005. Y después de pensionado que hizo? R: Bueno después me tomé un año sabático y me dediqué a escribir un libro sobre mis memorias y luego hicimos una empresa familiar. Y còmo se llaman el libro y la empresa familiar? R: El libro se llama Conversando con Eduardo Celis son recuerdos desde la infancia hasta el final de mi juventud y la empresa se llama Cobyneg que hicimos junto con mi hermano Ferney y mis dos hijos Rodolfo y Diana dedicada a cobranzas y negocios jurìdicos. Y que pasò con el fùtbol? R: El fútbol ha sido la pasión de mi vida lo llevo en la sangre, cuando me retiré del BIC tambien me retiré del fútbol pues ya tenía 40 años y mis rodillas estaban muy lastimadas, hice muchos goles y gané varios campeonatos eso lo llevo en mi mente y en mi corazón de hecho escribí el libro Cómo ser un goleador de fútbol es una técnica innata para hacer goles para convertirse en un goleador, tambien es una forma de seguir ligado al fútbol de alguna manera, es una pasión que se lleva hasta la muerte. O sea que se convirtió en escritor? R: No yo no soy escritor yo no conozco las técnicas para escribir un libro, lo que pasa es que siempre me ha gustado escribir historias pero solo de pasatiempos de hecho hace poco escribí Cincuenta años en Bogotá sobre mis aventuras en la capital, pero ésto solamente lo leen mis familiares y amigos mas cercanos tambien mi nieta Sofía que es mi lectora admiradora y crítica. Y que pasó con la sonora matancera? R: La sonora matancera está mas viva que nunca, hoy es mas fácil escucharla a toda hora, están los éxitos en internet con un sonido espectacular, todos esos cantantes maravillosos como Celio Gonzáles, Bienvenido Granda, Carlos Argentino, Celia Cruz, el Jefe Daniel Santos y muchos otros de la vieja guardia, en mi época bohemia los escuchaba con Julio Jaramillo y Orlando Contreras, finalmente me quedé con Bienvenido Granda y Orlando Contreras con quienes cantaba cuando estaba con los del BIC. Y porque se retiró del BIC? R: Porque ya estaba cansado, fueron 20 años seguidos trabajando sin parar y queria hacer un año sabàtico y escribir el libro, queria hacer una pausa y recargar energias. Y que fue de su actividad sindical? R: Mi actividad sindical se desarrolló en los años ochenta, adebic me llevó a participar de asambleas sindicales en Medellín, en Manizales y en la Ceja Antioquia, mis recuerdos mas importantes son en 1985 en el congreso de Fenasibancol, en 1986 en la fundación de la CUT y en 1989 en el club Okar del Centro de Bogotá conversé en un canelazo y brindé con Bernardo Jaramillo Ossa en ese momento candidato presidencial, viva la vida me dijo al brindar. Y cómo le fue en Uconal Cali? R: Pues como dicen por ahi Cali es Cali fue una temporada maravillosa, cinco años disfrutando de la música y bellas mujeres, disfruté de las ferias de Cali, las corridas de toros en Cañaveralejo y los clásicos en el Pascual Guerrero, afortunadamente me gusta la salsa y ahi gozamos en Juanchito, en la escalinata, Honka MonKa y toda esa rumba y música del barrio obrero. Y porque se retiró de Uconal Cali? R: Todo terminó porque el Banco Uconal fue liquidado debido a que muchos de sus clientes poderosos eran testaferros del cartel de Cali y una vez capturaron a Gilberto Rodriguez en Santa Mónica, ellos corrieron a retirar los dineros del Banco y prácticamente lo quebraron, el gobierno de Samper en lugar de salvarlo ordenó la liquidación y se terminó la rumba para mi. Entonces después de Uconal Cali no volvió a bailar salsa? R: Dejé de bailar la salsa fuerte, pero como siempre he sido salsómano desde el bachillerato me tocó con los duros como Pacheco, Willy Colón, Boby Cruz, Hector Lavoe, Richi Rey y la orquesta Aragón, Los hermanos Lebrón y muchas otras, en Cali aprendí que hay una salsa romántica como la de Gilberto Santarrosa, Maelo Ruiz, Tito Gómez, Marc Antony, la cual es mas suave para bailar y además muy hermosa para escuchar, con esa me defiendo actualmente. Y que fue de todos sus amigos del BIC eran muchos que se hicieron? R: Esos si que los llevo en mi corazón, todos mis compañeros de trabajo y mis compañeras no los puedo olvidar no las puedo borrar de mi mente, es como un video, una pelìcula que pasa por mi cerebro hacen parte de mi vida, estàn conmigo siempre. Y como hizo para dejar de tomar y dejar de fumar y dejar de trasnochar? R: Eso fue todo un proceso, al escribir mi primer libro me di cuenta que llevaba 30 años tomando y fumando, lo que me asustó bastante y lo escribí con la botella de aguardiente y el paquete de cigarrillos al lado, realmente me di cuenta que estaba alcoholizado y empecé a coger conciencia de la gravedad del asunto. Y entonces como hizo? R: Lo primero fue darme cuenta que eso no se podia de un dia para otro, porque decia no vuelvo a fumar y no vuelvo a tomar y al otro dia lo primero que hacia era comprar la botella de aguardiente y el paquete de cigarrillos, estaba acorralado por el vicio, no dependia de mi. Y entonces cómo solucionó el problema? R: Era una cuestiòn de tiempo era mejor cogerla con calma mientras empezaba a solucionar el problema, al menos ya era conciente que tenìa un problema que resolver, nunca antes me habia dado cuenta, mucha gente me lo dijo pero yo no creia que fuera grave, a mi me parecia normal. Y acudiò a una entidad a pedir ayuda? R: No yo pensaba que yo podia resolver el problema del alcoholismo y tabaquismo, lo primero era no decir que no volvería a tomar ni a fumar porque mas rápido lo hacía, tenía que ir manejando el asunto poco a poco porque al fin y al cabo el licor era divertido entonces comencé por dejar el cigarrillo primero, me decia a mi mismo: le compro el aguardiente pero no fuma cigarrillo y empezó a dar resultado poco a poco. Y como logró dejar el aguardiente? R: Fue mas fàcil de lo que pensaba, un dia me di cuenta que mi organismo no necesitaba del cigarrillo, ya no me provocaba fumar, entonces entendí que lo mismo ocurrirìa con el aguardiente era cuestión de tiempo, a partir de ese dia comencé a colocar una copa grande con agua para que el cuerpo se fuera acostumbrando y poco a poco fue ocurriendo el milagro el cuerpo fue prefiriendo el agua y entendiendo poco a poco que era mas provechoso para la salud y asi de manera muy lentamente sin presiones hasta el sol de hoy, ya no me hace falta el aguardiente, el mismo organismo se fue acostumbrando a una vida sana poco a poco me fui alejando de los vicios. Pero habrà tenido sus recaidas? R: Si muchas, claro que si por ejemplo en los diciembres, en los cumpleaños, uno cae y recae, pero lo mas importante es que no me engolosino y voy cortando y me voy alejando porque uno no quiere volver a caer a ese infierno, ademàs la gente ya sabe que uno no es de tiro largo y no le insisten, es maravilloso darse cuenta que el mismo organismo tambien va rechazando al licor, poco a poco. Y entonces en que se divierte cual es su pasatiempo hoy en dia? R: No ya uno con mas de 70 años es mejor no hacer muchas gracias, yo soy muy conciente que ya no estoy para esos planes de diversiòn, ahora miro los toros desde la barrera, con solo prender el televisor veo el espectáculo del mundo, los borrachos, los políticos, los drogadictos, los delincuentes, los que matan en Ucrania, los que bombardean en Palestina, las marchas de protesta, los partidos de fútbol, los cantantes, los migrantes, la verdad es un espectáculo muy intenso que da el mundo. Mejor dicho alejado de todo el mundo? R: Pues alejado de todo mundo pero en contacto con el mundo entero, uno se entera ya de lo que pasó en China hace un minuto, hasta desde el planeta marte recibimos noticias diarias, sin moverme de la casa lo se todo, es impresionante haber entendido que para tener amigos no se necesita que estén fisicamente al lado uno puede tener miles de amigos virtuales, vivos y muertos porque permanentemente entro en contacto con Juan Diego Gómez ex-BIC, Jeff Bezos de Amazon, Gabriel García Márquez y Julio Cortazar por ejemplo. Y que se siente tener mas de 70 años? R: Aparte de las rodillas un poco desajustadas por el trajín del fútbol, se sienten dolorcitos por todo el cuerpo, por momentos en algún lado aparece un dolorcito y luego se traslada a otro sitio, cada dia es un dolor distinto, la verdad los años lo van condicionando a uno de tal forma que ya no caminas como quieres sino como puedas. Que cosas ha dejado de hacer después de los 70 años? R: Lo mas duro es que dejé de jugar fútbol y dejé de trotar, hay muchas cosas que ya no se pueden hacer después de los 70 años pero hay muchas cosas que si se pueden hacer, lo importante es estar activo, yo por lo menos trabajo en casa, de vez en cuando tengo que ir a un juzgado o a una notaria para trámites y diligencias, veo mucho fútbol por televisión, estoy conectado a las redes con el celular, escribo y leo en el computador. Cómo es su alimentación y cuidados en la tercera edad? R: Solamente desayuno y almuerzo, en la noche tomo un cafecito y listo, camino mucho, tomo mucha agua, mantengo de buen genio, me dejé de sentimentalismos, no lloro por nada, rio constantemente, es decir uno a la tercera edad tiene que estar mas a la defensiva para evitar que por cualquier cosa se le dañe el dia, vivo lo mas feliz que puedo sin cargos de conciencia. Cual es su fortaleza para enfrentar la tercera edad? R: El fuerte mio es la tranquilidad, la cultivo mucho porque es un tesoro porque es mantener la paz interior y me esfuerzo por no molestar a nadie. Pero entonces tiene su platica para vivir tranquilo? R: Noo yo vivo de la pensión pero no me hace falta nada, yo me convencí que la riqueza de un viejo es la salud, que se gana con tener mucha plata en el banco si no se puede tomar un tinto o no se puede chupar un cono o no se puede comer un tamal o un chorizo con arepa. Y que pasò con la Empresa familiar? R: Cobyneg quedò prácticamente en la virtualidad, porque mi hermano se fué a vivir a Calarcá y vendió la oficina de Bogotá, entonces quedamos sin sede física, mi hija viajó para España y mi hijo se puso a trabajar como Asesor jurídico independiente, entonces yo seguí con otros abogados en el trabajo jurídico hasta la pandemia que nos mandó a todos para la casa y desde entonces hacemos trabajo en casa. Y que mensaje le da a los que están metidos en el alcohol y los vicios? R: No no nooo yo no soy nadie para darle lecciones a nadie, yo respeto mucho la integridad de cada persona cada cual anda en su propio cuento y uno no sabe con la sed que otro anda, lo que si puedo decir y sin temor a equivocarme es que esa época del BIC fue lo mejor de mi vida, trabajamos muy responsablemente y nos divertimos mucho con la ayuda del licor, todo era una fiesta y nada nos quitaba la alegría fuimos inmensamente felices con mis compañeros y mis compañeras de trabajo, no me quedan sino bellos recuerdos y nada que lamentar, le doy gracias a la vida le doy gracias al BIC le doy gracias a mis compañeros y sobre todo le doy gracias a mis compañeras por tanto cariño por tanto amor por tanta felicidad. CINCUENTA AÑOS EN BOGOTA 1970-2020
EDUARDOCELIS
CINCUENTA AÑOS EN BOGOTA
Se quedó quieto en un rincón
|

Eduardo degusta el aguardiente néctar y la buena música
BOGOTA 50 AÑOS
La Atenas Suramericana está inmensa, fría y acogedora
Datos personales |
|
Nombre completo |
José Eduardo Celis López |
Nacimiento |
|
Nacionalidad(es) |
|
Altura |
1,68 m |
Peso |
79 kg |
Carrera deportiva |
|
Deporte |
|
Clubes |
|
Debut deportivo |
21 de mayo de 1966 |
Club |
|
Liga |
|
Posición |
|
8 |
|
Goles en clubes |
151 |
Selección Bic |
|
Selección |
|
Debut |
11 de octubre de 1978 |
9 |
|
Part. (goles) |
129 |
Trayectoria |
|
· América F. C. 1966 · Gornik 1968 · Colombia Junior 1970 · Club Olaya Herrera 1971 · Talleres Tico 1973 · San Carlos 1974 · Percal F. C. 1975 · Bic. 1976 |


joseduardocelislopez

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EN EL BIC

UNA JUVENTUD EXITOSA

DIEGO CELIS LOPEZ DE PEREIRA
CINCUENTA AÑOS EN BOGOTA 1970-2020 EDUARDOCELIS
CINCUENTA AÑOS EN BOGOTA

Eduardo se durmió y Cecilia apagó la luz


Eduardo se durmió y Cecilia apagó la luz
![]() |
En una mañana lluviosa y plomiza
|
Mientras ellos servían un aguardiente

CINCUENTA AÑOS EN BOGOTA 1970-2020 EDUARDOCELIS
En la noche observan la lluvia de estrellas de la Urbe Capitalina

EDUARDO, MAGALY Y FERNEY
Cincuenta años en Bogotá
Eduardocelis (1970-2020)
Cincuenta años en Bogotá
CINCUENTA AÑOS EN BOGOTA
50 AÑOS EN BOGOTA

Llegó al aeropuerto de Barajas y sin pausa viajaron a Getafe, tras
pernoctar en Madrid se instaló en Getafe con su familia.


Llegó al aeropuerto de Barajas y sin pausa viajaron a Getafe, tras
pernoctar en Madrid se instaló en Getafe con su familia.

José Eduardo Celis López
CINCUENTA AÑOS EN BOGOTA 1970-2020
ana juby reina jimenez
amores
EDUARDOCELIS GOLEADOR
Libro sobre un goleador de fútbol
COMO SER UN GOLEADOR
DE FUTBOL
Por: José Eduardo Celis López 2015
EDUARDOCELIS GOLEADOR

JOSE EDUARDO CELIS LOPEZ. Detalles íntimos de la vida del Rey del despecho

Amanda es valiente, muy arriesgada, rápida, recursiva, sorpresiva en sus actuaciones y generalmente no está dispuesta a explicarlas.
amores

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amores

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bic
Eduardocelis es un goleador del fútbol. Fue campeón con el BIC en dos oportunidades, como jugador en 1976 y como entrenador en 1994. Además, ganó 5 campeonatos con la Selección BIC entre 1978 y 1990 en la U. Javeriana, Carulla y Cafám.



JOSE EDUARDO CELIS LOPEZ. Detalles íntimos de la vida del Rey del despecho

amores

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amores

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bic

Eduardocelis es un goleador del fútbol. Fue campeón con el BIC en dos oportunidades, como jugador en 1976 y como entrenador en 1994. Además, ganó 5 campeonatos con la Selección BIC entre 1978 y 1990 en la U. Javeriana, Carulla y Cafám.
Cincuenta años en Bogota novela costumbrista de José Eduardo Celis López de Colombia para el mundo
CONVERSANDO CON EDUARDOCELIS
goleador y campeon BIC 1976
amores

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Amores


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José Eduardo Celis López nació el 27 de marzo de 1954 en Pereira, sus padres se trasladaron a la ciudad de Armenia al siguiente año, luego a Calarcá en donde vivieron por más de una década
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"Cincuenta años en Bogotá" novela de José Eduardo Celis López, una historia que nació para Colombia y America Latina.


BIENVENIDOS A LA WEB DE EDUARDOCELIS

Por entonces ya existíamos Fernando, Amanda y yo.

CECILIA Y LUIS EN BOGOTA

CINCUENTA AÑOS EN BOGOTA LIBRO ESCRITO POR JOSE EDUARDO CELIS LOPEZ EDUARDOCELIS VOLUMEN II AÑO 2021





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LIBRO CINCUENTA AÑOS EN BOGOTA POR JOSE EDUARDO CELIS LOPEZ CONVERSANDO CON EDUARDOCELIS VOLUMEN II AÑO 2021. BOGOT D.C.
Eduardocelis II
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CINCUENTA AÑOS EN BOGOTA

LUIS CELIS
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LUIS CELIS

LUIS CELIS

LUIS CELIS
LUIS CELIS

LUIS CELIS

LUIS CELIS
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LUIS CELIS

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LUIS CELIS

LUIS CELIS

José Eduardo

yudy
Ingrith
mauricio

fernando celis
fernando
eduardo y alberto
ALBERTO EN SOACHA
diego y ferney
LUIS Y RODOLFO
INN BOGOTA
CHILITA

LUIS CELIS
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LUIS CELIS

LUIS CELIS

LUIS CELIS


LUIS CELIS

LUIS CELIS
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LUIS CELIS

LUIS CELIS

LUIS CELIS
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LUIS CELIS

LUIS CELIS
José Eduardo





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JOSE EDUARDO CELIS LOPEZ

SITIO OFICIAL

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En Navidad recibimos ilustres visitantes como Omar, Dora, Victor, Berardo, Fanny, Obdulio, Ferney, Amanda, Lucia, Nelson, Gerardo, Chilita y Luis

Promediando la mañana Ligia se encontraba clasificando los bonos en el cuarto de San Vicente, cuando apareciò Eduardo quien la buscaba presurosamente

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En Navidad recibimos ilustres visitantes como Omar, Dora, Victor, Berardo, Fanny, Obdulio, Ferney, Amanda, Lucia, Nelson, Gerardo, Chilita y Luis

Promediando la mañana Ligia se encontraba clasificando los bonos en el cuarto de San Vicente, cuando apareciò Eduardo quien la buscaba presurosamente
José Eduardo Celis López
CINCUENTA AÑOS EN BOGOTA 1970-2020
Vivían con mis tías Celmira, Olga, Claritza, Pola y Nohemy, mi abuelo Abraham Elías López, disfrutaba de las atenciones de ellas, escuchaba música y noticias en el radio Phillips, mientras le preparaban chocolate con arepa.
Cuando aún estaba en la cama Luis dijo que se le había reventado un resorte
En las penumbras estalló una carcajada

Cuando aún estaba en la cama Luis dijo que se le había reventado un resorte


En las penumbras estalló una carcajada

EDUARDO CELIS

CINCUENTA AÑOS EN BOGOTA

EDUARDO, MAGALY Y FERNEY

EDUARDOCELIS 1970-2020
SU JUVENTUD EN BOGOTÁ EXITOSA

EDUARDOCELIS CAMPEÓN

EDUARDO CELIS

CINCUENTA AÑOS EN BOGOTA

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SU JUVENTUD EN BOGOTÁ EXITOSA

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José Eduardo Celis López
CINCUENTA AÑOS EN BOGOTA 1970-2020

1992

BIC

1993

1979

CHILITA Y LUIS

1976

BIC

COBYNEG 2011

WILLIAM

DAVIVIENDA 2015

PAOLA

PENTACAMPEON

CHILA-EDU

1982

FARC

ROJAS PINILLA 1954

FAMILIA 1986

LA BOHEMIA

LA COLONIA

RAFAEL

LUCHO-EDU-CESAR

D.T.

CLARITZA PEREIRA

FERNANDO 1984

GOLEADOR

CALARCA

1985
CINCUENTA AÑOS EN BOGOTA

1970-2020
Dicen que es la violencia politica que se vive en Colombia desde que mataron a Gaitan
Cecilia recordó que todo comenzó en Calarcà

Cincuenta años en Bogotà

Dicen que es la violencia politica que se vive en Colombia desde que mataron a Gaitan

Cecilia recordó que todo comenzó en Calarcà



DIEGO CELIS LOPEZ DE PEREIRA

CINCUENTA AÑOS EN BOGOTA 1970-2020 EDUARDOCELIS
CINCUENTA AÑOS EN BOGOTA

Eduardo se durmió y Cecilia apagó la luz


Eduardo se durmió y Cecilia apagó la luz
![]() |
En una mañana lluviosa y plomiza
|

Sinembargo ante las circunstancias tuvieron que bajar el tono de su amorío
CINCUENTA AÑOS EN BOGOTA 1970-2020 EDUARDOCELIS

CINCUENTA AÑOS EN BOGOTA 1970-2020 EDUARDOCELIS
José Eduardo Celis López
![]() ¡Salud! Asintió Eduardo ![]() Cecilia recuerda que Fernando siempre ha sido muy calmado ![]() |
CINCUENTA AÑOS EN BOGOTA EDUARDOCELIS (1970-2020)
Cecilia recordó que todo comenzó en Calarcà

Cincuenta años en Bogotà
CINCUENTA AÑOS EN BOGOTA 1970-2020 EDUARDOCELIS


El amigo Fabio vino a despedirse, su espíritu hizo un recorrido en su partida, acotó Fernando
![]() Luis tardiamente salió y se fue |

Encontraré más cercana la única voz de mis recuerdos de niñez que es la de mi madre, si es allá escucharé esta voz, la voz de mi madre muerta que es la misma voz de mi madre que está aquí viva
CINCUENTA AÑOS EN BOGOTA EDUARDOCELIS (1970-2020)
CINCUENTA AÑOS EN BOGOTA EDUARDOCELIS (1970-2020)

BOGOTA 50 AÑOS 1970-2020


Eduardo degusta el aguardiente néctar y la buena música
BOGOTA 50 AÑOS

CINCUENTA AÑOS EN BOGOTA 1970-2020 EDUARDOCELIS
Cincuenta años en Bogotá
Eduardocelis (1970-2020)
Cecilia y Luis llegaron sorpresivamente al Barrio San Antonio de Bogotá
José Eduardo Celis López

CINCUENTA AÑOS EN BOGOTA 1970-2020

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CINCUENTA AÑOS EN BOGOTA EDUARDOCELIS (1970-2020)

Cecilia recordó que todo comenzó en Calarcà

Ferney,Fernando y Eduardo

En las penumbras estalló una carcajada

50 AÑOS EN BOGOTA

Libro de Eduardocelis
Eduardocelis
Cecilia recuerda que Fernando siempre ha sido muy calmado
Fernando
Mientras ellos servian un aguardiente

La taurina estaba a reventar desde tempranas horas, sus luces y colores daban un aspecto carnavalesco
Soy bachiller, contestó extendiendo el diploma

Ferney Celis

Amanda estudió enfermería

¡Salud!

Cecilia recordó que todo comenzó en Calarcà

Ferney,Fernando y Eduardo

En las penumbras estalló una carcajada






La taurina estaba a reventar desde tempranas horas, sus luces y colores daban un aspecto carnavalesco

Soy bachiller, contestó extendiendo el diploma

Ferney Celis


¡Salud!

Ella tiene una apariencia sexagenaria y a Luis los años le pasan por encima
Lucia ya es madre de dos niñas


CINCUENTA AÑOS EN BOGOTA

1970-2020
Dicen que es la violencia politica que se vive en Colombia desde que mataron a Gaitan
CINCUENTA AÑOS EN BOGOTA 1970-2020



Abrió de par en par la puerta
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Encontraré más cercana la única voz de mis recuerdos de niñez que es la de mi madre, si es allá escucharé esta voz, la voz de mi madre muerta que es la misma voz de mi madre que está aquí viva
CINCUENTA AÑOS EN BOGOTA
CINCUENTA AÑOS EN BOGOTA
EDUARDOCELIS (1970-2020)
BOGOTA 50 AÑOS 1970-2020


Eduardo degusta el aguardiente néctar y la buena música

Eduardo degusta el aguardiente néctar y la buena música
BOGOTA 50 AÑOS


Una mañana lluviosa y plomiza

Una mañana lluviosa y plomiza

Sinembargo ante las circunstancias tuvieron que bajar el tono de su amorío
CINCUENTA AÑOS EN BOGOTA 1970-2020 EDUARDOCELIS
CINCUENTA AÑOS EN BOGOTA 1970-2020 EDUARDOCELIS
José Eduardo Celis López

¡Salud! Asintió Eduardo

Cecilia recuerda que Fernando siempre ha sido muy calmado


¡Salud! Asintió Eduardo

Cecilia recuerda que Fernando siempre ha sido muy calmado

CINCUENTA AÑOS EN BOGOTA EDUARDOCELIS (1970-2020)
CINCUENTA AÑOS EN BOGOTA EDUARDOCELIS (1970-2020)
Cecilia recordó que todo comenzó en Calarcà

Cincuenta años en Bogotà
CINCUENTA AÑOS EN BOGOTA 1970-2020 EDUARDOCELIS
El amigo Fabio vino a despedirse, su espíritu hizo un recorrido en su partida, acotó Fernando

Luis tardiamente salió y se fue.

Luis también salio para la oficina de Lázaro a cobrar un dinero que le adeudaba

Tempraneramente Fernando salió y se fue

Cuando aún estaba en la cama Luis dijo que se le había reventado un resorte

Ella nunca lo mandó al olvido y aún hoy sus labios la nombran

Al bajar las escaleras vio por última vez a Edilma a través de la rendija de la puerta, se estremece con sus besos lo más recóndito de su alma

El amor entrañable, puro, tierno y seductivo profesado por Eduardo en su corazón, nadie lo puede llenar

Se escucha la buena música antillana que alegra el ambiente en el Restrepo

Sin abrir las ventanas ya el sol Capitalino había penetrado a la casa

Cuando le estaba tocando el cuerpo dijo que es el primer amor de su vida y que ese amor nunca se muere

Recorrieron el Restrepo cogidos de la mano y cuando se encontraban solos, se entregaron sus corazones

Muy temprano llegó Carmencita al Restrepo, Eduardo siente satisfacción de verla

La noche pasò volando

Eduardo se durmió y Cecilia apagó la luz

Ya no piense mas en eso dijo Cecilia, duérmase tranquilo

Aún no habían desechado la idea que el fantasma era Fernando, su mirada inalterable les producía espanto

Luis tardiamente salió y se fue.

Luis también salio para la oficina de Lázaro a cobrar un dinero que le adeudaba

Tempraneramente Fernando salió y se fue

Cuando aún estaba en la cama Luis dijo que se le había reventado un resorte

Ella nunca lo mandó al olvido y aún hoy sus labios la nombran

Al bajar las escaleras vio por última vez a Edilma a través de la rendija de la puerta, se estremece con sus besos lo más recóndito de su alma

El amor entrañable, puro, tierno y seductivo profesado por Eduardo en su corazón, nadie lo puede llenar

Se escucha la buena música antillana que alegra el ambiente en el Restrepo

Sin abrir las ventanas ya el sol Capitalino había penetrado a la casa

Cuando le estaba tocando el cuerpo dijo que es el primer amor de su vida y que ese amor nunca se muere

Recorrieron el Restrepo cogidos de la mano y cuando se encontraban solos, se entregaron sus corazones

Muy temprano llegó Carmencita al Restrepo, Eduardo siente satisfacción de verla

La noche pasò volando

Eduardo se durmió y Cecilia apagó la luz

Ya no piense mas en eso dijo Cecilia, duérmase tranquilo

Aún no habían desechado la idea que el fantasma era Fernando, su mirada inalterable les producía espanto

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MADRID ESPAÑA
MADRID ESPAÑA

El amigo Fabio vino a despedirse, su espíritu hizo un recorrido en su partida, acotó Fernando

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PEREIRA


Lucia y Alberto

Eduardo se quedó mirando a la mujer de cabellos rizados y caderas protuberantes
Ella instintivamente retrocedió, para volverse a el, presurosa colocándose insinuante


Lucia y Alberto

Eduardo se quedó mirando a la mujer de cabellos rizados y caderas protuberantes


Eduardo se animó a bailar tomándola por la cintura fuertemente


Se encontraban en el centro de la pista de baile, totalmente fundidos



Se encontraban en el centro de la pista de baile, totalmente fundidos

La Taurina

Eduardo se animó a bailar tomándola por la cintura fuertemente
Repiraban muy cerca, cara a cara
Carmencita en un arrebato de pudor le dijo jadeantemente ¡todo lo que quieras pero no me beses!
Como por instinto Eduardo la besó

Carmencita en un arrebato de pudor le dijo jadeantemente ¡todo lo que quieras pero no me beses!


Disfrutando cada instante de este encuentro inesperado
Eduardo se animó a bailar tomándola por la cintura fuertemente

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Quedando sellado ahí un encuentro casual
Carmencita se retiró a su lugar, llevando los nervios de punta, abrumada y ansiosa
De inmediato se armó la bronca, se formó una monumental trifulca a un lado de la pista

Inesperadamente estuvo en peligro la vida de Eduardo
Absurdamente Eduardo recibió el ataque feroz de cuatro bandidos
la oportuna intervención de los Echeverri evitaron el ataque en el acto
CINCUENTA AÑOS EN BOGOTA 1970-2020 EDUARDOCELIS
Después de la media noche Eduardo regresó a casa en compañía de los Echeverri
Peligrosos por su sagacidad en el manejo de armas

¡Cuídate mucho, diablo! , no te metas en problemas dijo el menor lacónicamente

En las penumbras estalló una carcajada
CINCUENTA AÑOS EN BOGOTA 1970-2020 EDUARDOCELIS
Un fantasma envuelto en una sábana blanca recorre la casa paterna

Eduardo se acurrucó en un rincón de la cama

No es nada dijo Cecilia con voz calmada, no tengas miedo, deje la luz prendida para que no tenga mas ofuscaciones

¡Téngale miedo a los vivos! Gritó Luis desde la cama

Fernando se quedó quieto en un rincón
No se preocupe, le dijo sonriendo Fernando que observaba la escena sentado en el sofá




Inesperadamente estuvo en peligro la vida de Eduardo






¡Cuídate mucho, diablo! , no te metas en problemas dijo el menor lacónicamente

En las penumbras estalló una carcajada




Eduardo se acurrucó en un rincón de la cama

No es nada dijo Cecilia con voz calmada, no tengas miedo, deje la luz prendida para que no tenga mas ofuscaciones

¡Téngale miedo a los vivos! Gritó Luis desde la cama

Fernando se quedó quieto en un rincón


El amigo Fabio vino a despedirse, su espíritu hizo un recorrido en su partida, acotó Fernando

CINCUENTA AÑOS EN BOGOTA 1970-2020 EDUARDOCELIS

eduarditocelis en el bic

Aún no habían desechado la idea que el fantasma era Fernando, su mirada inalterable les producía espanto

Aún no habían desechado la idea que el fantasma era Fernando, su mirada inalterable les producía espanto

CINCUENTA AÑOS EN BOGOTA 1970-2020 EDUARDOCELIS
CINCUENTA AÑOS EN BOGOTA

Eduardo se durmió y Cecilia apagó la luz


La noche pasò volando



Muy temprano llegó Carmencita al Restrepo, Eduardo siente satisfacción de verla


Recorrieron el Restrepo cogidos de la mano y cuando se encontraban solos, se entregaron sus corazones

1987

Cuando le estaba tocando el cuerpo dijo que es el primer amor de su vida y que ese amor nunca se muere

LUIS, CECILIA, YUDY, EDUARDO, GLADIZ, DARIO, LUCIA Y ALBERTO

Sin abrir las ventanas ya el sol Capitalino había penetrado a la casa


Se escucha la buena música antillana que alegra el ambiente en el Restrepo

El amor entrañable, puro, tierno y seductivo profesado por Eduardo en su corazón, nadie lo puede llenar


Al bajar las escaleras vio por última vez a Edilma a través de la rendija de la puerta, se estremece con sus besos lo más recóndito de su alma
Ella nunca lo mandó al olvido y aún hoy sus labios la nombran
Cuando aún estaba en la cama Luis dijo que se le había reventado un resorte

Tempraneramente Fernando salió y se fue
Luis también salio para la oficina de Lázaro a cobrar un dinero que le adeudaba

Luis tardiamente salió y se fue.



Eduardo se durmió y Cecilia apagó la luz


La noche pasò volando



Muy temprano llegó Carmencita al Restrepo, Eduardo siente satisfacción de verla


Recorrieron el Restrepo cogidos de la mano y cuando se encontraban solos, se entregaron sus corazones

1987

Cuando le estaba tocando el cuerpo dijo que es el primer amor de su vida y que ese amor nunca se muere


LUIS, CECILIA, YUDY, EDUARDO, GLADIZ, DARIO, LUCIA Y ALBERTO

Sin abrir las ventanas ya el sol Capitalino había penetrado a la casa


Se escucha la buena música antillana que alegra el ambiente en el Restrepo


El amor entrañable, puro, tierno y seductivo profesado por Eduardo en su corazón, nadie lo puede llenar


Al bajar las escaleras vio por última vez a Edilma a través de la rendija de la puerta, se estremece con sus besos lo más recóndito de su alma


Tempraneramente Fernando salió y se fue
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Luis tardiamente salió y se fue.

CINCUENTA AÑOS EN BOGOTA

1970-2020
Dicen que es la violencia politica que se vive en Colombia desde que mataron a Gaitan
CINCUENTA AÑOS EN BOGOTA 1970-2020


Abrió de par en par la puerta
![]() ![]() |

Encontraré más cercana la única voz de mis recuerdos de niñez que es la de mi madre, si es allá escucharé esta voz, la voz de mi madre muerta que es la misma voz de mi madre que está aquí viva
CINCUENTA AÑOS EN BOGOTA EDUARDOCELIS (1970-2020)
CINCUENTA AÑOS EN BOGOTA EDUARDOCELIS (1970-2020)
Cecilia recordó que todo comenzó en Calarcà

Cincuenta años en Bogotà

Cecilia recordó que todo comenzó en Calarcà


![]() Eduardo corría en el Parque Nacional, presuroso, un escalofrío recorría todo su cuerpo, calaba sus huesos, daba vueltas a la glorieta nerviosamente, miraba por entre los árboles con ansiedad, buscaba por la orilla de la quebrada, hasta que no aguantó mas y se desmoronó totalmente sobre uno de los asientos, con las piernas abiertas al sol
![]() |
CINCUENTA AÑOS EN BOGOTA 1970-2020 EDUARDOCELIS
José Eduardo Celis López

¡Salud! Asintió Eduardo


¡Salud! Asintió Eduardo

BOGOTA 50 AÑOS 1970-2020


Eduardo degusta el aguardiente néctar y la buena música

Eduardo degusta el aguardiente néctar y la buena música

BOGOTA 50 AÑOS



Una mañana lluviosa y plomiza

Una mañana lluviosa y plomiza

Sinembargo ante las circunstancias tuvieron que bajar el tono de su amorío
CINCUENTA AÑOS EN BOGOTA 1970-2020 EDUARDOCELIS

CINCUENTA AÑOS EN BOGOTA 1970-2020 EDUARDOCELIS
José Eduardo Celis López

¡Salud! Asintió Eduardo

Cecilia recuerda que Fernando siempre ha sido muy calmado


¡Salud! Asintió Eduardo

Cecilia recuerda que Fernando siempre ha sido muy calmado

CINCUENTA AÑOS EN BOGOTA

EDUARDOCELIS (1970-2020)

EDUARDOCELIS (1970-2020)

Cecilia recordó que todo comenzó en Calarcà

Cincuenta años en Bogotà
CINCUENTA AÑOS EN BOGOTA 1970-2020 EDUARDOCELIS

El amigo Fabio vino a despedirse, su espíritu hizo un recorrido en su partida, acotó Fernando

Luis tardiamente salió y se fue.

Luis también salio para la oficina de Lázaro a cobrar un dinero que le adeudaba

Tempraneramente Fernando salió y se fue

Cuando aún estaba en la cama Luis dijo que se le había reventado un resorte

Ella nunca lo mandó al olvido y aún hoy sus labios la nombran

Al bajar las escaleras vio por última vez a Edilma a través de la rendija de la puerta, se estremece con sus besos lo más recóndito de su alma

El amor entrañable, puro, tierno y seductivo profesado por Eduardo en su corazón, nadie lo puede llenar

Se escucha la buena música antillana que alegra el ambiente en el Restrepo

Sin abrir las ventanas ya el sol Capitalino había penetrado a la casa

Cuando le estaba tocando el cuerpo dijo que es el primer amor de su vida y que ese amor nunca se muere

Recorrieron el Restrepo cogidos de la mano y cuando se encontraban solos, se entregaron sus corazones

Muy temprano llegó Carmencita al Restrepo, Eduardo siente satisfacción de verla

La noche pasò volando

Eduardo se durmió y Cecilia apagó la luz

Ya no piense mas en eso dijo Cecilia, duérmase tranquilo

Aún no habían desechado la idea que el fantasma era Fernando, su mirada inalterable les producía espanto

Luis tardiamente salió y se fue.

Luis también salio para la oficina de Lázaro a cobrar un dinero que le adeudaba

Tempraneramente Fernando salió y se fue

Cuando aún estaba en la cama Luis dijo que se le había reventado un resorte

Ella nunca lo mandó al olvido y aún hoy sus labios la nombran

Al bajar las escaleras vio por última vez a Edilma a través de la rendija de la puerta, se estremece con sus besos lo más recóndito de su alma

El amor entrañable, puro, tierno y seductivo profesado por Eduardo en su corazón, nadie lo puede llenar

Se escucha la buena música antillana que alegra el ambiente en el Restrepo

Sin abrir las ventanas ya el sol Capitalino había penetrado a la casa

Cuando le estaba tocando el cuerpo dijo que es el primer amor de su vida y que ese amor nunca se muere

Recorrieron el Restrepo cogidos de la mano y cuando se encontraban solos, se entregaron sus corazones

Muy temprano llegó Carmencita al Restrepo, Eduardo siente satisfacción de verla

La noche pasò volando

Eduardo se durmió y Cecilia apagó la luz

Ya no piense mas en eso dijo Cecilia, duérmase tranquilo

Aún no habían desechado la idea que el fantasma era Fernando, su mirada inalterable les producía espanto

CINCUENTA AÑOS EN BOGOTA 1970-2020 EDUARDOCELIS


El amigo Fabio vino a despedirse, su espíritu hizo un recorrido en su partida, acotó Fernando

CINCUENTA AÑOS EN BOGOTA 1970-2020 EDUARDOCELIS

El Rey tuvo una intensa vida amorosa

Cincuenta años en Bogotà

“Fue la mujer de mi vida”.

JOSEDUARDOCELISLOPEZ INN BOGOTA

Su figura es elegante, su sonrisa es artística, su voz es fuerte, varonil, su mirada es viva y es dueño de una gran habilidad para comunicarse con los demás
1970-2020

Hasta que el azar lo llevó, a principios de los setenta, al barrio San Antonio de Bogotá, donde la suerte y algunas mujeres le abrieron las puertas y cambiaron su vida para siempre.

En el apogeo de su carrera, en las décadas de 1976 a 1994, algunos lo señalaron como el jugador y goleador más importante del Bic
Como Ser Un Goleador de Futbol un libro para goleadores elaborado por Jose Eduardo Celis Lopez

Libro de Eduardocelis amores

El Rey tuvo una intensa vida amorosa

Cincuenta años en Bogotà

“Fue la mujer de mi vida”.

JOSEDUARDOCELISLOPEZ INN BOGOTA

Su figura es elegante, su sonrisa es artística, su voz es fuerte, varonil, su mirada es viva y es dueño de una gran habilidad para comunicarse con los demás
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1970-2020

Hasta que el azar lo llevó, a principios de los setenta, al barrio San Antonio de Bogotá, donde la suerte y algunas mujeres le abrieron las puertas y cambiaron su vida para siempre.

En el apogeo de su carrera, en las décadas de 1976 a 1994, algunos lo señalaron como el jugador y goleador más importante del Bic

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Libro de Eduardocelis amores

Su figura es elegante, su sonrisa es artística, su voz es fuerte, varonil, su mirada es viva y es dueño de una gran habilidad para comunicarse con los demás
CINCUENTA AÑOS EN BOGOTA

1970-2020

EDUARDOCELIS
CINCUENTA AÑOS EN BOGOTA

1970-2020

EDUARDOCELIS
amores


bic
José Eduardo Celis López

CINCUENTA AÑOS EN BOGOTA

Bic 1970-2020

EDUARDOCELIS
CINCUENTA AÑOS EN BOGOTA

Bic 1970-2020

EDUARDOCELIS
José Eduardo Celis López
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¡Salud! Asintió Eduardo
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Repiraban muy cerca, cara a cara

Se encontraban en el centro de la pista de baile, totalmente fundidos

¡Téngale miedo a los vivos! Gritó Luis desde la cama

Fernando se quedó quieto en un rincón
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¿Qué fue de la vida de Eduardo Celis campeón, Goleador exitoso del BIC en la temporada1976 a 1994?

COMO UN REY:

EDUARDOCELIS
GOLEADOR

DEL BIC
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1976-1994
JOSE EDUARDO CELIS LOPEZ SITIO OFICIAL
EL JUGADOR
NUNCA ENCONTRÉ ALGO QUE ME APASIONARA TANTO COMO HACER UN GOL

Luis trasladó el taller de Calarcá a la vieja calle sexta de Bogotá
En el centro descubren una mole de edificios que se alinean formando una selva de cemento

La Atenas Suramericana está fría y acogedora

Luis trasladó el taller de Calarcá a la vieja calle sexta de Bogotá

En el centro descubren una mole de edificios que se alinean formando una selva de cemento

La Atenas Suramericana está fría y acogedora
Cincuenta años en Bogota novela costumbrista de José Eduardo Celis López de Colombia para el mundo
CONVERSANDO CON EDUARDOCELIS
goleador y campeon BIC 1976
amores

amores
BIENVENIDO A LA WEB DE EDUARDOCELIS
goleador y campeon BIC 1976
Amores


BIENVENIDO A LA WEB DE EDUARDOCELIS
José Eduardo Celis López nació el 27 de marzo de 1954 en Pereira, sus padres se trasladaron a la ciudad de Armenia al siguiente año, luego a Calarcá en donde vivieron por más de una década
BIENVENIDOS A LA WEB DE EDUARDOCELIS

"Cincuenta años en Bogotá" novela de José Eduardo Celis López, una historia que nació para Colombia y America Latina.


BIENVENIDOS A LA WEB DE EDUARDOCELIS

Por entonces ya existíamos Fernando, Amanda y yo.

CECILIA Y LUIS EN BOGOTA

CINCUENTA AÑOS EN BOGOTA LIBRO ESCRITO POR JOSE EDUARDO CELIS LOPEZ EDUARDOCELIS VOLUMEN II AÑO 2021

BOGOTA DC

BOGOTA DC



BIENVENIDOS A LA WEB DE EDUARDOCELIS

Por entonces ya existíamos Fernando, Amanda y yo.

CECILIA Y LUIS EN BOGOTA

CINCUENTA AÑOS EN BOGOTA LIBRO ESCRITO POR JOSE EDUARDO CELIS LOPEZ EDUARDOCELIS VOLUMEN II AÑO 2021

BOGOTA DC

BOGOTA DC

LIBRO CINCUENTA AÑOS EN BOGOTA POR JOSE EDUARDO CELIS LOPEZ CONVERSANDO CON EDUARDOCELIS VOLUMEN II AÑO 2021. BOGOT D.C.
Eduardocelis II
CINCUENTA AÑOS EN BOGOTA
“No se puede evitar la fascinación al contemplar los misterios de la eternidad, la vida y la maravillosa estructura de la realidad. Es suficiente tratar al menos de entender un poco el misterio de cada día". Albert Einstein

“No se puede evitar la fascinación al contemplar los misterios de la eternidad, la vida y la maravillosa estructura de la realidad. Es suficiente tratar al menos de entender un poco el misterio de cada día". Albert Einstein

BOGOTA 50 AÑOS 1970-2020

En la Plaza vieron volar las palomas, moviendo el aire con sus alas mojadas
Eduardo degusta el aguardiente néctar y la buena música
Por: José Eduardo Celis López
Cecilia está pálida, el clima de esta ciudad le ha afectado su salud
EDUARDOCELIS GOLEADOR
Un fantasma envuelto en una sábana blanca recorre la casa paterna

Después de la media noche Eduardo regresó a casa en compañía de los Echeverri
LUIS ERNESTO SUAREZ Y EDUARDO
JOSE EDUARDO CELIS LOPEZ

Pereira, 27 de marzo de 1954
Observan negocios de música, almacenes de ropa, cafés, librerías, Iglesias, museos y el mítico Cerro de Monserrate
LA ALEGRIA DE VIVIR
Con Doña Bertica en su mejor momento

La Atenas Suramericana está inmensamente fría y acogedora
FERNANDO VELASQUEZ Y EDUARDO
EDUARDO CELIS D.T. CAMPEON
HILDERBRANDO MARTINEZ Y EDUARDO
Ahora comienza una llovizna de nieve, que observan eufóricamente
ARMANDO CAMACHO GARCIA Y EDUARDO

GOLEADOR
GERMAN LEYTON Y EDUARDO
JANNER LOZANO Y EDUARDOCELIS
BIC RESTREPO

En el centro descubren una mole de edificios que se alinean formando una selva de cemento
EN LA UNIVERSIDAD JAVERIANA
MAGASLY CON EDUARDOCELIS
D.T. DE LA SELECCIÓN DEL B.I.C.
Respiran un aire tranquilo, sienten muy cerca el latir de corazones, perciben la presencia del amor

CON LA SELECCIÓN B.I.C. 1979

En la noche observa la lluvia de estrellas de la Urbe Capitalina
UNA MADUREZ FELIZ
SALON ROJO
UNA NIÑEZ SANA
Luis es enérgico y autoritario, desde muy joven ha estado metido en el taller y nunca ha tenido vacaciones
FERNEY EN EL D.I.M. DE MOSQUERA
RODOLFO UNA NIÑEZ SANA

LUIS MARIA CELIS EN EL BARRIO RESTREPO
CECILIA, RODOLFO Y LUIS 1984

Bajan por la escalera eléctrica y salen a la séptima, congestionada por la gente y el ruido

El es quien le revuelve los sentimientos a Ligia dijo Isabel

OLGA LUCIA
LUCIA CELIS MAGALY OLGA
YUDY, RODOLFO Y DIANA
AMANDA Y CECILIA
TODO EN LA IGLESIA SAN ANTONIO

De pronto Cecilia se iluminó con los relámpagos, mientras pensaba en sus seis hijos, uno por uno de mayor a menor
FERNEY CELIS LOPEZ EN EL TEATRO YARI
Durante el almuerzo dialogan animadamente
FERNEY CELIS LOPEZ
FERNEY Y LUIS

Luis se recostó en la cama y duerme profundamente mientras penetra un rayo de sol por la ventana de enfrente
LUCIA CON AMANDA Y CECILIA
EN EL PLANETARIO
EDUARDO CELIS EN SOACHA
CELIS LOPEZ FAMILIA
Levantó la cabeza y miró el cielo Bogotano que llovía estrellas
FERNEY CELIS LOPEZ
ALBERTO LOPEZ Y LUCIA CELIS LOPEZ

La gente Bogotana es culta y muy elegante concluyó Cecilia
JOSE EDUARDO CELIS LOPEZ
joseduardocelislopez

RODOLFO

CELIS REINA

Al otro día Luis se levanta hablando fuerte, como para que todos escuchen
1974

OLGA

ABOGADA
ALBERTO LOPEZ Y LUCIA CELIS DE LOPEZ
Cecilia comparte un café en compañía de Fernando
LIBRO
CINCUENTA AÑOS EN BOGOTA
EDUARDO CELIS
EDUARDO, MAGALY Y FERNEY
Cincuenta años en Bogotá
Al medio día caminaron hacia la plaza de Bolívar
EDUARDO, YUDY Y CECILIA
FERNANDO, RODOLFO Y FERNEY
YUDY, MAGALY, OLGA, LUCIA, RODOLFO Y DIANA
A esa hora el sol les daba por la espalda, un sol desfigurado por las nubes de los cerros orientales
EDUARDO Y YUDY
YUDY, EDUARDO, DORA Y OMAR
Ella tiene una apariencia sexagenaria y a Luis los años le pasan por encima
YUDY, CECILIA LUCIA, OLGA Y MAGALY
YUDY, EDUARDO, RODOLFO Y DIANA
CECILIA Y LUCIA
EDUARDO Y CECILIA
Lloviendo y haciendo sol, son las gracias del Señor, exclama Cecilia
LUIS
YUDY Y ELSA
Hay que saberla vivir, estamos en la Capital y está todo por hacer, dijo Cecilia para animarlo
SUSANA PAOLA Y OLGUITA
OBDULIO REINA EN EL PLANETARIO (1981)
CECILIA Y LUCIA EN EL RESTREPO (1982)
LUCIA, CECILIA Y EDUARDO (1986)
CECILIA LOPEZ DE CELIS (1984)
EDUARDOCELIS (1994)

Fernando se quedó en la cama y estuvo haciendo planes alegres en su pensamiento

Cecilia cubre sus manos con las mangas del abrigo y tiene los labios congelados


EN EL RESTREPO
Pisaban el pavimento, como dos niños jugaban y cantaban disfrutando el hielo Capitalino
FERNANDO Y FERNEY EN EL RESTREPO

(1984)
LUCIA, CECILIA Y AMANDA EN EL RESTREPO (1982)

EDUARDOCELIS Y ANA YUDY REINA (1982)
Aparece la guitarra de Alberto López interpretando a unos ojos, cosas como tú, plazos traicioneros, mar y cielo
YUDY EN EL RESTREPO
CECILIA, AMANDA, YUDY. EDUARDO Y LUCIA (1985)
YUDY REINA Y EDUARDOCELIS (1981)
Cecilia tiene sus ojos negros, su cabello corto ondulado, la mirada firme con la frente siempre en alto. Luis tiene su voz fuerte, varonil y su sonrisa artística
EDUARDOCELIS BIC RESTREPO (1979)
GUSTAVO Y OLGA

Suben a un restaurante frente al palacio de justicia, conversando sobre el taller y el comportamiento extraño de su hijo Fernando
Cecilia tiene sus ojos negros
CON INGRITH
%20(1)11212112.jpg)
OLGA Y OLGA

Ya han pasado cinco años desde que Luis trasladó el taller de Calarcá, a la vieja calle sexta de Bogotá
Está demasiado apegado a su hogar
LUCIA, EDUARDO Y DIEGO
GOLEADOR B.I.C.
JANNER Y EDUARDO
Luis asume una actitud alegre, ella levanta la frente y se alisa su pelo
El matrimonio es muy importante
EDUARDO, ALONSO Y AUGUSTO
EN LA CEJA

EDUARDO CON LILIANA Y YUDY
Yudy salió con sus dos sobrinas
A Luis los años le pasan por encima

En la tarde regresan a casa por las mismas calles mojadas
OLGA LA TIA
Ferney dice que la muerte no existe
PAOLA Y OLGA
Y fueron felices…
Eduardo llegó temprano a la oficina
Un nido de amor
Conversando con Eduardocelis

joseduardocelislopez

Luis María Celis Rey
Cecilia López de Celis
Diego Celis López
Ferney Celis López
Lucia Celis López
Luis Fernando Celis López
José Eduardo Celis López
Amanda Celis López
Olga Lucia López Celis
Luz Magaly López Celis
Adolfo Mauricio López Celis
Rodolfo Celis Reina
Diana Esperanza Celis Reina
Susana Paola Velásquez Celis
Volumen II año 2021
joseduardocelislopez
Los idus de marzo
Gabriel García Márquez

Nació el 6 de marzo de 1927 en Aracataca Magdalena, creció con sus abuelos maternos, a los cinco años sus padres, se fueron a vivir a Sucre, en donde abrieron una farmacia.
A principios de 1958 escribió:
“El general Marcos Pérez, dictador de Venezuela durante diez años, se había fugado para Santo Domingo al amanecer. Sus ayudantes habían tenido que izarlo hasta el avión con una cuerda, pues nadie tuvo tiempo de colocar una escalera, y en las prisas de la huida olvidó su maletín de mano, en el cual llevaba su dinero de bolsillo: trece millones de dólares en efectivo.
Unos quince años después, a partir de ese episodio y sin dejar de evocarlo, escribí El otoño del patriarca.
Mi primer texto para aprender a descifrar el misterio fue Los idus de marzo. Como lo saben quienes la han leído, la novela es la reconstrucción literaria de los últimos años de la República Romana y de la propia vida de su dictador, Julio César.
El pretexto del relato, en torno del cual se construye, es una fiesta ruidosa que Clodia Pulcher y su hermano ofrecían en honor de dos varones ilustres: Julio César y el poeta Cayo Valerio Cátulo.
Es una licencia literaria, porque el año de la fiesta, que era el 45 antes de Cristo, Cátulo debía tener unos ocho años de muerto.
Pero un escritor grande como Thornton Wilder no podía detenerse en esas menudencias racionalistas. "Cayo murió con un coro de Edipo en Colona", decía el relato.
Antes de Los idus de marzo, lo único que yo había leído sobre Julio César eran los libros de texto del bachillerato, escritos por los hermanos cristianos, y el drama de Shakespeare, que, al parecer, le debe más a la imaginación que a la realidad histórica.
Pero a partir de entonces me sumergí en las fuentes fundamentales: el inevitable Plutarco, el chismoso incorregible de Suetonio, el árido Carcopino y los comentarios de guerra del propio Julio César. A fin de cuentas, Los idus de marzo es sólo una hipótesis sobre la personalidad de César. Pero es una hipótesis que tal vez supere la realidad. El 15 de marzo del año 44 antes de Cristo, todo el mundo en Roma sabía que a César le iban a matar.
Todo el mundo menos él mismo. Cualquier parecido con cualquier otra historia, viva o muerta, será pura coincidencia”.

luis y cecilia

UNA JUVENTUD EXITOSA

BOGOTA 50 AÑOS 1970-2020

En la Plaza vieron volar las palomas, moviendo el aire con sus alas mojadas

Eduardo degusta el aguardiente néctar y la buena música

Por: José Eduardo Celis López

Cecilia está pálida, el clima de esta ciudad le ha afectado su salud

EDUARDOCELIS GOLEADOR

Un fantasma envuelto en una sábana blanca recorre la casa paterna

Después de la media noche Eduardo regresó a casa en compañía de los Echeverri

LUIS ERNESTO SUAREZ Y EDUARDO

JOSE EDUARDO CELIS LOPEZ

Pereira, 27 de marzo de 1954

Observan negocios de música, almacenes de ropa, cafés, librerías, Iglesias, museos y el mítico Cerro de Monserrate

LA ALEGRIA DE VIVIR

Con Doña Bertica en su mejor momento

La Atenas Suramericana está inmensamente fría y acogedora

FERNANDO VELASQUEZ Y EDUARDO

EDUARDO CELIS D.T. CAMPEON

HILDERBRANDO MARTINEZ Y EDUARDO

Ahora comienza una llovizna de nieve, que observan eufóricamente
%20(1)11212112.jpg)
ARMANDO CAMACHO GARCIA Y EDUARDO


GOLEADOR

GERMAN LEYTON Y EDUARDO

JANNER LOZANO Y EDUARDOCELIS

BIC RESTREPO

En el centro descubren una mole de edificios que se alinean formando una selva de cemento

EN LA UNIVERSIDAD JAVERIANA

MAGASLY CON EDUARDOCELIS

D.T. DE LA SELECCIÓN DEL B.I.C.

Respiran un aire tranquilo, sienten muy cerca el latir de corazones, perciben la presencia del amor

CON LA SELECCIÓN B.I.C. 1979

En la noche observa la lluvia de estrellas de la Urbe Capitalina
UNA MADUREZ FELIZ

SALON ROJO
UNA NIÑEZ SANA

Luis es enérgico y autoritario, desde muy joven ha estado metido en el taller y nunca ha tenido vacaciones

FERNEY EN EL D.I.M. DE MOSQUERA

RODOLFO UNA NIÑEZ SANA


LUIS MARIA CELIS EN EL BARRIO RESTREPO

CECILIA, RODOLFO Y LUIS 1984

Bajan por la escalera eléctrica y salen a la séptima, congestionada por la gente y el ruido

El es quien le revuelve los sentimientos a Ligia dijo Isabel

OLGA LUCIA

LUCIA CELIS MAGALY OLGA
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YUDY, RODOLFO Y DIANA

AMANDA Y CECILIA

TODO EN LA IGLESIA SAN ANTONIO


De pronto Cecilia se iluminó con los relámpagos, mientras pensaba en sus seis hijos, uno por uno de mayor a menor

FERNEY CELIS LOPEZ EN EL TEATRO YARI
%20(1)11212112.jpg)
Durante el almuerzo dialogan animadamente

FERNEY CELIS LOPEZ

FERNEY Y LUIS


Luis se recostó en la cama y duerme profundamente mientras penetra un rayo de sol por la ventana de enfrente

LUCIA CON AMANDA Y CECILIA


EDUARDO CELIS EN SOACHA

CELIS LOPEZ FAMILIA

Levantó la cabeza y miró el cielo Bogotano que llovía estrellas

FERNEY CELIS LOPEZ

ALBERTO LOPEZ Y LUCIA CELIS LOPEZ

La gente Bogotana es culta y muy elegante concluyó Cecilia

JOSE EDUARDO CELIS LOPEZ

joseduardocelislopez

RODOLFO

CELIS REINA

Al otro día Luis se levanta hablando fuerte, como para que todos escuchen

1974

OLGA

ABOGADA

ALBERTO LOPEZ Y LUCIA CELIS DE LOPEZ

Cecilia comparte un café en compañía de Fernando

LIBRO

CINCUENTA AÑOS EN BOGOTA

EDUARDO CELIS

EDUARDO, MAGALY Y FERNEY

Cincuenta años en Bogotá

Al medio día caminaron hacia la plaza de Bolívar

EDUARDO, YUDY Y CECILIA

FERNANDO, RODOLFO Y FERNEY

YUDY, MAGALY, OLGA, LUCIA, RODOLFO Y DIANA

A esa hora el sol les daba por la espalda, un sol desfigurado por las nubes de los cerros orientales

EDUARDO Y YUDY
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YUDY, EDUARDO, DORA Y OMAR
Ella tiene una apariencia sexagenaria y a Luis los años le pasan por encima

YUDY, CECILIA LUCIA, OLGA Y MAGALY

YUDY, EDUARDO, RODOLFO Y DIANA

CECILIA Y LUCIA

EDUARDO Y CECILIA

Lloviendo y haciendo sol, son las gracias del Señor, exclama Cecilia

LUIS

YUDY Y ELSA

Hay que saberla vivir, estamos en la Capital y está todo por hacer, dijo Cecilia para animarlo

SUSANA PAOLA Y OLGUITA

OBDULIO REINA EN EL PLANETARIO (1981)

CECILIA Y LUCIA EN EL RESTREPO (1982)

LUCIA, CECILIA Y EDUARDO (1986)

CECILIA LOPEZ DE CELIS (1984)
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EDUARDOCELIS (1994)

Fernando se quedó en la cama y estuvo haciendo planes alegres en su pensamiento


Cecilia cubre sus manos con las mangas del abrigo y tiene los labios congelados


EN EL RESTREPO
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Pisaban el pavimento, como dos niños jugaban y cantaban disfrutando el hielo Capitalino

FERNANDO Y FERNEY EN EL RESTREPO

(1984)
%20(1)11212112.jpg)
LUCIA, CECILIA Y AMANDA EN EL RESTREPO (1982)

EDUARDOCELIS Y ANA YUDY REINA (1982)

Aparece la guitarra de Alberto López interpretando a unos ojos, cosas como tú, plazos traicioneros, mar y cielo

YUDY EN EL RESTREPO

CECILIA, AMANDA, YUDY. EDUARDO Y LUCIA (1985)

YUDY REINA Y EDUARDOCELIS (1981)

Cecilia tiene sus ojos negros, su cabello corto ondulado, la mirada firme con la frente siempre en alto. Luis tiene su voz fuerte, varonil y su sonrisa artística

EDUARDOCELIS BIC RESTREPO (1979)

GUSTAVO Y OLGA

Suben a un restaurante frente al palacio de justicia, conversando sobre el taller y el comportamiento extraño de su hijo Fernando

Cecilia tiene sus ojos negros

CON INGRITH
%20(1)11212112.jpg)
OLGA Y OLGA

Ya han pasado cinco años desde que Luis trasladó el taller de Calarcá, a la vieja calle sexta de Bogotá

Está demasiado apegado a su hogar

LUCIA, EDUARDO Y DIEGO

GOLEADOR B.I.C.

JANNER Y EDUARDO

Luis asume una actitud alegre, ella levanta la frente y se alisa su pelo

El matrimonio es muy importante

EDUARDO, ALONSO Y AUGUSTO

EN LA CEJA

EDUARDO CON LILIANA Y YUDY

Yudy salió con sus dos sobrinas
A Luis los años le pasan por encima

En la tarde regresan a casa por las mismas calles mojadas

OLGA LA TIA

Ferney dice que la muerte no existe

PAOLA Y OLGA

Y fueron felices…

Eduardo llegó temprano a la oficina

Un nido de amor

Conversando con Eduardocelis

joseduardocelislopez

Luis María Celis Rey

joseduardocelislopez

Los idus de marzo

Gabriel García Márquez

Nació el 6 de marzo de 1927 en Aracataca Magdalena, creció con sus abuelos maternos, a los cinco años sus padres, se fueron a vivir a Sucre, en donde abrieron una farmacia.

Unos quince años después, a partir de ese episodio y sin dejar de evocarlo, escribí El otoño del patriarca.

Pero un escritor grande como Thornton Wilder no podía detenerse en esas menudencias racionalistas. "Cayo murió con un coro de Edipo en Colona", decía el relato.

Pero a partir de entonces me sumergí en las fuentes fundamentales: el inevitable Plutarco, el chismoso incorregible de Suetonio, el árido Carcopino y los comentarios de guerra del propio Julio César. A fin de cuentas, Los idus de marzo es sólo una hipótesis sobre la personalidad de César. Pero es una hipótesis que tal vez supere la realidad. El 15 de marzo del año 44 antes de Cristo, todo el mundo en Roma sabía que a César le iban a matar.

luis y cecilia

UNA JUVENTUD EXITOSA

JOSE EDUARDO CELIS LOPEZ
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AMOR ETERNO

AMOR ETERNO

SITIO OFICIAL
JOSEDUARDOCELISLOPEZ

1975

cincuenta años en Bogotá
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joseduardocelislopez

José Eduardo Celis López
JOSEDUARDOCELISLOPEZ

1975

cincuenta años en Bogotá
CINCUENTA AÑOS EN BOGOTA

1970-2020
CINCUENTA AÑOS EN BOGOTA

1970-2020
GOLCELIS DE PEREIRA


1970

GOLCELIS DE PEREIRA


1970


JOSEDUARDOCELISLOPEZ INN BOGOTA

JOSEDUARDOCELISLOPEZ INN BOGOTA

INN BOGOTA

INN BOGOTA

INN BOGOTA

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INN BOGOTA
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INN BOGOTA

INN BOGOTA

INN BOGOTA

INN BOGOTA

INN BOGOTA

INN BOGOTA
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INN BOGOTA

INN BOGOTA

BOGOTA MITICA
INN BOGOTA
INDICE
· Prólogo 3
· Nacidos en marzo 5
· Amor platónico 8
· El primer amor 21
· Amores en Bogotá 33
· Imágenes familiares 44
· Amores verdaderos 60
· Amor maternal 72
· Amores celestiales 86
· Los idus de marzo 96

PROLOGO


PROLOGO DEL AUTOR
Cuando vivíamos en Calarcá todos estábamos completos y llenos de vida, después que llegamos a Bogotá en 1970 empezamos a tener noticias que, en nuestra familia, se murieron Abraham Elías López, Juan Celis, Celmira, Policarpa, Gonzalo, Nieves, Jairo, Benjamín, Claritza, Nohemí, Olga y así uno a una se fueron a la eternidad.
Bogotá no solo significó la muerte de algunos familiares, también fue naciendo la nueva generación de Celis López: Olga Lucia, Luz Magaly, Rodolfo, Adolfo Mauricio, Diana Esperanza, Susana Paola, Juan Manuel, David Alberto, Samuel Mauricio, Danna Sofía y se creció la familia.
Ferney dice que la muerte no existe

JOSEDUARDOCELISLOPEZ INN BOGOTA

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BOGOTA MITICA

INDICE
· Prólogo 3
· Nacidos en marzo 5
· Amor platónico 8
· El primer amor 21
· Amores en Bogotá 33
· Imágenes familiares 44
· Amores verdaderos 60
· Amor maternal 72
· Amores celestiales 86
· Los idus de marzo 96

PROLOGO


Luis Celis e hijos
¿Y cómo sigue su padre? preguntó Lázaro, ya está mejor dijo Diego, no quiere salir de esa pieza, déjelo tranquilo menos mal tiene a su hijo mayor frente al taller, yo también soy hijo de Luis dijo Pablo y estoy ayudándolo, todos somos sus hijos dijo Luis, aunque de distinta madre, por lo menos él me llevó a bautizar acotó. ¿Con usted debe haber pasado lo mismo? No me acuerdo, contestó Pablo.
Luis tiene los ojos hinchados
BOGOTA5O

CAPITULO VI
AMORES CELESTIALES


Cecilia de colores

CAPITULO VI

AMORES CELESTIALES



El agua gotea hacia la arena del patio, ya se había ido la tormenta, las palomas picotean las lombrices desenterradas, Cecilia aparece en medio de un sol de colores que juega con el aire de la mañana, Fernando siente sus manos suaves que le acarician su cara, el aire levanta sus vestidos de seda y los hace reír, se juntan en un fuerte abrazo, mientras sus cabellos vuelan al viento.
El agua gotea hacia la arena del patio, ya se había ido la tormenta, las palomas picotean las lombrices desenterradas, Cecilia aparece en medio de un sol de colores que juega con el aire de la mañana, Fernando siente sus manos suaves que le acarician su cara, el aire levanta sus vestidos de seda y los hace reír, se juntan en un fuerte abrazo, mientras sus cabellos vuelan al viento.
Sobre el verdor de la tierra
BOGOTA5O

Mi mamá está viva


Ya me estoy acostumbrando a verla tan radiante, como una luz, dice Fernando quien alza la vista y observa con ternura a su madre que está viva, ¿Sabes que estoy pensando? Que vamos a estar aquí juntos por mucho tiempo, vamos a tomar tinto dijo Cecilia, ya voy, mamá. ¿Dónde te habías metido? Le dijo cuando sintió cerca su presencia, estaba en el otro patio con mi hermano Diego contestó él.
Ya me estoy acostumbrando a verla tan radiante, como una luz, dice Fernando quien alza la vista y observa con ternura a su madre que está viva, ¿Sabes que estoy pensando? Que vamos a estar aquí juntos por mucho tiempo, vamos a tomar tinto dijo Cecilia, ya voy, mamá. ¿Dónde te habías metido? Le dijo cuando sintió cerca su presencia, estaba en el otro patio con mi hermano Diego contestó él.
En cadena de oración
BOGOTA5O

Lucia los abraza

Lucia, Mauricio y David en la casa paterna, disfrutan el atardecer, ahora están aquí en este pueblo sin ruidos, oyendo caer las pisadas sobre las piedras redondas con que estaban empedrando las calles, algunas casas están vacías con las puertas cerradas invadidas de yerba, ella los abraza mientras ven pasar a Fernando cruzando la calle y fumando un cigarrillo, después vieron a Cecilia sentada en la silla mecedora.
Lucia, Mauricio y David en la casa paterna, disfrutan el atardecer, ahora están aquí en este pueblo sin ruidos, oyendo caer las pisadas sobre las piedras redondas con que estaban empedrando las calles, algunas casas están vacías con las puertas cerradas invadidas de yerba, ella los abraza mientras ven pasar a Fernando cruzando la calle y fumando un cigarrillo, después vieron a Cecilia sentada en la silla mecedora.
Los siguen con la mirada
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PROLOGO DEL AUTOR
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PROLOGO DEL AUTOR
Cuando vivíamos en Calarcá todos estábamos completos y llenos de vida, después que llegamos a Bogotá en 1970 empezamos a tener noticias que, en nuestra familia, se murieron Abraham Elías López, Juan Celis, Celmira, Policarpa, Gonzalo, Nieves, Jairo, Benjamín, Claritza, Nohemí, Olga y así uno a una se fueron a la eternidad.
Bogotá no solo significó la muerte de algunos familiares, también fue naciendo la nueva generación de Celis López: Olga Lucia, Luz Magaly, Rodolfo, Adolfo Mauricio, Diana Esperanza, Susana Paola, Juan Manuel, David Alberto, Samuel, Danna Sofía y se creció la familia.
Cuando vivíamos en Calarcá todos estábamos completos y llenos de vida, después que llegamos a Bogotá en 1970 empezamos a tener noticias que, en nuestra familia, se murieron Abraham Elías López, Juan Celis, Celmira, Policarpa, Gonzalo, Nieves, Jairo, Benjamín, Claritza, Nohemí, Olga y así uno a una se fueron a la eternidad.

Ferney dice que la muerte no existe

Estos versos generaron especial cariño
y despertaron su interés ante las relaciones amorosas
que Luis le planteó, en la flor de su juventud.

CINCUENTA AÑOS EN BOGOTA

José Eduardo

POR JOSE EDUARDO CELIS LOPEZ

CAPITULO I
AMOR PLATÓNICO


Cincuenta años en Bogotá

CINCUENTA AÑOS EN BOGOTA 1970-2020 EDUARDOCELIS


Cecilia y Luis llegaron sorpresivamente al Barrio San Antonio de Bogotá.

En la noche observan la lluvia de estrellas de la Urbe Capitalina.
Ven pasar los trolebuses por la Caracas con sobrecupo de pasajeros.
El frío penetró sus huesos y los obligó a entrar a Casabianca.
Allí encontraron su amor platónico.
Llovió toda la noche y Cecilia tosió insistentemente.
Ya todos estaban durmiendo.
Poco a poco fueron acomodándose al nuevo ambiente familiar. Ella tiene una apariencia sexagenaria y a Luis los años le pasan por encima.

Luis cuenta con cincuenta y cuatro años y Cecilia con cuarenta y seis, parece mayor.
Cecilia tiene sus ojos negros, su cabello corto ondulado, la mirada firme con la frente siempre en alto.
Luis tiene su voz fuerte, varonil y su sonrisa artística.
Escuchando el salpicar del agua se quedaron dormidos.
Por la mañana volvió a llover y cuando despertaron se alcanzaba a sentir la leve llovizna. Cecilia no está acostumbrada a este frío y Luis se encuentra aclimatado.

Los vidrios de las ventanas se oscurecieron y resbalaban gotas como de gruesas lágrimas.
De pronto ella se iluminó con un relámpago, mientras soñaba con sus seis hijos.
Todos eran de Pereira menos la menor que vino de Armenia, todo comenzó en Calarcá, recuerda ella.
Al medio día caminaron hacia la plaza de Bolívar. Cecilia va feliz.
Las calles mojadas dejan escapar vapor, al contacto del sol con el betún del asfalto.

En la Plaza vieron volar las palomas, moviendo el aire con sus alas mojadas.
Cae una pertinaz lluvia.
Cecilia cubre sus manos con las mangas del abrigo mientras
Luis la abraza suavemente.
Pisan el pavimento mojado, disfrutando el hielo Capitalino.
La Atenas Suramericana está fría y acogedora. Las calles están inundadas.

En el centro descubren una mole de edificios que se alinean formando una selva de cemento.
Suben a un restaurante, conversando sobre el taller de mecánica y el comportamiento de su hijo Fernando.
Durante el almuerzo dialogan animadamente.
Cecilia está tranquila y Luis muy animado. Ella levanta la frente, sonríe francamente y se alisa su pelo.

Luis asume una actitud alegre y levanta su copa dando un brindis. Ya hace cinco años que no compartían juntos, desde que Luis trasladó el taller de Calarcá, a la vieja calle sexta de Bogotá.
La vida les dio otra oportunidad.
Bajan por la escalera eléctrica y salen a la séptima, congestionada por la gente y el ruido.

Observan negocios de música, almacenes de ropa, cafés, librerías, Iglesias, museos y el mítico Cerro de Monserrate.
Ahí comienza una llovizna de nieve, que observan eufóricamente.
Lloviendo y haciendo sol, son las gracias del Señor, exclama ella.
En la tarde regresan a la casa por las mismas calles mojadas. A esa hora el sol les da por la espalda, un sol desfigurado por las nubes de los cerros orientales.

La gente Bogotana es culta y muy elegante, concluyó Cecilia.
Luis se recostó en la cama y duerme profundamente, mientras penetra un rayo de sol por la ventana de enfrente.
Cecilia comparte un café en compañía de Fernando. Respiran un aire tranquilo.
Sienten muy cerca el latir de corazones, perciben la presencia del amor.


Es muy rebelde, Cecilia lo conoce bien desde que era niño, pero nunca ha entendido la razón de su rebeldía.
Una tarde en Calarcá tiró la cama, las cobijas, las almohadas y el colchón al patio, recuerda Cecilia.
Fernando se rio y Cecilia lloró en silencio, hasta agotar sus lágrimas.
No pudo levantarse pues tenía una pierna inflamada.
Se encuentra aprisionado dentro de su propio cuerpo, dice ella.
Después de tomar el café guardaron silencio por un buen rato.

La llegada a Bogotá les ha regresado la ilusión de una nueva vida.
Fernando encuentra la punta de sus deseos, dice que quiere estudiar en lugar de trabajar.
Nadie puede ayudarlo, todos están en el rebusque, quieren salir adelante por sus propios medios.
Llegada la noche las luces en Casabianca se apagan, dejando ver las estrellas fugases recorriendo el firmamento Bogotano.

Solo se oye un aire tibio que entra del patio y el rezongar de un pajarillo, que hace nido encima del lavadero.
Al otro día Luis se levanta hablando fuerte, para que todos escuchen.
Aquí se acostumbra trabajar o estudiar o ambas cosas a la vez, gritó.
Fernando se quedó paralizado en la cama, pareciera que se muriera cada día una parte de su cuerpo.

Los demás se movilizan al oír la voz fuerte de Luis.
Luis es enérgico y autoritario, desde muy joven ha estado metido en el taller y nunca ha tenido vacaciones.
Fernando se quedó en la cama y estuvo haciendo planes alegres en su pensamiento.

Trabajar y estudiar es su objetivo.
Comenzó a llenarse de sueños y a darle vuelo a sus ilusiones.
Fue formando un mundo alrededor de la enseñanza que le inculcaron.
La vida es dura aquí, es difícil vivir, exclamó saltando de la cama y soltando una risotada.
Hay que saberla vivir, estamos en la Capital y está todo por hacer, dijo Cecilia para calmarlo.
Fernando la escuchó, salió al patio, sintió muy cerca ese amor platónico.

Levantó la cabeza y miró el cielo Bogotano que llovía estrellas.
Hubiera querido ver los cerros, pero allí no había árboles.
El viento arrastra las nubes y se oían murmullos de voces que salían de los techos.
Vagó por los alrededores de Casabianca, organizando sus ideas.
Fernando cerró los ojos y abrió en llanto, tenía reprimido un sentimiento de tristeza en su alma.
En la pequeña ventana del altillo, vio una sombra larga y descorrida hacia el techo que daba vueltas y se movía como la llama de una vela y se oían sollozos confundidos con la lluvia.

Recorrió con su vista todas las ventanas que estaban cerradas.
Observó de pronto que las cortinas se movieron suavemente.
Estaba triste, salía y entraba de su cuerpo, sintió frío y entró. Después se escuchó una serenata en Casabianca.
Aparece la guitarra de Alberto interpretando a unos ojos, cosas como tú, plazos traicioneros, mar y cielo.

Fernando salió y le dio la mano.
¡Con tu hermana no se puede! le dijo mientras se tomaba un aguardiente.
No se angustie más, lo tranquilizó mirándole a los ojos y sonrieron.
Fernando entró y Alberto sintió una paz interior.
Luis habló de Alberto y de la serenata, hizo reparos al noviazgo, Lucia y Cecilia no se molestan, se ven tranquilas, muy confidentes y la noche sigue en calma.
Fernando abrió los ojos y vio la luz de la mañana, queriendo entrar por la ventana.

Sonó que había dejado de existir, fue como una realidad.
Vio a Cecilia levantarse antes del amanecer, la ventana estaba entre abierta y entró suavemente.
Los días comienzan monótonos, todos se mueven sin afanes saboreando el café caliente.
Bogotá es muy grande, la gente es muy viva y hay que prepararse, dijo Cecilia a gritos porque los sentía sordos y dormidos.
Los que se duerman van a aguantar mucha hambre, hay que pensar para hablar, no mentir, trabajar y estudiar, argumentó ella con seguridad.

Ya va siendo hora de que te levantes de esa cama, le dijo a Fernando.
Déjame tranquilo contestó Fernando debajo de las cobijas, pareció dormir.
A esa hora ya había alguien en el lavadero. Quien tararea una canción con voz muy queda, resplandece el aire y el sol mueve las nubes a través de un cielo azul y detrás de él hay más canciones con esa voz que enamora.
Alberto no recuerda lo que había dicho Luis.

No recuerda nada por el efecto del aguardiente.
Muy temprano llegó a Casabianca, aclaraba el día y se iba la noche, vio como el día desbarata las sombras.
En ese instante se ve salir el sol Bogotano por detrás de los cerros orientales.
Fernando se levantó lentamente, está flaco y pálido, entró al baño, se lavó la cara y se reía, mirándose al espejo.
Luego, se le descolgó la cabeza y salió por la puerta que da al lavadero, sosteniéndose la cabeza con las manos.

Después sobrevino un sollozo, un llanto suave pero agudo, un movimiento brusco, haciendo retorcer nuevamente su cabeza encima de sus hombros.
De repente vio que el cielo se volvió plomizo oscuro, aún no aclarado por la luminosidad del sol Capitalino.
Fernando se enderezó y entró a la cocina.
Con él entró una luz tenue, no como si fuera a comenzar el día, sino como si estuviera llegando la noche.
Se sentó en un rincón y salió de su cuerpo. Alrededor del patio se perciben pasos que rondan la cocina, como gatos en la oscuridad.

Siente sus manos en el cuello las suaves manos del amor platónico, de pie en el umbral, delgada, de pelo corto que roza sus hombros, de cara pequeña, ojos claros, así la percibe.
Su cuerpo atravesado impedía ver la llegada del día, a través de su vestido, observa pedazos de cielo y debajo de sus pies destellos de luz.
Detalles tan pequeños que llaman la atención, sus ojos, sus sonrisas iluminan su rostro inmaculado.
Una luz que ilumina todo, como si el suelo debajo de ella estuviera desprendiendo rayos.

Fernando despertó, abrió sus ojos negros penetrantes que estaban llorando todavía, nadie lo entiende, nadie le cree, sentía un rencor vivo.
Cecilia está triste, se queda mirándolo y no puede resistir la escena.
Entonces ella se dio vuelta. Apagó la luz de la cocina, cerró la puerta y rompió en sollozos.
En un instante Cecilia recuerda todo lo que pasó en Calarcá. Pensaron que era un problema mental dijo Luis, ella no se atrevió a asegurarlo.

Cecilia sabe lo que han sufrido desde que todo comenzó.
Siguieron gemidos confundidos con la lluvia y el tictac de su gallinita que camina lentamente, como si se estuviera deteniendo el tiempo.
Siempre han dicho que está loco y no lo creo, más bien
debe estar muerto en vida, dijo Luis a gritos.
Se resolvió por el estudio, pero falló en su intento y se retrasó por siempre, dijo Cecilia.

Sólo ellos saben en realidad, lo que había pasado en Calarcá.
Al llegar al taller de mecánica sufrió un trauma mayor, un delirio de persecución que lo deprime.
Fernando abrió de par en par la puerta, entró a la pieza afanado, se puso la camisa arrugada y encima se colgó un buzo con motas amarillentas que usaba desde su llegada a Bogotá.
El sol a esa hora es picante y cae sobre su integridad. Cortinas de nubes negras amenazan con caer. Al llegar frente al taller observa que Luis comienza a impartir órdenes.

¡Pobre gente!, se lamentó aferrándose fuertemente a uno de sus libros y sintió alivio al pensar que su destino ya está definido.
Hay pocas nubes en el cielo que está todavía azul y el aire sopla fuerte allá arriba, aunque aquí abajo hace mucho calor.
La madrugada fue apagando los malos recuerdos de Fernando. El mismo se oía el sonido de sus palabras, notaba la diferencia de este despertar.

Porque las palabras que había pronunciado hasta entonces, ya no las volvió a recordar ya no tienen ningún significado, no salen de su alma; se siente brillante; sin miedos, como se siente durante los sueños.
De repente la tarde se volvió gris en San Antonio. El salón de clases estaba oscuro y frío.
El profesor subió las gafas a su frente, cerró sus ojos azules y sobándoselos con los puños cerrados comenzó el mensaje filosófico.

En la calle se respira un ambiente hostil.
El crimen que comenzaba a aglomerar a miles de curiosos, en el caño del río Fucha donde flota un cuerpo sin vida, como consecuencia del fraude en las urnas, los integrantes del movimiento guerrillero ajustician selectivamente a quienes ostentan el poder. Nunca había visto un muerto, dijo Eduardo observando como Cecilia dobla su espinazo sobre el lavadero.
No puede explicarse por qué toda la gente estaba alrededor y ninguno hacia nada por sacarlo.

El cadáver estaba boca arriba flotando en la superficie del agua, vestido de paño gris a rayas, camisa azul y corbata roja.

Violentamente asesinado, rígido, inmóvil, abotagado, con protuberancias en la frente, los labios pálidos, el rostro macilento, con muecas de sufrimiento.

La gente dice que le dictaron la pena capital tras consultas con el pueblo.
Es una guerra entre los del brazo armado de la izquierda y los de la extrema derecha.

Esta es la guerra política, dijo Cecilia que termina de colgar la ropa en las cuerdas del patio.
Se apropiaron de la espada de Bolívar y van a matar a todos los opositores, gritó Eduardo recogiendo el balde del suelo y tomando a Cecilia del brazo la condujo a la cocina, en donde degustan el arroz con frijoles.

Allí está Fernando, pálido, callado, al lado de Cecilia, son inseparables. Se necesitan, se quieren, la enfermedad es compartida, se fundieron en su pasado.
Sufren mucho y no saben por qué, talvez de tristeza.

Había oscurecido y Fernando prefiere ver a su madre viva no muerta como la había visto en su último sueño.
Cecilia también le sirvió arroz con frijoles. Suspira mucho y cada suspiro es como un sorbo de vida que se le va.
Y aunque no había niños jugando, ni palomas, sintió como si estuviera en Calarcá.
Fernando comparte solamente el silencio.
Porque su cabeza está llena de ruidos y de voces raras.
De voces extrañas y aquí, donde el aire es escaso, se oyen mejor.

Se quedan dentro de su ser.
Se acordó de lo que le había dicho su madre en Calarcá Allá me oirás mejor.

Estaré más cerca de ti y encontrarás más cercana la voz de mis recuerdos que es la de mi espíritu, si es que alguna vez mi espíritu ha contactado con el tuyo.

Mi madre no está muerta sino viva, afirmó Fernando.
José Eduardo Celis López


CAPITULO II
AMORES CELESTIALES

Eduardo corre en el Parque Nacional, presuroso, un escalofrío recorre todo su cuerpo, cala sus huesos, da vueltas a la glorieta, mira por entre los árboles con ansiedad, busca por la orilla de la quebrada, hasta que no aguantó más y se desmoronó totalmente sobre uno de los asientos, con las piernas abiertas expuestas al sol.

Allí lo envío lázaro el amigo de Luis y su mejor cliente.
Nunca en su vida había tenido la experiencia de encontrarse con personas extrañas para hablar de negocios.
Ahí estaba un Señor Moreno, calvo, de rostro fresco quien le extendió la mano sonrientemente.
-¿Cuántos años tienes? Indagó.
Veinte años, voy a cumplir.

-¿Con quién vives?
Con mis padres y con mis hermanos.
-¿Que estudio tienes?
Soy bachiller, contestó Eduardo extendiendo el diploma.
El hombre revisó su contenido, se acomodó sus mancornas y el pisa corbata de oro y le dijo aquí está Ligia, con ella se va a entender de ahora en adelante.
Eduardo se impactó ante la presencia alegre y sonriente de la mujer.
Ella sacó de su bolso de cuero un paquete de cigarrillos y se llevó uno a su boca de rubí, dejando escapar un bucle al aire.

En la tarde, Fernando sintió que está aturdido por el sonido del compresor y salió del taller presuroso a buscar tranquilidad en Casabianca.
Al entrar se encontró con su amor platónico.
Atinó mirarle con ternura sus ojos negros y hechiceros, su frente amplia, su preciosa boca, su pelo suave que cae sobre la espalda hasta la cintura de muñeca.
Sintió de cerca su aire de gitana con espíritu llanero.

Se sentó en un rincón de la cocina a tomar tinto con Cecilia, salió temprano del taller le dijo ella dando una mirada juzgadora por encima de sus gafas y cerrando la puerta le indagó sobre lo que le había ocurrido con Luis en el taller.
Fernando le contó que estaba muy aburrido con el trabajo en el taller y que no soporta los ruidos.

¡tomémonos otro tinto! dijo Fernando, para eso tengo a mi mamá viva!, exclamó con alegría.
Fernando habló de sus años en Calarcá y recordó lo feliz que pasó con sus tías en Pereira, me gustaría regresar dijo con nostalgia.

Cecilia también recordó a su querida Pereira, se pusieron de pie, sintieron alegría en su corazón y sonrieron.
Entraron a la alcoba tomados de la mano, como si se olvidaran de sus tristezas, entre tinto y tinto, miradas, sonrisas y mensajes subliminales, se regocijaron en una tranquila tarde.
Al día siguiente Eduardo llegó temprano a la oficina de la Presidencia del Banco.
Se comprometió con la secretaria a traerle un paquete de bonos, para consignar en la cuenta bancaria. Aclarando que se debía entregar un porcentaje en efectivo.

De inmediato se iniciaron las diligencias y el intercambio de bonos por dinero en efectivo.
No estarás en el Banco solo para ganar dinero, le dijo Lázaro muy serio, sino para aprender la profesión y cuando ya sepas algo, entonces podrás ser gerente.
Por ahora eres sólo un aprendiz bancario; quizá mañana o pasado llegues a ser tú el jefe.
En el segundo piso se encuentra la oficina de Eduardo, cerca de la gerencia, en donde coordina las operaciones.

Mientras tanto en Casabianca promediando la mañana Lucia se encuentra planchando y doblando ropa, de repente apareció Alberto quien la busca presurosamente.
Tan pronto se encuentran se funden en un abrazo y un beso, sin mediar palabras como nunca lo habían hecho.
Sellaron para siempre un amor infinito, por encima de cualquier consideración. Cecilia está feliz de ver a su hija feliz. Él era su luz y se convirtió en sombra y hecha sombra se marchó al olvido,
todo ese amor se quedó escondido en lo más recóndito de su alma.

En una decisión insólita, Luis estuvo de acuerdo con que se normalizaran las relaciones de Lucia con Alberto, Luis les manifestó que tomaran la decisión, sin necesidad de consultarle.
Eduardo comienza una etapa exitosa, a partir del momento que empezó a trabajar con el Banco, no le volvió a faltar dinero en sus bolsillos.
Después de hacer oficio todo el día Lucia le dijo a Alberto suavemente. Te espero en el patio de la casa, para que hablemos de lo nuestro.

Allá en la parte trasera de Casabianca frente al lavadero, se encontraron ante una realidad preparada para la ocasión.
¿Qué es lo nuestro? Preguntó Alberto, cautelosamente.
Nuestro matrimonio, contestó ella levantando la voz al tiempo que lo apretó fuertemente contra su pecho.
De inmediato Alberto sacó de su chaqueta de cuero un fino estuche y colocó delicadamente una argolla de oro en uno de sus dedos y otra en uno de los suyos.

¡Salud! Dijo levantando la copa de champaña. ¡Salud! contestó Lucia.
Él era una luz y se convirtió en su sombra, una sombra que aún hoy la persigue.
Llovió toda la siguiente semana y en medio de la lluvia nacieron amores imposibles y murieron amores posibles.

Una mañana de esas premonitoria en el Restrepo amarteladamente en la terraza se estrechan dos pardillos asustadizos.
Los flirteos alcanzaron a advertir la atención de los intrusos.
Cerca de la cocina lograron un galanteo trivial y al notar su presencia, bajaron el tono de su amorío.

A través de la ventana de la cocina se escucha la voz de Cecilia conversando con Fernando quejándose de la imprudencia e insensatez de Luis. Ella le dice que ya es hora de irse acostumbrando.
Cecilia lo conduce al comedor debajo del cobertizo y con fascinación contemplan una cesta que contiene un ramillete de radiantes flores y azucenas de diferentes colores, brillantes, con tallos altos y verdes hojas.
Espectacular momento de satisfacción que les produce un entusiasmo profundo y los une en un espontáneo abrazo.

El suceso de esta mañana ha quedado plasmado en la base de la maceta que contiene el adorno floral.
Descubren una etiqueta con el membrete y rubrica propios de Amanda, que se adelanta de esta forma en la conmemoración del día de la madre, próxima a celebrarse.
Cecilia elogia el afecto de Amanda con este hecho trascendental. ¡Nunca me habían regalado flores! exclamó dichosa y feliz.

Como ocurría siempre, Cecilia mira el cuadro de las ánimas benditas y agradece en voz alta por los favores recibidos.
En el día de hoy era mucho lo que tenía que agradecer.
Seguidamente como por impulso Eduardo sacó de su dedo una argolla de oro que le perturba y la colocó delicadamente en el anular de Cecilia,
para sepultar la propuesta que tanto le atormenta.
Sabía que a Cecilia le gustan las joyas
y se fue al empotrado armario gritando soy libre no quiero casarme.

Esperaron a que terminara el rosario para que Cecilia sirviera la comida. A nadie más esperaban a esa hora de la noche.
Como siempre Fernando comía muy rápido casi sin masticar y al tiempo que manducaba los alimentos soltaba cortantes risas nerviosas.
Este era un momento sosegado y apacible para compartir una bandeja paisa, oyendo a Cecilia recontar historias de su natal Pereira y en su largo peregrinaje por Calarcá.

Escampó después de las nueve de la noche. Todo está tranquilo en el Restrepo, Cecilia se esmera por atender a Fernando para evitar alteraciones de su personalidad.
Eduardo volvió a su cuarto y empinándose observa a través de la ventana el accionar retraído de la avecilla que inocente respinga en busca de calor paterno.
Aún no se percata de las consecuencias fatales que le esperan por el inminente destino.


La avecilla voló sin rumbo conocido dejando su nido abandonado.
Cecilia asegura que ya se aclimató al frio Bogotano, dice que en los últimos años han cambiado muchas cosas, Lucia es madre de dos niñas, Amanda funge como enfermera, Diego se encarga del taller y Ferney adelanta su vocación de jurisconsulto. Dice que ninguno se ha acostado con hambre, todos gozan de los beneficios de manutención de Luis.
No importan las necesidades básicas, lo que en realidad los une es la tolerancia por los procederes de los demás.
Es la misma historia de siempre, comentó Eduardo.

Si, pero Luis produce para todos sin que hasta el momento alguien se atreva a coger las riendas de esta casa, replicó Cecilia quien esconde sus piernas debajo de la mesa.
Automáticamente Eduardo recoge del mesón dos recibos de servicios para hacerse cargo de su pago.
Esta es la primera muestra del compromiso que en adelante asumirá con su familia.
Antes que Cecilia se esconda en la inmensidad de Dios, detrás de su Divina Providencia, donde ya no pueda alcanzarla ni verla y adonde no pueda volver a escuchar sus palabras, balbuceo Eduardo.
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A través de la ventana penetran los aires armónicos de aquella hermosa avecilla de fino pico y pequeños ojos verdes que retoza encima del lavadero, ávida de afecto, galanteando abiertamente como si no advirtiera su destino infame.
En la terraza Fernando hace muecas como si se le desprendiera la cabeza. Fernando sufre de un movimiento sintomático producido por la contracción de los músculos del cuello. Y se encontró de pronto solo en la casa vacía.

La ventana de la casa abierta al cielo le permitió ir y venir de nuevo libremente como un espíritu.
Los huesos de su cara están forrados por un pellejo curtido por sus treinta años de existencia, de los cuales los últimos diez han sido marcados por una rara incapacitante y dura enfermedad.
No se supo nunca el verdadero origen de su enfermedad que lo tiene prácticamente enajenado.
Cecilia recuerda con perspicuidad el ataque de paranoia que tuvo esa mañana en Calarcá, dejando todo al sol y al agua, luego de patearlo con tosquedad y en la noche llegó calmado, como si no hubiera pasado nada armó de nuevo su aposento, comió y se acostó sosegado.

El viernes Eduardo llegó a la taurina, esa noche estaba alborotada por las fiestas decembrinas, en un rincón se encuentran los Echeverry, famosos por sus intervenciones en asuntos ilegales, de lejos los saludó con una venia.
Eduardo se acomodó en la barra a degustar el néctar y la buena música.

La taurina estaba a reventar desde tempranas horas, sus luces y colores daban un aspecto carnavalesco, hombres y mujeres gritaban alborozados. Ahí se encontró con Manuel su gran amigo de colegio y Carlos su hermano.
Eduardo se entusiasmó por el buen ambiente y comenzó a cantar fuerte, tras el sonido de los altoparlantes.
Cuando sonaban los aretes que le faltan a la Luna irrumpió Yudy, su gran amor que departía muy cerca, con su hermano Omar y sus sobrinas Yaneth y Liliana que estaba de cumpleaños.

Él se quedó mirándola, le llamaron la atención sus cabellos largos y sus ojos claros, tímidamente trató de tocarla, pero ella instintivamente retrocedió, para volverse a él presurosa.
Eduardo se animó a bailar tomándola por la cintura fuertemente.
Desliza sus manos por toda su humanidad y su hechizo pelo, disfrutando cada instante de este encuentro inesperado y ahora se ubicaron en el centro de la pista, en un apretado baile sinigual.

Al término de la melodía, respiraban muy cerca, cara a cara, ella en un arrebato de pudor le dijo jadeantemente ¡no me beses! entonces como por instinto Eduardo la besó, sellando ahí este encuentro casual y definitivo.
Ella se retiró a su lugar, llevando los nervios de punta, abrumada y ansiosa.
De inmediato se armó la bronca, se formó una monumental trifulca a un lado de la pista, inesperadamente estuvo en peligro la vida de Eduardo,

Absurdamente recibió el ataque feroz de cuatro bandidos, a medias logra repelerlos con una botella que trata de romper contra el filo de la barra.
La oportuna intervención de los Echeverry evitaron su linchamiento, lo defendieron y con revolver en mano repelieron el ataque.
Después de la media noche Eduardo regresó a la casa en compañía de los Echeverry. El menor de ellos, el más sagaz en el manejo de armas que lo convierte en un peligroso atracador nocturno, ladrón de bancos, maleante obstinado, le dijo lacónicamente ¡Cuídate mucho, diablo!, no te metas en problemas, cuídate hasta de nosotros.
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En las penumbras estalló una carcajada. Hace presencia un fantasma envuelto en una sábana blanca que recorre la casa paterna en forma misteriosa. Eduardo se recogió en un rincón de la cama, pensando que se trataba de su hermano Fernando que había recaído en sus manifestaciones de excentricidad.
Estos versos generaron especial cariño
y despertaron su interés ante las relaciones amorosas
que Luis le planteó, en la flor de su juventud.
POR JOSE EDUARDO CELIS LOPEZ ![]() AMOR PLATÓNICO |
Cincuenta años en Bogotá
CINCUENTA AÑOS EN BOGOTA 1970-2020 EDUARDOCELIS
Cecilia y Luis llegaron sorpresivamente al Barrio San Antonio de Bogotá.
En la noche observan la lluvia de estrellas de la Urbe Capitalina.
Ven pasar los trolebuses por la Caracas con sobrecupo de pasajeros.

El frío penetró sus huesos y los obligó a entrar a Casabianca.
Allí encontraron su amor platónico.
Llovió toda la noche y Cecilia tosió insistentemente.
Ya todos estaban durmiendo.

Poco a poco fueron acomodándose al nuevo ambiente familiar. Ella tiene una apariencia sexagenaria y a Luis los años le pasan por encima.
Luis cuenta con cincuenta y cuatro años y Cecilia con cuarenta y seis, parece mayor.

Cecilia tiene sus ojos negros, su cabello corto ondulado, la mirada firme con la frente siempre en alto.

Luis tiene su voz fuerte, varonil y su sonrisa artística.
Escuchando el salpicar del agua se quedaron dormidos.
Por la mañana volvió a llover y cuando despertaron se alcanzaba a sentir la leve llovizna. Cecilia no está acostumbrada a este frío y Luis se encuentra aclimatado.
Los vidrios de las ventanas se oscurecieron y resbalaban gotas como de gruesas lágrimas.

De pronto ella se iluminó con un relámpago, mientras soñaba con sus seis hijos.

Todos eran de Pereira menos la menor que vino de Armenia, todo comenzó en Calarcá, recuerda ella.

Al medio día caminaron hacia la plaza de Bolívar. Cecilia va feliz.
Las calles mojadas dejan escapar vapor, al contacto del sol con el betún del asfalto.
En la Plaza vieron volar las palomas, moviendo el aire con sus alas mojadas.

Cae una pertinaz lluvia.

Cecilia cubre sus manos con las mangas del abrigo mientras
Luis la abraza suavemente.

Pisan el pavimento mojado, disfrutando el hielo Capitalino.
La Atenas Suramericana está fría y acogedora. Las calles están inundadas.
En el centro descubren una mole de edificios que se alinean formando una selva de cemento.

Suben a un restaurante, conversando sobre el taller de mecánica y el comportamiento de su hijo Fernando.

Durante el almuerzo dialogan animadamente.
Cecilia está tranquila y Luis muy animado. Ella levanta la frente, sonríe francamente y se alisa su pelo.
Luis asume una actitud alegre y levanta su copa dando un brindis. Ya hace cinco años que no compartían juntos, desde que Luis trasladó el taller de Calarcá, a la vieja calle sexta de Bogotá.
La vida les dio otra oportunidad.
Bajan por la escalera eléctrica y salen a la séptima, congestionada por la gente y el ruido.
Observan negocios de música, almacenes de ropa, cafés, librerías, Iglesias, museos y el mítico Cerro de Monserrate.
Ahí comienza una llovizna de nieve, que observan eufóricamente.
Lloviendo y haciendo sol, son las gracias del Señor, exclama ella.
En la tarde regresan a la casa por las mismas calles mojadas. A esa hora el sol les da por la espalda, un sol desfigurado por las nubes de los cerros orientales.
La gente Bogotana es culta y muy elegante, concluyó Cecilia.
Luis se recostó en la cama y duerme profundamente, mientras penetra un rayo de sol por la ventana de enfrente.
Cecilia comparte un café en compañía de Fernando. Respiran un aire tranquilo.
Sienten muy cerca el latir de corazones, perciben la presencia del amor.
Es muy rebelde, Cecilia lo conoce bien desde que era niño, pero nunca ha entendido la razón de su rebeldía.
Una tarde en Calarcá tiró la cama, las cobijas, las almohadas y el colchón al patio, recuerda Cecilia.
Fernando se rio y Cecilia lloró en silencio, hasta agotar sus lágrimas.
No pudo levantarse pues tenía una pierna inflamada.
Se encuentra aprisionado dentro de su propio cuerpo, dice ella.
Después de tomar el café guardaron silencio por un buen rato.
La llegada a Bogotá les ha regresado la ilusión de una nueva vida.
Fernando encuentra la punta de sus deseos, dice que quiere estudiar en lugar de trabajar.
Nadie puede ayudarlo, todos están en el rebusque, quieren salir adelante por sus propios medios.
Llegada la noche las luces en Casabianca se apagan, dejando ver las estrellas fugases recorriendo el firmamento Bogotano.
Solo se oye un aire tibio que entra del patio y el rezongar de un pajarillo, que hace nido encima del lavadero.
Al otro día Luis se levanta hablando fuerte, para que todos escuchen.
Aquí se acostumbra trabajar o estudiar o ambas cosas a la vez, gritó.
Fernando se quedó paralizado en la cama, pareciera que se muriera cada día una parte de su cuerpo.
Los demás se movilizan al oír la voz fuerte de Luis.
Luis es enérgico y autoritario, desde muy joven ha estado metido en el taller y nunca ha tenido vacaciones.
Fernando se quedó en la cama y estuvo haciendo planes alegres en su pensamiento.
Trabajar y estudiar es su objetivo.
Comenzó a llenarse de sueños y a darle vuelo a sus ilusiones.
Fue formando un mundo alrededor de la enseñanza que le inculcaron.
La vida es dura aquí, es difícil vivir, exclamó saltando de la cama y soltando una risotada.
Hay que saberla vivir, estamos en la Capital y está todo por hacer, dijo Cecilia para calmarlo.
Fernando la escuchó, salió al patio, sintió muy cerca ese amor platónico.

Levantó la cabeza y miró el cielo Bogotano que llovía estrellas.
Hubiera querido ver los cerros, pero allí no había árboles.
El viento arrastra las nubes y se oían murmullos de voces que salían de los techos.
Vagó por los alrededores de Casabianca, organizando sus ideas.
Fernando cerró los ojos y abrió en llanto, tenía reprimido un sentimiento de tristeza en su alma.
En la pequeña ventana del altillo, vio una sombra larga y descorrida hacia el techo que daba vueltas y se movía como la llama de una vela y se oían sollozos confundidos con la lluvia.
Recorrió con su vista todas las ventanas que estaban cerradas.
Observó de pronto que las cortinas se movieron suavemente.
Estaba triste, salía y entraba de su cuerpo, sintió frío y entró. Después se escuchó una serenata en Casabianca.

Aparece la guitarra de Alberto interpretando a unos ojos, cosas como tú, plazos traicioneros, mar y cielo.
Fernando salió y le dio la mano.
¡Con tu hermana no se puede! le dijo mientras se tomaba un aguardiente.
No se angustie más, lo tranquilizó mirándole a los ojos y sonrieron.
Fernando entró y Alberto sintió una paz interior.
Luis habló de Alberto y de la serenata, hizo reparos al noviazgo, Lucia y Cecilia no se molestan, se ven tranquilas, muy confidentes y la noche sigue en calma.
Fernando abrió los ojos y vio la luz de la mañana, queriendo entrar por la ventana.
Sonó que había dejado de existir, fue como una realidad.
Vio a Cecilia levantarse antes del amanecer, la ventana estaba entre abierta y entró suavemente.
Los días comienzan monótonos, todos se mueven sin afanes saboreando el café caliente.
Bogotá es muy grande, la gente es muy viva y hay que prepararse, dijo Cecilia a gritos porque los sentía sordos y dormidos.
Los que se duerman van a aguantar mucha hambre, hay que pensar para hablar, no mentir, trabajar y estudiar, argumentó ella con seguridad.
Ya va siendo hora de que te levantes de esa cama, le dijo a Fernando.
Déjame tranquilo contestó Fernando debajo de las cobijas, pareció dormir.
A esa hora ya había alguien en el lavadero. Quien tararea una canción con voz muy queda, resplandece el aire y el sol mueve las nubes a través de un cielo azul y detrás de él hay más canciones con esa voz que enamora.
Alberto no recuerda lo que había dicho Luis.
No recuerda nada por el efecto del aguardiente.
Muy temprano llegó a Casabianca, aclaraba el día y se iba la noche, vio como el día desbarata las sombras.
En ese instante se ve salir el sol Bogotano por detrás de los cerros orientales.
Fernando se levantó lentamente, está flaco y pálido, entró al baño, se lavó la cara y se reía, mirándose al espejo.

Luego, se le descolgó la cabeza y salió por la puerta que da al lavadero, sosteniéndose la cabeza con las manos.
Después sobrevino un sollozo, un llanto suave pero agudo, un movimiento brusco, haciendo retorcer nuevamente su cabeza encima de sus hombros.
De repente vio que el cielo se volvió plomizo oscuro, aún no aclarado por la luminosidad del sol Capitalino.
Fernando se enderezó y entró a la cocina.
Con él entró una luz tenue, no como si fuera a comenzar el día, sino como si estuviera llegando la noche.
Se sentó en un rincón y salió de su cuerpo. Alrededor del patio se perciben pasos que rondan la cocina, como gatos en la oscuridad.
Siente sus manos en el cuello las suaves manos del amor platónico, de pie en el umbral, delgada, de pelo corto que roza sus hombros, de cara pequeña, ojos claros, así la percibe.
Su cuerpo atravesado impedía ver la llegada del día, a través de su vestido, observa pedazos de cielo y debajo de sus pies destellos de luz.
Detalles tan pequeños que llaman la atención, sus ojos, sus sonrisas iluminan su rostro inmaculado.
Una luz que ilumina todo, como si el suelo debajo de ella estuviera desprendiendo rayos.
Fernando despertó, abrió sus ojos negros penetrantes que estaban llorando todavía, nadie lo entiende, nadie le cree, sentía un rencor vivo.

Cecilia está triste, se queda mirándolo y no puede resistir la escena.
Entonces ella se dio vuelta. Apagó la luz de la cocina, cerró la puerta y rompió en sollozos.
En un instante Cecilia recuerda todo lo que pasó en Calarcá. Pensaron que era un problema mental dijo Luis, ella no se atrevió a asegurarlo.
Cecilia sabe lo que han sufrido desde que todo comenzó.
Siguieron gemidos confundidos con la lluvia y el tictac de su gallinita que camina lentamente, como si se estuviera deteniendo el tiempo.
Siempre han dicho que está loco y no lo creo, más bien
debe estar muerto en vida, dijo Luis a gritos.
Se resolvió por el estudio, pero falló en su intento y se retrasó por siempre, dijo Cecilia.
Sólo ellos saben en realidad, lo que había pasado en Calarcá.

Al llegar al taller de mecánica sufrió un trauma mayor, un delirio de persecución que lo deprime.
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Fernando abrió de par en par la puerta, entró a la pieza afanado, se puso la camisa arrugada y encima se colgó un buzo con motas amarillentas que usaba desde su llegada a Bogotá.

El sol a esa hora es picante y cae sobre su integridad. Cortinas de nubes negras amenazan con caer. Al llegar frente al taller observa que Luis comienza a impartir órdenes.
¡Pobre gente!, se lamentó aferrándose fuertemente a uno de sus libros y sintió alivio al pensar que su destino ya está definido.
Hay pocas nubes en el cielo que está todavía azul y el aire sopla fuerte allá arriba, aunque aquí abajo hace mucho calor.
La madrugada fue apagando los malos recuerdos de Fernando. El mismo se oía el sonido de sus palabras, notaba la diferencia de este despertar.
Porque las palabras que había pronunciado hasta entonces, ya no las volvió a recordar ya no tienen ningún significado, no salen de su alma; se siente brillante; sin miedos, como se siente durante los sueños.
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De repente la tarde se volvió gris en San Antonio. El salón de clases estaba oscuro y frío.
El profesor subió las gafas a su frente, cerró sus ojos azules y sobándoselos con los puños cerrados comenzó el mensaje filosófico.
En la calle se respira un ambiente hostil.
El crimen que comenzaba a aglomerar a miles de curiosos, en el caño del río Fucha donde flota un cuerpo sin vida, como consecuencia del fraude en las urnas, los integrantes del movimiento guerrillero ajustician selectivamente a quienes ostentan el poder. Nunca había visto un muerto, dijo Eduardo observando como Cecilia dobla su espinazo sobre el lavadero.
No puede explicarse por qué toda la gente estaba alrededor y ninguno hacia nada por sacarlo.
El cadáver estaba boca arriba flotando en la superficie del agua, vestido de paño gris a rayas, camisa azul y corbata roja.

Violentamente asesinado, rígido, inmóvil, abotagado, con protuberancias en la frente, los labios pálidos, el rostro macilento, con muecas de sufrimiento.


La gente dice que le dictaron la pena capital tras consultas con el pueblo.

Es una guerra entre los del brazo armado de la izquierda y los de la extrema derecha.
Esta es la guerra política, dijo Cecilia que termina de colgar la ropa en las cuerdas del patio.
Se apropiaron de la espada de Bolívar y van a matar a todos los opositores, gritó Eduardo recogiendo el balde del suelo y tomando a Cecilia del brazo la condujo a la cocina, en donde degustan el arroz con frijoles.

Allí está Fernando, pálido, callado, al lado de Cecilia, son inseparables. Se necesitan, se quieren, la enfermedad es compartida, se fundieron en su pasado.

Sufren mucho y no saben por qué, talvez de tristeza.
Había oscurecido y Fernando prefiere ver a su madre viva no muerta como la había visto en su último sueño.

Cecilia también le sirvió arroz con frijoles. Suspira mucho y cada suspiro es como un sorbo de vida que se le va.
Y aunque no había niños jugando, ni palomas, sintió como si estuviera en Calarcá.

Fernando comparte solamente el silencio.
Porque su cabeza está llena de ruidos y de voces raras.
De voces extrañas y aquí, donde el aire es escaso, se oyen mejor.
Se quedan dentro de su ser.

Se acordó de lo que le había dicho su madre en Calarcá Allá me oirás mejor.

Estaré más cerca de ti y encontrarás más cercana la voz de mis recuerdos que es la de mi espíritu, si es que alguna vez mi espíritu ha contactado con el tuyo.

Mi madre no está muerta sino viva, afirmó Fernando.

José Eduardo Celis López
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CAPITULO II
AMORES CELESTIALES
Eduardo corre en el Parque Nacional, presuroso, un escalofrío recorre todo su cuerpo, cala sus huesos, da vueltas a la glorieta, mira por entre los árboles con ansiedad, busca por la orilla de la quebrada, hasta que no aguantó más y se desmoronó totalmente sobre uno de los asientos, con las piernas abiertas expuestas al sol.
Allí lo envío lázaro el amigo de Luis y su mejor cliente.
Nunca en su vida había tenido la experiencia de encontrarse con personas extrañas para hablar de negocios.
Ahí estaba un Señor Moreno, calvo, de rostro fresco quien le extendió la mano sonrientemente.
-¿Cuántos años tienes? Indagó.
Veinte años, voy a cumplir.
-¿Con quién vives?
Con mis padres y con mis hermanos.
-¿Que estudio tienes?
Soy bachiller, contestó Eduardo extendiendo el diploma.
El hombre revisó su contenido, se acomodó sus mancornas y el pisa corbata de oro y le dijo aquí está Ligia, con ella se va a entender de ahora en adelante.
Eduardo se impactó ante la presencia alegre y sonriente de la mujer.
Ella sacó de su bolso de cuero un paquete de cigarrillos y se llevó uno a su boca de rubí, dejando escapar un bucle al aire.
En la tarde, Fernando sintió que está aturdido por el sonido del compresor y salió del taller presuroso a buscar tranquilidad en Casabianca.
Al entrar se encontró con su amor platónico.
Atinó mirarle con ternura sus ojos negros y hechiceros, su frente amplia, su preciosa boca, su pelo suave que cae sobre la espalda hasta la cintura de muñeca.
Sintió de cerca su aire de gitana con espíritu llanero.

Se sentó en un rincón de la cocina a tomar tinto con Cecilia, salió temprano del taller le dijo ella dando una mirada juzgadora por encima de sus gafas y cerrando la puerta le indagó sobre lo que le había ocurrido con Luis en el taller.
Fernando le contó que estaba muy aburrido con el trabajo en el taller y que no soporta los ruidos.
¡tomémonos otro tinto! dijo Fernando, para eso tengo a mi mamá viva!, exclamó con alegría.
Fernando habló de sus años en Calarcá y recordó lo feliz que pasó con sus tías en Pereira, me gustaría regresar dijo con nostalgia.
Cecilia también recordó a su querida Pereira, se pusieron de pie, sintieron alegría en su corazón y sonrieron.
Entraron a la alcoba tomados de la mano, como si se olvidaran de sus tristezas, entre tinto y tinto, miradas, sonrisas y mensajes subliminales, se regocijaron en una tranquila tarde.
Al día siguiente Eduardo llegó temprano a la oficina de la Presidencia del Banco.
Se comprometió con la secretaria a traerle un paquete de bonos, para consignar en la cuenta bancaria. Aclarando que se debía entregar un porcentaje en efectivo.
De inmediato se iniciaron las diligencias y el intercambio de bonos por dinero en efectivo.

No estarás en el Banco solo para ganar dinero, le dijo Lázaro muy serio, sino para aprender la profesión y cuando ya sepas algo, entonces podrás ser gerente.
Por ahora eres sólo un aprendiz bancario; quizá mañana o pasado llegues a ser tú el jefe.
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En el segundo piso se encuentra la oficina de Eduardo, cerca de la gerencia, en donde coordina las operaciones.
Mientras tanto en Casabianca promediando la mañana Lucia se encuentra planchando y doblando ropa, de repente apareció Alberto quien la busca presurosamente.
Tan pronto se encuentran se funden en un abrazo y un beso, sin mediar palabras como nunca lo habían hecho.

Sellaron para siempre un amor infinito, por encima de cualquier consideración. Cecilia está feliz de ver a su hija feliz. Él era su luz y se convirtió en sombra y hecha sombra se marchó al olvido,
todo ese amor se quedó escondido en lo más recóndito de su alma.
En una decisión insólita, Luis estuvo de acuerdo con que se normalizaran las relaciones de Lucia con Alberto, Luis les manifestó que tomaran la decisión, sin necesidad de consultarle.
Eduardo comienza una etapa exitosa, a partir del momento que empezó a trabajar con el Banco, no le volvió a faltar dinero en sus bolsillos.
Después de hacer oficio todo el día Lucia le dijo a Alberto suavemente. Te espero en el patio de la casa, para que hablemos de lo nuestro.
Allá en la parte trasera de Casabianca frente al lavadero, se encontraron ante una realidad preparada para la ocasión.
¿Qué es lo nuestro? Preguntó Alberto, cautelosamente.
Nuestro matrimonio, contestó ella levantando la voz al tiempo que lo apretó fuertemente contra su pecho.

De inmediato Alberto sacó de su chaqueta de cuero un fino estuche y colocó delicadamente una argolla de oro en uno de sus dedos y otra en uno de los suyos.
¡Salud! Dijo levantando la copa de champaña. ¡Salud! contestó Lucia.
Él era una luz y se convirtió en su sombra, una sombra que aún hoy la persigue.
Llovió toda la siguiente semana y en medio de la lluvia nacieron amores imposibles y murieron amores posibles.
Una mañana de esas premonitoria en el Restrepo amarteladamente en la terraza se estrechan dos pardillos asustadizos.
Los flirteos alcanzaron a advertir la atención de los intrusos.
Cerca de la cocina lograron un galanteo trivial y al notar su presencia, bajaron el tono de su amorío.
A través de la ventana de la cocina se escucha la voz de Cecilia conversando con Fernando quejándose de la imprudencia e insensatez de Luis. Ella le dice que ya es hora de irse acostumbrando.
Cecilia lo conduce al comedor debajo del cobertizo y con fascinación contemplan una cesta que contiene un ramillete de radiantes flores y azucenas de diferentes colores, brillantes, con tallos altos y verdes hojas.
Espectacular momento de satisfacción que les produce un entusiasmo profundo y los une en un espontáneo abrazo.
El suceso de esta mañana ha quedado plasmado en la base de la maceta que contiene el adorno floral.
Descubren una etiqueta con el membrete y rubrica propios de Amanda, que se adelanta de esta forma en la conmemoración del día de la madre, próxima a celebrarse.
Cecilia elogia el afecto de Amanda con este hecho trascendental. ¡Nunca me habían regalado flores! exclamó dichosa y feliz.
Como ocurría siempre, Cecilia mira el cuadro de las ánimas benditas y agradece en voz alta por los favores recibidos.
En el día de hoy era mucho lo que tenía que agradecer.
Seguidamente como por impulso Eduardo sacó de su dedo una argolla de oro que le perturba y la colocó delicadamente en el anular de Cecilia,
para sepultar la propuesta que tanto le atormenta.
Sabía que a Cecilia le gustan las joyas
y se fue al empotrado armario gritando soy libre no quiero casarme.
Esperaron a que terminara el rosario para que Cecilia sirviera la comida. A nadie más esperaban a esa hora de la noche.
Como siempre Fernando comía muy rápido casi sin masticar y al tiempo que manducaba los alimentos soltaba cortantes risas nerviosas.
Este era un momento sosegado y apacible para compartir una bandeja paisa, oyendo a Cecilia recontar historias de su natal Pereira y en su largo peregrinaje por Calarcá.
Escampó después de las nueve de la noche. Todo está tranquilo en el Restrepo, Cecilia se esmera por atender a Fernando para evitar alteraciones de su personalidad.
Eduardo volvió a su cuarto y empinándose observa a través de la ventana el accionar retraído de la avecilla que inocente respinga en busca de calor paterno.
Aún no se percata de las consecuencias fatales que le esperan por el inminente destino.
La avecilla voló sin rumbo conocido dejando su nido abandonado.
Cecilia asegura que ya se aclimató al frio Bogotano, dice que en los últimos años han cambiado muchas cosas, Lucia es madre de dos niñas, Amanda funge como enfermera, Diego se encarga del taller y Ferney adelanta su vocación de jurisconsulto. Dice que ninguno se ha acostado con hambre, todos gozan de los beneficios de manutención de Luis.
No importan las necesidades básicas, lo que en realidad los une es la tolerancia por los procederes de los demás.
Es la misma historia de siempre, comentó Eduardo.
Si, pero Luis produce para todos sin que hasta el momento alguien se atreva a coger las riendas de esta casa, replicó Cecilia quien esconde sus piernas debajo de la mesa.
Automáticamente Eduardo recoge del mesón dos recibos de servicios para hacerse cargo de su pago.
Esta es la primera muestra del compromiso que en adelante asumirá con su familia.
Antes que Cecilia se esconda en la inmensidad de Dios, detrás de su Divina Providencia, donde ya no pueda alcanzarla ni verla y adonde no pueda volver a escuchar sus palabras, balbuceo Eduardo.
CAMPEON
BIC
A través de la ventana penetran los aires armónicos de aquella hermosa avecilla de fino pico y pequeños ojos verdes que retoza encima del lavadero, ávida de afecto, galanteando abiertamente como si no advirtiera su destino infame.
En la terraza Fernando hace muecas como si se le desprendiera la cabeza. Fernando sufre de un movimiento sintomático producido por la contracción de los músculos del cuello. Y se encontró de pronto solo en la casa vacía.
La ventana de la casa abierta al cielo le permitió ir y venir de nuevo libremente como un espíritu.

Los huesos de su cara están forrados por un pellejo curtido por sus treinta años de existencia, de los cuales los últimos diez han sido marcados por una rara incapacitante y dura enfermedad.
No se supo nunca el verdadero origen de su enfermedad que lo tiene prácticamente enajenado.

Cecilia recuerda con perspicuidad el ataque de paranoia que tuvo esa mañana en Calarcá, dejando todo al sol y al agua, luego de patearlo con tosquedad y en la noche llegó calmado, como si no hubiera pasado nada armó de nuevo su aposento, comió y se acostó sosegado.
El viernes Eduardo llegó a la taurina, esa noche estaba alborotada por las fiestas decembrinas, en un rincón se encuentran los Echeverry, famosos por sus intervenciones en asuntos ilegales, de lejos los saludó con una venia.
Eduardo se acomodó en la barra a degustar el néctar y la buena música.
La taurina estaba a reventar desde tempranas horas, sus luces y colores daban un aspecto carnavalesco, hombres y mujeres gritaban alborozados. Ahí se encontró con Manuel su gran amigo de colegio y Carlos su hermano.
Eduardo se entusiasmó por el buen ambiente y comenzó a cantar fuerte, tras el sonido de los altoparlantes.
Cuando sonaban los aretes que le faltan a
Él se quedó mirándola, le llamaron la atención sus cabellos largos y sus ojos claros, tímidamente trató de tocarla, pero ella instintivamente retrocedió, para volverse a él presurosa.
Eduardo se animó a bailar tomándola por la cintura fuertemente.
Desliza sus manos por toda su humanidad y su hechizo pelo, disfrutando cada instante de este encuentro inesperado y ahora se ubicaron en el centro de la pista, en un apretado baile sinigual.
Al término de la melodía, respiraban muy cerca, cara a cara, ella en un arrebato de pudor le dijo jadeantemente ¡no me beses! entonces como por instinto Eduardo la besó, sellando ahí este encuentro casual y definitivo.
Ella se retiró a su lugar, llevando los nervios de punta, abrumada y ansiosa.
De inmediato se armó la bronca, se formó una monumental trifulca a un lado de la pista, inesperadamente estuvo en peligro la vida de Eduardo,
Absurdamente recibió el ataque feroz de cuatro bandidos, a medias logra repelerlos con una botella que trata de romper contra el filo de la barra.
La oportuna intervención de los Echeverry evitaron su linchamiento, lo defendieron y con revolver en mano repelieron el ataque.
Después de la media noche Eduardo regresó a la casa en compañía de los Echeverry. El menor de ellos, el más sagaz en el manejo de armas que lo convierte en un peligroso atracador nocturno, ladrón de bancos, maleante obstinado, le dijo lacónicamente ¡Cuídate mucho, diablo!, no te metas en problemas, cuídate hasta de nosotros.
En las penumbras estalló una carcajada. Hace presencia un fantasma envuelto en una sábana blanca que recorre la casa paterna en forma misteriosa. Eduardo se recogió en un rincón de la cama, pensando que se trataba de su hermano Fernando que había recaído en sus manifestaciones de excentricidad.
No es nada malo dijo Cecilia con voz calmada, no tengas miedo, deje la luz prendida para que no tenga más ofuscaciones.
Entonces Eduardo dejó la luz del cuarto prendida, sin duda su estado de intoxicación etílica le había jugado una mala pasada.

¡Téngale miedo a los vivos! gritó Luis.
Fernando se quedó quieto debajo de la escalera, sus ojos brillaban y su rostro dibujaba una sonrisa.
No se preocupe, dijo Fernando que observaba la escena de lejos, lo cierto es que un amigo vino a despedirse, cuando alguien muere, su espíritu sale del cuerpo y hace un recorrido, acotó gesticulando.

Eduardo lo miró perplejo, tenía la idea que el fantasma era su hermano, su mirada inalterable le producía espanto.
Eduardo se durmió y Cecilia apagó la luz. El espíritu perturbador termina su recorrido y la noche pasó volando.
Al otro día Cecilia está aseando la terraza y observa como una avecilla se asoma por encima del muro del lavadero, sonríe y guarda silencio. La observa a cada instante parece que le incomodara con su canto. La mañana se torna lluviosa y plomiza.

Por más que estuvieron muy cerca la una de la otra no fue posible que se tocaran sus corazones.
¡Qué haces! dijo Yudy en la mañana, al ver que Eduardo la seguía.
Era el primer día del noviazgo y
Yudy salió con sus dos sobrinas y las acompañó hasta la escuela, era muy temprano.

Yudy hace este recorrido con sus sobrinas todos los días, como también Eduardo estaba dispuesto a hacerlo mil veces y así se fueron conversando por la Caracas. hasta dejarlas en el salón de clases.
Entraron al planetario a tomar un café y se comprometieron totalmente.
Cuantas veces quise estar compartiendo mi vida con una persona tan bella, le dijo Eduardo.

Luego Judy quedó en la casa con Flor y Eduardo se introduce en un trolebus para llegar temprano a su trabajo en el Banco.
Pensando que ha encontrado la mujer ideal. la que más lo quiere después de su mamá.
En ese momento a Eduardo se le ocurrió pensar que ahora si estaba enamorado y que quería casarse con Yudy.

Pensó comprar las argollas de matrimonio, aun no tenía nada preparado, era muy prematuro pensarlo y hasta hace muy poco dijo que no se quería casar y que tenía toda la vida por delante.
Al otro día apareció Yudy en su casa y le dijo que no se preocupara por el matrimonio, que pensaba irse para donde su tía en Honda.
Se entregó totalmente a luchar por su amor, mil veces repitió que se casarían y muy pronto y le dio la posibilidad de ir a Honda, manteniendo su trabajo en el Banco.

Eduardo soñó con tener hijos una niña y un niño que le dijeran ¡papito papito¡ y adelanta con Alberto la confección del vestido de novia con una cola larga, blanca y radiante.
En el mes de abril fueron a Honda con toda la familia.
Yudy le confesó que también quería tener hijos suyos.
Disfrutaron animadamente en Honda que tiene un calor y un ambiente que amaña.

Después se casó con Yudy y fueron felices y tuvieron dos hijos en una luna de miel inolvidable.
Yudy es la mejor de todas, la mas completa para todo, muy juiciosa y les entregó toda su juventud hasta nuestros días es ella blanca, radiante, de cara preciosa de ojos claros y con diecinueve años.
Cuando se hicieron novios primero pasaron dos años, después se casaron por la iglesia católica.
El matrimonio le vino muy bien a Eduardo, se consolidó en el Banco, y disfruta todo instante, le gusta más que levantarse tarde.

La vida en pareja les llegó como anillo al dedo la pasan muy bien, bailan, se divierten y les gusta vivir independientemente, sin tener que recurrir a la familia.
Yudy es sensacional cada día se quieren más, más y más, es una aventura muy emocionante, juraban amor toda la semana, Eduardo le dice te quiero, te quiero, te quiero.
Muchas veces van a la pizzería y le llevan pizza a los dos hijos. Les encanta tomarse fotos en familia con los niños.
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Van construyendo un nido de amor, comparten un amor que nunca muere.
CAMPEON

EN EL BIC

Una juventud exitosa
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BOGOTA MITICA
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GOLEADOR
En el Restrepo el sol entró a la casa sin abrir la ventana, en la pajarera ya se escucha el canturreo de la avecilla que tanto ha alegrado el ambiente, su música puede más que la tozudez de sus contrincantes, es el símbolo de amor puro, tierno y seductivo que profesa.

Es una llama que nadie puede apagar.


CAPITULO III
AMOR ETERNO

CINCUENTA AÑOS EN BOGOTA 1970-2020 EDUARDOCELIS

Cecilia le dijo a Amanda que se iba a bañar y le pidió un jabón perfumado, Amanda se fue a tráeselo y cuando volvió ya estaba en el baño.

Ya no respondía, ¿Está usted viva? Preguntó Amanda angustiada ¡Dígame, por favor está viva o no se está bañando, voy a abrir la puerta!
Amanda abrió la puerta y se encontró de pronto sola en ese baño vacío.
Las ventanas estaban abiertas y del cielo llovían bolas de luz, de luz intensa y brillante. Solamente vio que se asomaron las manos descarapeladas que mostraban sus anillos de oro.
Cecilia, Cecilia, Cecilia! Cecilia!
contestó el eco.
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Porque tiene un solo ojo le preguntó. Es que la luz es muy fuerte y no alcanzo a ver bien desde aquí.
Inmediatamente Amanda llamó a Eduardo para contarle lo sucedido.
Eduardo se asomó por la ventana y la vio ahí, brillante como el sol, moviéndose, con las manos descubiertas y sin las joyas.

Ferney las tiene dijo Amanda.
Luis se apuró a salir sin desayunar evitando terciar en los hechos ocurridos, trató de levantar la batería del carro y se reventó un resorte. Regresó a la casa dejó la batería en el suelo y volvió a salir silenciosamente a donde lázaro para cobrar un dinero que le adeuda.
Por qué lloras mamá, preguntó Fernando, pues reconoció el rostro de su madre.

No quiero que tu padre se muera antes que yo, le dijo Cecilia, pues al verlo salir cree que no volverá.
Y luego, como si se le hubieran saltado todos los resortes, se dio vuelta sobre sí misma una y otra vez, hasta que las manos de Luis la abrazaron y le dijo: tranquila aquí estaremos los dos siempre.
Luis llamó a Pablo, a Luis a Diego, pero ninguno contesta.

Todo lo que comía lo devolvía, ese día se pasó de cama en cama y por último llamó a Eduardo para decirle, Eduardito que puedo hacer yo y Eduardo le preguntó que quiere Papá y lacónicamente contestó: ¡morirme!
De ahí en adelante Eduardo estuvo a su lado cada instante junto con Alberto y Ferney en este suceso inesperado.
Amanda también decidió estar en la casa y recuerda muchas cosas que pasaron en la familia.
Cecilia dice que se apagó su luz.
La mañana llega lluviosa, plomiza, sinembargo aun se ve el reflejo de la Luna, Luis era su amigo desde su infancia y departieron cincuenta años.

Pobre de ella se siente abandonada. Se hicieron la promesa de morir juntos. De irse los dos para darse ánimo uno al otro en el último viaje, por si se necesitaran, por si acaso encontraran alguna dificultad. Eran muy amigos.
Alberto dice que lo quería mucho porque Luis le dio su confianza y se le llenaron los ojos de agua, Alberto salió y se fue.
Los demás se quedaron a su alrededor porque aún se sentía su presencia.

Así transcurre el más alarmante día de la partida de Luis y la agonía de Cecilia,
Oyeron que alguien se queja y se da cabezazos contra la puerta. Y allí estaba Luis. ¿Qué es lo que le pasa? Le preguntaron de adentro, Busco a mi papá, contestó, me dijeron que está aquí.
Ya se marchó y no está aquí, un silencio profundo sigue después, Luis también salió y se fue.
¡Cecilia no puede entender porque Luis se fue! son las cosas de Dios dijo.

Fernando salía y entraba, miró a través de la ventana y se siente como encerrado en ese patio a cielo abierto y rodeado de perros rabiosos que lo acosan.
Como que se le va la voz. Como que se le pierde el sentido. Como que se ahoga con un taco en la garganta.
Ya nadie lo quiere. Ya no sabe si es un sueño o es la realidad.
Metió la mano por un orificio de la ventana y alcanzó a coger una manzana, la mordió y sintió que estaba en descomposición, no había nadie allí.

Fernando se quedó mirando a una mujer de cabellos rizados y caderas protuberantes que entraba y salía.
No tenía agua, no había luz ni gas es como un destierro. No siente el pelo, no encuentra la cara y sus manos están más arriba de los hombros.

Sin embargo, era muy consiente que se iría para siempre,
Fernando se puso a orar llamando a Cecilia fuertemente, a Luis, a Diego.
Hubo un tiempo en el que estuvo oyendo durante muchas noches el rumor de la voz de su mamá.

Le llegaban los ruidos de su voz hasta la media noche.
Se acercaba a la ventana para ver si había alguien, pero estaba oscuro.
Nada. Nadie. Las piezas estaban solas como ahora.
Luego dejó de oír la voz. Y se cansó y se quedó dormido.
En sueños seguía oyendo voces como ecos. Con espanto oía el aullido de los perros.

Fernando no se pudo despedir de nadie, pues todos lo habían abandonado.
En la madrugada se fueron apagando sus recuerdos.
ya no oía el sonido de sus palabras.

En un arrebato de fe dijo: ¡todo está consumado! al medio día salió y se fue,
Cecilia está ahí con él. Ella lo reconoció y andaban juntos.
En la tarde, Cecilia está en Soacha ilusionada con ver a sus hijos. Cecilia y Fernando siempre están juntos.

Eduardo se encontró con Diego y se cruzaron la mirada fijamente, Diego sonrió se escondió en su pieza, estaba bien vestido, listo para irse.
Durante el desayuno tomó su chocolate como todas las mañanas, se sentía inquieto y preguntó ¿oye
quién está cumpliendo años hoy?
Cecilia contestó Eduardo.
Entonces se detuvo en su pieza y decidió quedarse en la casa, colocó la cabeza sobre la almohada, subió una pierna sobre la cama y salió y se fue.
Él se comportaba como un niño dijo Eduardo, un niño con 76 años encima contestó la Doctora.

Si, él vivía sin afanes, se reía solo, no se quejaba de nada acotó Eduardo.
No quise molestarle dijo la Doctora. A pesar de todo, era como un niño. Está bien, lo siento.
Al subir las escaleras vio a Lucia y Alberto almorzando con sus tres hijos y sus dos nietos. Ella nunca lo mandó al olvido y aún hoy sus labios lo nombran.
Al rato Luis entró nuevamente y dijo que se le había reventado un resorte.
Su último viaje a la oficina de Lázaro lo había dejado exhausto.

Nadie le creía porque parecía que no hablaba en serio y así pasaron varios días sin que se le prestara la atención requerida.
Estaba encerrado en la casa, acorralado,
desahuciado y ninguno podía ayudarlo, eran como las cuatro de la tarde y Luis salió y se fue.
Diego llegó a Matatigres para hacerse cargo del taller de mecánica porque le dijeron que su padre, estaba muy enfermo.

Cecilia le dijo, no dejes abandonado a Luis en estos momentos tan difíciles.
Estoy segura de que lo está necesitando con urgencia, hace días que no viene a la casa y se encuentra solo encerrado, muriéndose en ese taller.
Entonces Diego así lo hizo.
Y de tanto decírselo se quedó trabajando al lado de Luis y Pablo.

No le vaya a cobrar por la ayuda, hágalo de corazón.
Exígele que vuelva a la casa, aquí lo cuidaremos mejor.
Que se olvide de rencores, hijo dígale que vuelva.
Así lo haré, mamá. Contestó Diego inmediatamente.
Pero no pensaba cumplir su promesa por mucho tiempo debido a que había tenido varios altercados con Luis.
Hasta que ahora le tocó volver por obligación y de este modo se esforzó por trabajar nuevamente en el taller a pedido de su madre.

Por eso vine a Matatigres para atender los negocios de mi papá, se expresó Diego ante sus hermanos.
Era ese tiempo de la bonanza cuando a Diego lo llamaban de muchos talleres para realizar su trabajo de latonero.
El trabajo en noviembre y diciembre abundaba y en enero y febrero se escaseaba.
Diego trabajaba dos meses y descansaba hasta que se le acababa el dinero.

Pero el que trabaja bien se lo pelean los dueños de los talleres.
Y Diego prefería trabajar en otros talleres porque le pagaban completo el jornal en cambio al lado de Luis estaba triste porque no se veía el pago todos los fines de semana.
Eso es lo que no entiende mi mamá; decía Diego con nostalgia, entre resignación y suspiros. Siempre fue así se volaba del taller con otros patrones y el retorno era porque le daba pesar con su padre.
Pero jamás volvió con alegría siempre traía los ojos llenos de tristeza de tener que volver obligado.

Hoy es diferente porque vengo con los ojos de mi mamá quien me los dio para ver la necesidad por la que pasa mi papá y no por el dinero.
Hay allí mucho trabajo comenzado dice Luis y le recomienda que trabaje duro con sus hermanos para llevar comida a la casa.
La voz de Luis no era tan fuerte, era más bien suave, casi apagada, como si hablara consigo mismo.
¿Y por qué volvió usted a Matatigres, si se puede saber? preguntó Pablo. Vengo a ayudarle a mi papá contestó. ¡Ah! Eso dice siempre pero a los pocos días se vuelve a ir, no eres constante, dijo él.

Y siguieron trabajando en silencio, vamos cuesta abajo, como dice el tango dijo Luis, que tiene los ojos hinchados por lo pesado del sueño.
¿Y cómo sigue su padre?
preguntó Lázaro preocupado por la ausencia de Luis.
Ya está mejor don Lázaro, pero no quiere salir de esa pieza.
Déjelo tranquilo menos mal que tiene a su hijo mayor atendiendo el taller.

Yo también soy hijo de Luis dijo Pablo y también estoy ayudándolo. Todos somos sus hijos dijo Luis, pero de distinta madre, por lo menos él me llevó a bautizar dijo Pablo.
Con usted debe haber pasado lo mismo?
No me acuerdo, pero creo que si contestó Luis.
¡Váyanse al carajo! Gritó Diego, no confundan a don Lázaro.
¿Qué dice usted? Preguntó don Lázaro. Que ya le estamos terminando su carro para entregárselo.

Sí, ya lo veo. Gracias Diego.
En Talleres Santacruz de Matatigres el patrón Luis Celis se enfermó y sus hijos lo reemplazan dijo don Lázaro.
En Soacha los niños juegan y aturden con sus gritos. Cecilia se distrae con el vuelo de las palomas conversando con Diego y Eduardo y disfrutando un cielo azul del atardecer.
Ahora estaban aquí, en este pueblo sin ruidos.
Oyendo caer las pisadas sobre las piedras redondas con que estaban empedradas las calles.

Algunas casas están vacías con las puertas cerradas invadidas de yerba.
Al cruzar una bocacalle vieron a Fernando fumando un cigarrillo y se desapareció como si no existiera.
Después volvieron a verlo de frente y lo siguieron con la mirada.
Diego le llamó muy fuerte:
Fernando miró y sonrió
¿Es que no sabe dónde vive? Allá está la casa junto al centro de salud. Fernando se fue en silencio y Cecilia lo guiaba.

Su voz estaba desafinada, su boca como seca y la cabeza muy desprendida de los hombros, sus ojos clavados en la tierra.
Fernando ha sufrido mucho, siempre lo he visto enfermo, dijo Diego.
Volvieron a la casa, aunque los niños seguían jugando, Cecilia la sintió muy fría.
Ni las palomas, ni el cielo azul, la pudo consolar, sentía una agonía en todo su ser.

Cae la noche y se escucha solamente el silencio, aún no esta acostumbrada a quedarse sola, su cabeza sufre de calores.
No entiende porque está viviendo en un pueblo tan solitario, conversando con alguien que no existe.
Llegó la hora de despedirse
Diego va para Matatigres.
Eduardo va más allá, donde se ven los cerros orientales.
Allá tiene su casa. Si usted se quiere venir a vivir conmigo, será bienvenido, le dijo a Diego.

Diego le agradeció diciendo ¿Dónde más podré encontrar alojamiento seguro? Solamente en su casa y donde Lázaro si es que todavía vive. Dígale que va de mi parte se escuchó una fuerte voz y una carcajada.
¿Y cómo se llama usted?
—Luis su papá —contestó. Lo alcanzó a ver y le dijo
soy su hijo.
Parece que nos hubiéramos puesto cita.
Parece que se hubieran estado esperando, porque se abrazaron y de inmediato se metieron por unos cuartos oscuros y desolados.
Iban caminando a través de un angosto cuarto que no tenía puertas, solamente aquella por donde entraron. Diego encendió una vela y lo vio vacío.

Aquí no hay dónde acostarse dijo. No se preocupe por eso mijo, contestó Luis sonriendo.
Estoy cansado dijo Diego.
Vamos a tomar un tinto y algo de comer, después organizamos lo de la dormida, contestó Luis.
En la enramada el agua gotea hacia la arena del patio. Diego organiza la herramienta mientras Luis y Pablo daban vueltas y rebotes tratando de abrir las puertas de un carro. Ya se había ido la tormenta y de vez en cuando cae la brisa sobre el taller de Celis e hijos.

Las palomas van al patio, picoteando las lombrices desenterradas.
Cecilia apareció en medio de un sol de colores que jugaba con el aire de la mañana. Fernando sintió sus manos suaves que le acarician su cara, mijo he orado mucho por ti.
El aire levanta sus vestidos de seda y los hace reír. Se juntaron en un fuerte abrazo con la mirada fija en sus ojos. Mientras un rio de agua viva corre entre sus dedos.

Sus cabellos vuelan al viento, como si hubieran sido levantados por las alas de un pajarillo.
Y desde arriba, como el pajarillo caen haciendo maromas y acrobacias, sobre el verdor de la tierra.
Cecilia tiene sus labios rojos como si hubiera besado el pétalo de una flor.
Fernando tiene su rostro fresco como el de un muchacho.
Mi mamá está viva gritó. Ya me estoy acostumbrando a verla tan radiante, como una luz.

Siempre he estado cerca de ti le dijo mirándolo con sus ojos negros, enmarcados por frondosas cejas. Fernando alzó la vista y miró a su madre con ternura.
¿Sabes que estoy pensando? Que vamos a estar aquí juntos por mucho tiempo, mucho tiempo.
Vamos a tomar tinto.
—Ya voy, mamá. Ya voy.
Ahí estaba Diego con Eduardo y Mauricio, oyéndolos conversar, aunque ellos no los veían, se quedaron callados, para no molestarlos.

¿Dónde te habías metido? Dijo Cecilia cuando sintió la presencia de Diego le dijo:
Te estábamos buscando.
Estaba en el otro patio contestó Diego, donde no hay perros rabiosos.
¿Y con quién? ¿trabajando?
No, mamá, con el pastor estaba orando. Cecilia miró a Eduardo y a Mauricio, con sus ojos negros bien abiertos.
amores

EN EL BIC

Una juventud exitosa

Campeon y goleador BIC 1994
¿Y les habló muy duro como si estuvieran a kilómetros de distancia, encima de las nubes, en el más allá, vamos a rezar el rosario? Estamos en el novenario de Luis. Claro que si contestaron ellos.
Allí está Lucia en el umbral de la puerta, con una vela en la mano, lista para rezar el rosario. Me siento triste, dijo. Entonces se dio vuelta y colocó la vela en el candelero.

Cerró la puerta comenzó a orar mientras caía la lluvia. El reloj marca las siete en Soacha.
Cecilia recordó que Luis fue un buen hombre, muy cumplido y le perdonó todos sus errores. Era quien nos alcahueteaba todo en Pereira dijo y lo siguió haciendo todavía después que se vino para Bogotá dijo Diego.

Me acuerdo del desventurado día que sucedió el accidente automovilístico de Lucia dijo Cecilia. Todos nos conmovimos porque todos la queremos. Pero Luis casi se enloquece era la luz de sus ojos.
En diciembre nos llevaba regalos a Calarcá, recordó Eduardo.
Y nos contaba historias de las cosas que sucedían en Bogotá, dijo Amanda.

Era un gran conversador incansable, dijo Diego, mi papá era un personaje en Matatigres.
Después que se le reventó el resorte dejó de hablar. Decía que ya no tenía sentido decir cosas que no servían para nada. A las comidas ya no les encontraba ningún sabor. Desde entonces enmudeció, pero, eso sí, no se le acabó la costumbre de gritar a la gente.
Al final Luis pensó que debía estar muerto, seguramente.
Bueno, ya no me preocupa porque los hijos están grandes, dijo.
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Se puso a mirar a Cecilia que la tenía al frente y pensó que debió haber pasado momentos difíciles, pero aguantó los cincuenta años conmigo, concluyó.
Eran casi las cuatro en Soacha y todo estaba en silencio.

Cecilia se quedó mirándolo y pensó que ya habían pasado Cincuenta años y no pudieron vivir como querían sino como podían, la vida en Bogotá es difícil para todos concluyó y no puede creer que Luis se muera primero.
Luis María Celis Rey
Cecilia López de Celis
Diego Celis López
Ferney Celis López
Lucia Celis López
Luis Fernando Celis López
José Eduardo Celis López
Amanda Celis López
Conversando con Eduardocelis
Volumen II año 2021
No se preocupe, dijo Fernando que observaba la escena de lejos, lo cierto es que un amigo vino a despedirse, cuando alguien muere, su espíritu sale del cuerpo y hace un recorrido, acotó gesticulando.
Eduardo lo miró perplejo, tenía la idea que el fantasma era su hermano, su mirada inalterable le producía espanto.
Eduardo se durmió y Cecilia apagó la luz. El espíritu perturbador termina su recorrido y la noche pasó volando.
Al otro día Cecilia está aseando la terraza y observa como una avecilla se asoma por encima del muro del lavadero, sonríe y guarda silencio. La observa a cada instante parece que le incomodara con su canto. La mañana se torna lluviosa y plomiza.
Por más que estuvieron muy cerca la una de la otra no fue posible que se tocaran sus corazones. ¡Qué haces! dijo Yudy en la mañana, al ver que Eduardo la seguía. |
Era el primer día del noviazgo y
Yudy salió con sus dos sobrinas y las acompañó hasta la escuela, era muy temprano.
Yudy hace este recorrido con sus sobrinas todos los días, como también Eduardo estaba dispuesto a hacerlo mil veces y así se fueron conversando por la Caracas. hasta dejarlas en el salón de clases.
Entraron al planetario a tomar un café y se comprometieron totalmente.
Cuantas veces quise estar compartiendo mi vida con una persona tan bella, le dijo Eduardo.
Luego Judy quedó en la casa con Flor y Eduardo se introduce en un trolebus para llegar temprano a su trabajo en el Banco.
Pensando que ha encontrado la mujer ideal. la que más lo quiere después de su mamá.
En ese momento a Eduardo se le ocurrió pensar que ahora si estaba enamorado y que quería casarse con Yudy.
Pensó comprar las argollas de matrimonio, aun no tenía nada preparado, era muy prematuro pensarlo y hasta hace muy poco dijo que no se quería casar y que tenía toda la vida por delante.
Al otro día apareció Yudy en su casa y le dijo que no se preocupara por el matrimonio, que pensaba irse para donde su tía en Honda.
Se entregó totalmente a luchar por su amor, mil veces repitió que se casarían y muy pronto y le dio la posibilidad de ir a Honda, manteniendo su trabajo en el Banco.
Eduardo soñó con tener hijos una niña y un niño que le dijeran ¡papito papito¡ y adelanta con Alberto la confección del vestido de novia con una cola larga, blanca y radiante.
En el mes de abril fueron a Honda con toda la familia.
Yudy le confesó que también quería tener hijos suyos.
Disfrutaron animadamente en Honda que tiene un calor y un ambiente que amaña.
Después se casó con Yudy y fueron felices y tuvieron dos hijos en una luna de miel inolvidable.

Yudy es la mejor de todas, la mas completa para todo, muy juiciosa y les entregó toda su juventud hasta nuestros días es ella blanca, radiante, de cara preciosa de ojos claros y con diecinueve años.
Cuando se hicieron novios primero pasaron dos años, después se casaron por la iglesia católica.
El matrimonio le vino muy bien a Eduardo, se consolidó en el Banco, y disfruta todo instante, le gusta más que levantarse tarde.
La vida en pareja les llegó como anillo al dedo la pasan muy bien, bailan, se divierten y les gusta vivir independientemente, sin tener que recurrir a la familia.
Yudy es sensacional cada día se quieren más, más y más, es una aventura muy emocionante, juraban amor toda la semana, Eduardo le dice te quiero, te quiero, te quiero.
Muchas veces van a la pizzería y le llevan pizza a los dos hijos. Les encanta tomarse fotos en familia con los niños.
Van construyendo un nido de amor, comparten un amor que nunca muere.
CAMPEON
EN EL BIC

Una juventud exitosa
BOGOTA MITICA
GOLEADOR
En el Restrepo el sol entró a la casa sin abrir la ventana, en la pajarera ya se escucha el canturreo de la avecilla que tanto ha alegrado el ambiente, su música puede más que la tozudez de sus contrincantes, es el símbolo de amor puro, tierno y seductivo que profesa.
Es una llama que nadie puede apagar.
|
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CAPITULO III
AMOR ETERNO |
CINCUENTA AÑOS EN BOGOTA 1970-2020 EDUARDOCELIS
Cecilia le dijo a Amanda que se iba a bañar y le pidió un jabón perfumado, Amanda se fue a tráeselo y cuando volvió ya estaba en el baño.
Ya no respondía, ¿Está usted viva? Preguntó Amanda angustiada ¡Dígame, por favor está viva o no se está bañando, voy a abrir la puerta!
Amanda abrió la puerta y se encontró de pronto sola en ese baño vacío.
Las ventanas estaban abiertas y del cielo llovían bolas de luz, de luz intensa y brillante. Solamente vio que se asomaron las manos descarapeladas que mostraban sus anillos de oro.
Cecilia, Cecilia, Cecilia! Cecilia!
contestó el eco.
ligia
Porque tiene un solo ojo le preguntó. Es que la luz es muy fuerte y no alcanzo a ver bien desde aquí.
Inmediatamente Amanda llamó a Eduardo para contarle lo sucedido.
Eduardo se asomó por la ventana y la vio ahí, brillante como el sol, moviéndose, con las manos descubiertas y sin las joyas.
Ferney las tiene dijo Amanda.

Luis se apuró a salir sin desayunar evitando terciar en los hechos ocurridos, trató de levantar la batería del carro y se reventó un resorte. Regresó a la casa dejó la batería en el suelo y volvió a salir silenciosamente a donde lázaro para cobrar un dinero que le adeuda.
Por qué lloras mamá, preguntó Fernando, pues reconoció el rostro de su madre.
No quiero que tu padre se muera antes que yo, le dijo Cecilia, pues al verlo salir cree que no volverá.
Y luego, como si se le hubieran saltado todos los resortes, se dio vuelta sobre sí misma una y otra vez, hasta que las manos de Luis la abrazaron y le dijo: tranquila aquí estaremos los dos siempre.
Luis llamó a Pablo, a Luis a Diego, pero ninguno contesta.
Todo lo que comía lo devolvía, ese día se pasó de cama en cama y por último llamó a Eduardo para decirle, Eduardito que puedo hacer yo y Eduardo le preguntó que quiere Papá y lacónicamente contestó: ¡morirme!
![]()
![]() Amanda también decidió estar en la casa y recuerda muchas cosas que pasaron en la familia. Cecilia dice que se apagó su luz. |
La mañana llega lluviosa, plomiza, sinembargo aun se ve el reflejo de la Luna, Luis era su amigo desde su infancia y departieron cincuenta años.
Pobre de ella se siente abandonada. Se hicieron la promesa de morir juntos. De irse los dos para darse ánimo uno al otro en el último viaje, por si se necesitaran, por si acaso encontraran alguna dificultad. Eran muy amigos.
Alberto dice que lo quería mucho porque Luis le dio su confianza y se le llenaron los ojos de agua, Alberto salió y se fue.
Los demás se quedaron a su alrededor porque aún se sentía su presencia.
Así transcurre el más alarmante día de la partida de Luis y la agonía de Cecilia,

Oyeron que alguien se queja y se da cabezazos contra la puerta. Y allí estaba Luis. ¿Qué es lo que le pasa? Le preguntaron de adentro, Busco a mi papá, contestó, me dijeron que está aquí.
Ya se marchó y no está aquí, un silencio profundo sigue después, Luis también salió y se fue.
¡Cecilia no puede entender porque Luis se fue! son las cosas de Dios dijo.
Fernando salía y entraba, miró a través de la ventana y se siente como encerrado en ese patio a cielo abierto y rodeado de perros rabiosos que lo acosan.
Como que se le va la voz. Como que se le pierde el sentido. Como que se ahoga con un taco en la garganta.
Ya nadie lo quiere. Ya no sabe si es un sueño o es la realidad.
Metió la mano por un orificio de la ventana y alcanzó a coger una manzana, la mordió y sintió que estaba en descomposición, no había nadie allí.
Fernando se quedó mirando a una mujer de cabellos rizados y caderas protuberantes que entraba y salía.
No tenía agua, no había luz ni gas es como un destierro. No siente el pelo, no encuentra la cara y sus manos están más arriba de los hombros.

Sin embargo, era muy consiente que se iría para siempre,
Fernando se puso a orar llamando a Cecilia fuertemente, a Luis, a Diego.
Hubo un tiempo en el que estuvo oyendo durante muchas noches el rumor de la voz de su mamá.
Le llegaban los ruidos de su voz hasta la media noche.

Se acercaba a la ventana para ver si había alguien, pero estaba oscuro.
Nada. Nadie. Las piezas estaban solas como ahora.
Luego dejó de oír la voz. Y se cansó y se quedó dormido.
En sueños seguía oyendo voces como ecos. Con espanto oía el aullido de los perros.
Fernando no se pudo despedir de nadie, pues todos lo habían abandonado.
En la madrugada se fueron apagando sus recuerdos.
ya no oía el sonido de sus palabras.

En un arrebato de fe dijo: ¡todo está consumado! al medio día salió y se fue,
Cecilia está ahí con él. Ella lo reconoció y andaban juntos.
En la tarde, Cecilia está en Soacha ilusionada con ver a sus hijos. Cecilia y Fernando siempre están juntos.
Eduardo se encontró con Diego y se cruzaron la mirada fijamente, Diego sonrió se escondió en su pieza, estaba bien vestido, listo para irse.
Durante el desayuno tomó su chocolate como todas las mañanas, se sentía inquieto y preguntó ¿oye
quién está cumpliendo años hoy?
Cecilia contestó Eduardo.

Entonces se detuvo en su pieza y decidió quedarse en la casa, colocó la cabeza sobre la almohada, subió una pierna sobre la cama y salió y se fue.
Él se comportaba como un niño dijo Eduardo, un niño con 76 años encima contestó la Doctora.
Si, él vivía sin afanes, se reía solo, no se quejaba de nada acotó Eduardo.
No quise molestarle dijo la Doctora. A pesar de todo, era como un niño. Está bien, lo siento.
Al subir las escaleras vio a Lucia y Alberto almorzando con sus tres hijos y sus dos nietos. Ella nunca lo mandó al olvido y aún hoy sus labios lo nombran.
Al rato Luis entró nuevamente y dijo que se le había reventado un resorte.
Su último viaje a la oficina de Lázaro lo había dejado exhausto.
Nadie le creía porque parecía que no hablaba en serio y así pasaron varios días sin que se le prestara la atención requerida.

Estaba encerrado en la casa, acorralado,
desahuciado y ninguno podía ayudarlo, eran como las cuatro de la tarde y Luis salió y se fue.
.jpg)
Diego llegó a Matatigres para hacerse cargo del taller de mecánica porque le dijeron que su padre, estaba muy enfermo.
Cecilia le dijo, no dejes abandonado a Luis en estos momentos tan difíciles.
Estoy segura de que lo está necesitando con urgencia, hace días que no viene a la casa y se encuentra solo encerrado, muriéndose en ese taller.
Entonces Diego así lo hizo.
Y de tanto decírselo se quedó trabajando al lado de Luis y Pablo.
No le vaya a cobrar por la ayuda, hágalo de corazón.
Exígele que vuelva a la casa, aquí lo cuidaremos mejor.
Que se olvide de rencores, hijo dígale que vuelva.
Así lo haré, mamá. Contestó Diego inmediatamente.
Pero no pensaba cumplir su promesa por mucho tiempo debido a que había tenido varios altercados con Luis.
Hasta que ahora le tocó volver por obligación y de este modo se esforzó por trabajar nuevamente en el taller a pedido de su madre.
Por eso vine a Matatigres para atender los negocios de mi papá, se expresó Diego ante sus hermanos.
Era ese tiempo de la bonanza cuando a Diego lo llamaban de muchos talleres para realizar su trabajo de latonero.
El trabajo en noviembre y diciembre abundaba y en enero y febrero se escaseaba.
Diego trabajaba dos meses y descansaba hasta que se le acababa el dinero.
Pero el que trabaja bien se lo pelean los dueños de los talleres.
Y Diego prefería trabajar en otros talleres porque le pagaban completo el jornal en cambio al lado de Luis estaba triste porque no se veía el pago todos los fines de semana.

Eso es lo que no entiende mi mamá; decía Diego con nostalgia, entre resignación y suspiros. Siempre fue así se volaba del taller con otros patrones y el retorno era porque le daba pesar con su padre.
Pero jamás volvió con alegría siempre traía los ojos llenos de tristeza de tener que volver obligado.
Hoy es diferente porque vengo con los ojos de mi mamá quien me los dio para ver la necesidad por la que pasa mi papá y no por el dinero.
Hay allí mucho trabajo comenzado dice Luis y le recomienda que trabaje duro con sus hermanos para llevar comida a la casa.
La voz de Luis no era tan fuerte, era más bien suave, casi apagada, como si hablara consigo mismo.
¿Y por qué volvió usted a Matatigres, si se puede saber? preguntó Pablo. Vengo a ayudarle a mi papá contestó. ¡Ah! Eso dice siempre pero a los pocos días se vuelve a ir, no eres constante, dijo él.
Y siguieron trabajando en silencio, vamos cuesta abajo, como dice el tango dijo Luis, que tiene los ojos hinchados por lo pesado del sueño.
¿Y cómo sigue su padre?
preguntó Lázaro preocupado por la ausencia de Luis.

Ya está mejor don Lázaro, pero no quiere salir de esa pieza.
Déjelo tranquilo menos mal que tiene a su hijo mayor atendiendo el taller.
Yo también soy hijo de Luis dijo Pablo y también estoy ayudándolo. Todos somos sus hijos dijo Luis, pero de distinta madre, por lo menos él me llevó a bautizar dijo Pablo.
Con usted debe haber pasado lo mismo?
No me acuerdo, pero creo que si contestó Luis.
¡Váyanse al carajo! Gritó Diego, no confundan a don Lázaro.
¿Qué dice usted? Preguntó don Lázaro. Que ya le estamos terminando su carro para entregárselo.
Sí, ya lo veo. Gracias Diego.

En Talleres Santacruz de Matatigres el patrón Luis Celis se enfermó y sus hijos lo reemplazan dijo don Lázaro.
En Soacha los niños juegan y aturden con sus gritos. Cecilia se distrae con el vuelo de las palomas conversando con Diego y Eduardo y disfrutando un cielo azul del atardecer.
Ahora estaban aquí, en este pueblo sin ruidos.
Oyendo caer las pisadas sobre las piedras redondas con que estaban empedradas las calles.
Algunas casas están vacías con las puertas cerradas invadidas de yerba.
Al cruzar una bocacalle vieron a Fernando fumando un cigarrillo y se desapareció como si no existiera.
Después volvieron a verlo de frente y lo siguieron con la mirada.
Diego le llamó muy fuerte:
Fernando miró y sonrió
¿Es que no sabe dónde vive? Allá está la casa junto al centro de salud. Fernando se fue en silencio y Cecilia lo guiaba.
Su voz estaba desafinada, su boca como seca y la cabeza muy desprendida de los hombros, sus ojos clavados en la tierra.
Fernando ha sufrido mucho, siempre lo he visto enfermo, dijo Diego.
Volvieron a la casa, aunque los niños seguían jugando, Cecilia la sintió muy fría.
Ni las palomas, ni el cielo azul, la pudo consolar, sentía una agonía en todo su ser.

Cae la noche y se escucha solamente el silencio, aún no esta acostumbrada a quedarse sola, su cabeza sufre de calores.
No entiende porque está viviendo en un pueblo tan solitario, conversando con alguien que no existe.
Llegó la hora de despedirse
Diego va para Matatigres.
Eduardo va más allá, donde se ven los cerros orientales.
Allá tiene su casa. Si usted se quiere venir a vivir conmigo, será bienvenido, le dijo a Diego.
Diego le agradeció diciendo ¿Dónde más podré encontrar alojamiento seguro? Solamente en su casa y donde Lázaro si es que todavía vive. Dígale que va de mi parte se escuchó una fuerte voz y una carcajada.
¿Y cómo se llama usted?
—Luis su papá —contestó. Lo alcanzó a ver y le dijo
soy su hijo.

Parece que nos hubiéramos puesto cita.
Parece que se hubieran estado esperando, porque se abrazaron y de inmediato se metieron por unos cuartos oscuros y desolados.
Iban caminando a través de un angosto cuarto que no tenía puertas, solamente aquella por donde entraron. Diego encendió una vela y lo vio vacío.
Aquí no hay dónde acostarse dijo. No se preocupe por eso mijo, contestó Luis sonriendo.
Estoy cansado dijo Diego.
Vamos a tomar un tinto y algo de comer, después organizamos lo de la dormida, contestó Luis.
En la enramada el agua gotea hacia la arena del patio. Diego organiza la herramienta mientras Luis y Pablo daban vueltas y rebotes tratando de abrir las puertas de un carro. Ya se había ido la tormenta y de vez en cuando cae la brisa sobre el taller de Celis e hijos.
Las palomas van al patio, picoteando las lombrices desenterradas.
Cecilia apareció en medio de un sol de colores que jugaba con el aire de la mañana. Fernando sintió sus manos suaves que le acarician su cara, mijo he orado mucho por ti.
El aire levanta sus vestidos de seda y los hace reír. Se juntaron en un fuerte abrazo con la mirada fija en sus ojos. Mientras un rio de agua viva corre entre sus dedos.
Sus cabellos vuelan al viento, como si hubieran sido levantados por las alas de un pajarillo.
Y desde arriba, como el pajarillo caen haciendo maromas y acrobacias, sobre el verdor de la tierra.
Cecilia tiene sus labios rojos como si hubiera besado el pétalo de una flor.
Fernando tiene su rostro fresco como el de un muchacho.
Mi mamá está viva gritó. Ya me estoy acostumbrando a verla tan radiante, como una luz.
Siempre he estado cerca de ti le dijo mirándolo con sus ojos negros, enmarcados por frondosas cejas. Fernando alzó la vista y miró a su madre con ternura.
¿Sabes que estoy pensando? Que vamos a estar aquí juntos por mucho tiempo, mucho tiempo.
Vamos a tomar tinto.
—Ya voy, mamá. Ya voy.
Ahí estaba Diego con Eduardo y Mauricio, oyéndolos conversar, aunque ellos no los veían, se quedaron callados, para no molestarlos.
¿Dónde te habías metido? Dijo Cecilia cuando sintió la presencia de Diego le dijo:
Te estábamos buscando.
Estaba en el otro patio contestó Diego, donde no hay perros rabiosos.
¿Y con quién? ¿trabajando?
No, mamá, con el pastor estaba orando. Cecilia miró a Eduardo y a Mauricio, con sus ojos negros bien abiertos.
amores

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Una juventud exitosa
Campeon y goleador BIC 1994
¿Y les habló muy duro como si estuvieran a kilómetros de distancia, encima de las nubes, en el más allá, vamos a rezar el rosario? Estamos en el novenario de Luis. Claro que si contestaron ellos.
Allí está Lucia en el umbral de la puerta, con una vela en la mano, lista para rezar el rosario. Me siento triste, dijo. Entonces se dio vuelta y colocó la vela en el candelero.
Cerró la puerta comenzó a orar mientras caía la lluvia. El reloj marca las siete en Soacha.
Cecilia recordó que Luis fue un buen hombre, muy cumplido y le perdonó todos sus errores. Era quien nos alcahueteaba todo en Pereira dijo y lo siguió haciendo todavía después que se vino para Bogotá dijo Diego.
Me acuerdo del desventurado día que sucedió el accidente automovilístico de Lucia dijo Cecilia. Todos nos conmovimos porque todos la queremos. Pero Luis casi se enloquece era la luz de sus ojos.
En diciembre nos llevaba regalos a Calarcá, recordó Eduardo.
Y nos contaba historias de las cosas que sucedían en Bogotá, dijo Amanda.
Era un gran conversador incansable, dijo Diego, mi papá era un personaje en Matatigres.
Después que se le reventó el resorte dejó de hablar. Decía que ya no tenía sentido decir cosas que no servían para nada. A las comidas ya no les encontraba ningún sabor. Desde entonces enmudeció, pero, eso sí, no se le acabó la costumbre de gritar a la gente.
Al final Luis pensó que debía estar muerto, seguramente.
Bueno, ya no me preocupa porque los hijos están grandes, dijo.
Se puso a mirar a Cecilia que la tenía al frente y pensó que debió haber pasado momentos difíciles, pero aguantó los cincuenta años conmigo, concluyó.
Eran casi las cuatro en Soacha y todo estaba en silencio.
Cecilia se quedó mirándolo y pensó que ya habían pasado Cincuenta años y no pudieron vivir como querían sino como podían, la vida en Bogotá es difícil para todos concluyó y no puede creer que Luis se muera primero. |

Luis María Celis Rey
Cecilia López de Celis
Diego Celis López
Ferney Celis López
Lucia Celis López
Luis Fernando Celis López
José Eduardo Celis López
Amanda Celis López

Conversando con Eduardocelis
Volumen II año 2021

JOSE EDUARDO CELIS LOPEZ SITIO OFICIAL
Conversando con Eduardocelis II

Por
JOSE EDUARDO CELIS LOPEZ
EN BOGOTA D.C.
Cecilia y Luis llegaron sorpresivamente al Barrio San Antonio de Bogotá.

CHIKITA
Por
JOSE EDUARDO CELIS LOPEZ
EN BOGOTA D.C.
Cecilia y Luis llegaron sorpresivamente al Barrio San Antonio de Bogotá.

CHIKITA

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CECILIA LOPEZ

GARCIA MARQUEZ

CINCUENTA AÑOS EN BOGOTA
Conversando con Eduardocelis II
Por José Eduardo Celis López
Conversando
con
EDUARDOCELIS
VOLUMEN II-AÑO 2021
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CAPITULO I AMOR PLATÓNICO |
Cincuenta años en Bogotá
CINCUENTA AÑOS EN BOGOTA 1970-2020 EDUARDOCELIS
Cecilia y Luis llegaron sorpresivamente al Barrio San Antonio de Bogotá.
En la noche observan la lluvia de estrellas de la Urbe Capitalina.
Ven pasar los trolebuses por la Caracas con sobrecupo de pasajeros.
El frío penetró sus huesos y los obligó a entrar a Casabianca.
Allí encontraron su amor platónico.
Llovió toda la noche y Cecilia tosió insistentemente.
Ya todos estaban durmiendo.

Poco a poco fueron acomodándose al nuevo ambiente familiar. Ella tiene una apariencia sexagenaria y a Luis los años le pasan por encima.
Luis cuenta con cincuenta y cuatro años y Cecilia con cuarenta y seis, parece mayor.
Cecilia tiene sus ojos negros, su cabello corto ondulado, la mirada firme con la frente siempre en alto.
Luis tiene su voz fuerte, varonil y su sonrisa artística.
Escuchando el salpicar del agua se quedaron dormidos.
Por la mañana volvió a llover y cuando despertaron se alcanzaba a sentir la leve llovizna. Cecilia no está acostumbrada a este frío y Luis se encuentra aclimatado.
Los vidrios de las ventanas se oscurecieron y resbalaban gotas como de gruesas lágrimas.
De pronto ella se iluminó con un relámpago, mientras soñaba con sus seis hijos.
Todos eran de Pereira menos la menor que vino de Armenia, todo comenzó en Calarcá, recuerda ella.
Al medio día caminaron hacia la plaza de Bolívar. Cecilia va feliz.
Las calles mojadas dejan escapar vapor, al contacto del sol con el betún del asfalto.
En la Plaza vieron volar las palomas, moviendo el aire con sus alas mojadas.
Cae una pertinaz lluvia.
Cecilia cubre sus manos con las mangas del abrigo mientras
Luis la abraza suavemente.
Pisan el pavimento mojado, disfrutando el hielo Capitalino.
La Atenas Suramericana está fría y acogedora. Las calles están inundadas.
En el centro descubren una mole de edificios que se alinean formando una selva de cemento.
Suben a un restaurante, conversando sobre el taller de mecánica y el comportamiento de su hijo Fernando.
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Durante el almuerzo dialogan animadamente.
Cecilia está tranquila y Luis muy animado. Ella levanta la frente, sonríe francamente y se alisa su pelo.
Luis asume una actitud alegre y levanta su copa dando un brindis. Ya hace cinco años que no compartían juntos, desde que Luis trasladó el taller de Calarcá, a la vieja calle sexta de Bogotá.
La vida les dio otra oportunidad.
Bajan por la escalera eléctrica y salen a la séptima, congestionada por la gente y el ruido.
Observan negocios de música, almacenes de ropa, cafés, librerías, Iglesias, museos y el mítico Cerro de Monserrate.

Ahí comienza una llovizna de nieve, que observan eufóricamente.
Lloviendo y haciendo sol, son las gracias del Señor, exclama ella.
En la tarde regresan a la casa por las mismas calles mojadas. A esa hora el sol les da por la espalda, un sol desfigurado por las nubes de los cerros orientales.
La gente Bogotana es culta y muy elegante, concluyó Cecilia.
Luis se recostó en la cama y duerme profundamente, mientras penetra un rayo de sol por la ventana de enfrente.
Cecilia comparte un café en compañía de Fernando. Respiran un aire tranquilo.
Sienten muy cerca el latir de corazones, perciben la presencia del amor.
Es muy rebelde, Cecilia lo conoce bien desde que era niño, pero nunca ha entendido la razón de su rebeldía.
Una tarde en Calarcá tiró la cama, las cobijas, las almohadas y el colchón al patio, recuerda Cecilia.
Fernando se rio y Cecilia lloró en silencio, hasta agotar sus lágrimas.
No pudo levantarse pues tenía una pierna inflamada.
Se encuentra aprisionado dentro de su propio cuerpo, dice ella.
Después de tomar el café guardaron silencio por un buen rato.
La llegada a Bogotá les ha regresado la ilusión de una nueva vida.
Fernando encuentra la punta de sus deseos, dice que quiere estudiar en lugar de trabajar.
Nadie puede ayudarlo, todos están en el rebusque, quieren salir adelante por sus propios medios.
Llegada la noche las luces en Casabianca se apagan, dejando ver las estrellas fugases recorriendo el firmamento Bogotano.
Solo se oye un aire tibio que entra del patio y el rezongar de un pajarillo, que hace nido encima del lavadero.
Al otro día Luis se levanta hablando fuerte, para que todos escuchen.
Aquí se acostumbra trabajar o estudiar o ambas cosas a la vez, gritó.
Fernando se quedó paralizado en la cama, pareciera que se muriera cada día una parte de su cuerpo.
Los demás se movilizan al oír la voz fuerte de Luis.
Luis es enérgico y autoritario, desde muy joven ha estado metido en el taller y nunca ha tenido vacaciones.
Fernando se quedó en la cama y estuvo haciendo planes alegres en su pensamiento.
Trabajar y estudiar es su objetivo.
Comenzó a llenarse de sueños y a darle vuelo a sus ilusiones.
Fue formando un mundo alrededor de la enseñanza que le inculcaron.
La vida es dura aquí, es difícil vivir, exclamó saltando de la cama y soltando una risotada.
Hay que saberla vivir, estamos en la Capital y está todo por hacer, dijo Cecilia para calmarlo.
Fernando la escuchó, salió al patio, sintió muy cerca ese amor platónico.
Levantó la cabeza y miró el cielo Bogotano que llovía estrellas.
Hubiera querido ver los cerros, pero allí no había árboles.
El viento arrastra las nubes y se oían murmullos de voces que salían de los techos.
Vagó por los alrededores de Casabianca, organizando sus ideas.
Fernando cerró los ojos y abrió en llanto, tenía reprimido un sentimiento de tristeza en su alma.
En la pequeña ventana del altillo, vio una sombra larga y descorrida hacia el techo que daba vueltas y se movía como la llama de una vela y se oían sollozos confundidos con la lluvia.
Recorrió con su vista todas las ventanas que estaban cerradas.
Observó de pronto que las cortinas se movieron suavemente.
Estaba triste, salía y entraba de su cuerpo, sintió frío y entró. Después se escuchó una serenata en Casabianca.
Aparece la guitarra de Alberto interpretando a unos ojos, cosas como tú, plazos traicioneros, mar y cielo.
Fernando salió y le dio la mano.
¡Con tu hermana no se puede! le dijo mientras se tomaba un aguardiente.
No se angustie más, lo tranquilizó mirándole a los ojos y sonrieron.
Fernando entró y Alberto sintió una paz interior.
Luis habló de Alberto y de la serenata, hizo reparos al noviazgo, Lucia y Cecilia no se molestan, se ven tranquilas, muy confidentes y la noche sigue en calma.
Fernando abrió los ojos y vio la luz de la mañana, queriendo entrar por la ventana.
Sonó que había dejado de existir, fue como una realidad.
Vio a Cecilia levantarse antes del amanecer, la ventana estaba entre abierta y entró suavemente.
Los días comienzan monótonos, todos se mueven sin afanes saboreando el café caliente.
Bogotá es muy grande, la gente es muy viva y hay que prepararse, dijo Cecilia a gritos porque los sentía sordos y dormidos.
Los que se duerman van a aguantar mucha hambre, hay que pensar para hablar, no mentir, trabajar y estudiar, argumentó ella con seguridad.
Ya va siendo hora de que te levantes de esa cama, le dijo a Fernando.
Déjame tranquilo contestó Fernando debajo de las cobijas, pareció dormir.
A esa hora ya había alguien en el lavadero. Quien tararea una canción con voz muy queda, resplandece el aire y el sol mueve las nubes a través de un cielo azul y detrás de él hay más canciones con esa voz que enamora.
Alberto no recuerda lo que había dicho Luis.
No recuerda nada por el efecto del aguardiente.
Muy temprano llegó a Casabianca, aclaraba el día y se iba la noche, vio como el día desbarata las sombras.
En ese instante se ve salir el sol Bogotano por detrás de los cerros orientales.

Fernando se levantó lentamente, está flaco y pálido, entró al baño, se lavó la cara y se reía, mirándose al espejo.
Luego, se le descolgó la cabeza y salió por la puerta que da al lavadero, sosteniéndose la cabeza con las manos.
Después sobrevino un sollozo, un llanto suave pero agudo, un movimiento brusco, haciendo retorcer nuevamente su cabeza encima de sus hombros.
De repente vio que el cielo se volvió plomizo oscuro, aún no aclarado por la luminosidad del sol Capitalino.
Fernando se enderezó y entró a la cocina.
Con él entró una luz tenue, no como si fuera a comenzar el día, sino como si estuviera llegando la noche.
Se sentó en un rincón y salió de su cuerpo. Alrededor del patio se perciben pasos que rondan la cocina, como gatos en la oscuridad.
Siente sus manos en el cuello las suaves manos del amor platónico, de pie en el umbral, delgada, de pelo corto que roza sus hombros, de cara pequeña, ojos claros, así la percibe.
Su cuerpo atravesado impedía ver la llegada del día, a través de su vestido, observa pedazos de cielo y debajo de sus pies destellos de luz.

Detalles tan pequeños que llaman la atención, sus ojos, sus sonrisas iluminan su rostro inmaculado.

Una luz que ilumina todo, como si el suelo debajo de ella estuviera desprendiendo rayos.
Fernando despertó, abrió sus ojos negros penetrantes que estaban llorando todavía, nadie lo entiende, nadie le cree, sentía un rencor vivo.
Cecilia está triste, se queda mirándolo y no puede resistir la escena.
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Entonces ella se dio vuelta. Apagó la luz de la cocina, cerró la puerta y rompió en sollozos.
En un instante Cecilia recuerda todo lo que pasó en Calarcá. Pensaron que era un problema mental dijo Luis, ella no se atrevió a asegurarlo.
Cecilia sabe lo que han sufrido desde que todo comenzó.
Siguieron gemidos confundidos con la lluvia y el tictac de su gallinita que camina lentamente, como si se estuviera deteniendo el tiempo.
Siempre han dicho que está loco y no lo creo, más bien
debe estar muerto en vida, dijo Luis a gritos.
Se resolvió por el estudio, pero falló en su intento y se retrasó por siempre, dijo Cecilia.
Sólo ellos saben en realidad, lo que había pasado en Calarcá.
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Al llegar al taller de mecánica sufrió un trauma mayor, un delirio de persecución que lo deprime.
Fernando abrió de par en par la puerta, entró a la pieza afanado, se puso la camisa arrugada y encima se colgó un buzo con motas amarillentas que usaba desde su llegada a Bogotá.

El sol a esa hora es picante y cae sobre su integridad. Cortinas de nubes negras amenazan con caer. Al llegar frente al taller observa que Luis comienza a impartir órdenes.
¡Pobre gente!, se lamentó aferrándose fuertemente a uno de sus libros y sintió alivio al pensar que su destino ya está definido.

Hay pocas nubes en el cielo que está todavía azul y el aire sopla fuerte allá arriba, aunque aquí abajo hace mucho calor.
La madrugada fue apagando los malos recuerdos de Fernando. El mismo se oía el sonido de sus palabras, notaba la diferencia de este despertar.
Porque las palabras que había pronunciado hasta entonces, ya no las volvió a recordar ya no tienen ningún significado, no salen de su alma; se siente brillante; sin miedos, como se siente durante los sueños.
De repente la tarde se volvió gris en San Antonio. El salón de clases estaba oscuro y frío.

El profesor subió las gafas a su frente, cerró sus ojos azules y sobándoselos con los puños cerrados comenzó el mensaje filosófico.
En la calle se respira un ambiente hostil.
El crimen que comenzaba a aglomerar a miles de curiosos, en el caño del río Fucha donde flota un cuerpo sin vida, como consecuencia del fraude en las urnas, los integrantes del movimiento guerrillero ajustician selectivamente a quienes ostentan el poder. Nunca había visto un muerto, dijo Eduardo observando como Cecilia dobla su espinazo sobre el lavadero.

No puede explicarse por qué toda la gente estaba alrededor y ninguno hacia nada por sacarlo.
El cadáver estaba boca arriba flotando en la superficie del agua, vestido de paño gris a rayas, camisa azul y corbata roja.
Violentamente asesinado, rígido, inmóvil, abotagado, con protuberancias en la frente, los labios pálidos, el rostro macilento, con muecas de sufrimiento.
La gente dice que le dictaron la pena capital tras consultas con el pueblo.
Es una guerra entre los del brazo armado de la izquierda y los de la extrema derecha.
Esta es la guerra política, dijo Cecilia que termina de colgar la ropa en las cuerdas del patio.
Se apropiaron de la espada de Bolívar y van a matar a todos los opositores, gritó Eduardo recogiendo el balde del suelo y tomando a Cecilia del brazo la condujo a la cocina, en donde degustan el arroz con frijoles.
Allí está Fernando, pálido, callado, al lado de Cecilia, son inseparables. Se necesitan, se quieren, la enfermedad es compartida, se fundieron en su pasado.

Sufren mucho y no saben por qué, talvez de tristeza.
Había oscurecido y Fernando prefiere ver a su madre viva no muerta como la había visto en su último sueño.
Cecilia también le sirvió arroz con frijoles. Suspira mucho y cada suspiro es como un sorbo de vida que se le va.
Y aunque no había niños jugando, ni palomas, sintió como si estuviera en Calarcá.
Fernando comparte solamente el silencio.
Porque su cabeza está llena de ruidos y de voces raras.
De voces extrañas y aquí, donde el aire es escaso, se oyen mejor.

Se quedan dentro de su ser.
Se acordó de lo que le había dicho su madre en Calarcá Allá me oirás mejor.
Estaré más cerca de ti y encontrarás más cercana la voz de mis recuerdos que es la de mi espíritu, si es que alguna vez mi espíritu ha contactado con el tuyo.
Mi madre no está muerta sino viva, afirmó Fernando.
José Eduardo Celis López
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CAPITULO II
AMORES CELESTIALES
Eduardo corre en el Parque Nacional, presuroso, un escalofrío recorre todo su cuerpo, cala sus huesos, da vueltas a la glorieta, mira por entre los árboles con ansiedad, busca por la orilla de la quebrada, hasta que no aguantó más y se desmoronó totalmente sobre uno de los asientos, con las piernas abiertas expuestas al sol.
Allí lo envío lázaro el amigo de Luis y su mejor cliente.
Nunca en su vida había tenido la experiencia de encontrarse con personas extrañas para hablar de negocios.
Ahí estaba un Señor Moreno, calvo, de rostro fresco quien le extendió la mano sonrientemente.
-¿Cuántos años tienes? Indagó.
Veinte años, voy a cumplir.
-¿Con quién vives?
Con mis padres y con mis hermanos.
-¿Que estudio tienes?
Soy bachiller, contestó Eduardo extendiendo el diploma.
El hombre revisó su contenido, se acomodó sus mancornas y el pisa corbata de oro y le dijo aquí está Ligia, con ella se va a entender de ahora en adelante.
Eduardo se impactó ante la presencia alegre y sonriente de la mujer.

Ella sacó de su bolso de cuero un paquete de cigarrillos y se llevó uno a su boca de rubí, dejando escapar un bucle al aire.
En la tarde, Fernando sintió que está aturdido por el sonido del compresor y salió del taller presuroso a buscar tranquilidad en Casabianca.

Al entrar se encontró con su amor platónico.
Atinó mirarle con ternura sus ojos negros y hechiceros, su frente amplia, su preciosa boca, su pelo suave que cae sobre la espalda hasta la cintura de muñeca.
Sintió de cerca su aire de gitana con espíritu llanero.
Se sentó en un rincón de la cocina a tomar tinto con Cecilia, salió temprano del taller le dijo ella dando una mirada juzgadora por encima de sus gafas y cerrando la puerta le indagó sobre lo que le había ocurrido con Luis en el taller.
Fernando le contó que estaba muy aburrido con el trabajo en el taller y que no soporta los ruidos.
¡tomémonos otro tinto! dijo Fernando, para eso tengo a mi mamá viva!, exclamó con alegría.
Fernando habló de sus años en Calarcá y recordó lo feliz que pasó con sus tías en Pereira, me gustaría regresar dijo con nostalgia.
Cecilia también recordó a su querida Pereira, se pusieron de pie, sintieron alegría en su corazón y sonrieron.
Entraron a la alcoba tomados de la mano, como si se olvidaran de sus tristezas, entre tinto y tinto, miradas, sonrisas y mensajes subliminales, se regocijaron en una tranquila tarde.
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Al día siguiente Eduardo llegó temprano a la oficina de la Presidencia del Banco.
Se comprometió con la secretaria a traerle un paquete de bonos, para consignar en la cuenta bancaria. Aclarando que se debía entregar un porcentaje en efectivo.
De inmediato se iniciaron las diligencias y el intercambio de bonos por dinero en efectivo.
No estarás en el Banco solo para ganar dinero, le dijo Lázaro muy serio, sino para aprender la profesión y cuando ya sepas algo, entonces podrás ser gerente.

Por ahora eres sólo un aprendiz bancario; quizá mañana o pasado llegues a ser tú el jefe.
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En el segundo piso se encuentra la oficina de Eduardo, cerca de la gerencia, en donde coordina las operaciones.
Mientras tanto en Casabianca promediando la mañana Lucia se encuentra planchando y doblando ropa, de repente apareció Alberto quien la busca presurosamente.
Tan pronto se encuentran se funden en un abrazo y un beso, sin mediar palabras como nunca lo habían hecho.

Sellaron para siempre un amor infinito, por encima de cualquier consideración. Cecilia está feliz de ver a su hija feliz. Él era su luz y se convirtió en sombra y hecha sombra se marchó al olvido,
todo ese amor se quedó escondido en lo más recóndito de su alma.
En una decisión insólita, Luis estuvo de acuerdo con que se normalizaran las relaciones de Lucia con Alberto, Luis les manifestó que tomaran la decisión, sin necesidad de consultarle.
Eduardo comienza una etapa exitosa, a partir del momento que empezó a trabajar con el Banco, no le volvió a faltar dinero en sus bolsillos.
Después de hacer oficio todo el día Lucia le dijo a Alberto suavemente. Te espero en el patio de la casa, para que hablemos de lo nuestro.
Allá en la parte trasera de Casabianca frente al lavadero, se encontraron ante una realidad preparada para la ocasión.
¿Qué es lo nuestro? Preguntó Alberto, cautelosamente.
Nuestro matrimonio, contestó ella levantando la voz al tiempo que lo apretó fuertemente contra su pecho.
De inmediato Alberto sacó de su chaqueta de cuero un fino estuche y colocó delicadamente una argolla de oro en uno de sus dedos y otra en uno de los suyos.
¡Salud! Dijo levantando la copa de champaña. ¡Salud! contestó Lucia.
Él era una luz y se convirtió en su sombra, una sombra que aún hoy la persigue.
Llovió toda la siguiente semana y en medio de la lluvia nacieron amores imposibles y murieron amores posibles.
Una mañana de esas premonitoria en el Restrepo amarteladamente en la terraza se estrechan dos pardillos asustadizos.
Los flirteos alcanzaron a advertir la atención de los intrusos.
Cerca de la cocina lograron un galanteo trivial y al notar su presencia, bajaron el tono de su amorío.
A través de la ventana de la cocina se escucha la voz de Cecilia conversando con Fernando quejándose de la imprudencia e insensatez de Luis. Ella le dice que ya es hora de irse acostumbrando.
Cecilia lo conduce al comedor debajo del cobertizo y con fascinación contemplan una cesta que contiene un ramillete de radiantes flores y azucenas de diferentes colores, brillantes, con tallos altos y verdes hojas.
Espectacular momento de satisfacción que les produce un entusiasmo profundo y los une en un espontáneo abrazo.
El suceso de esta mañana ha quedado plasmado en la base de la maceta que contiene el adorno floral.

Descubren una etiqueta con el membrete y rubrica propios de Amanda, que se adelanta de esta forma en la conmemoración del día de la madre, próxima a celebrarse.
Cecilia elogia el afecto de Amanda con este hecho trascendental. ¡Nunca me habían regalado flores! exclamó dichosa y feliz.
Como ocurría siempre, Cecilia mira el cuadro de las ánimas benditas y agradece en voz alta por los favores recibidos.
En el día de hoy era mucho lo que tenía que agradecer.
Seguidamente como por impulso Eduardo sacó de su dedo una argolla de oro que le perturba y la colocó delicadamente en el anular de Cecilia,
para sepultar la propuesta que tanto le atormenta.
Sabía que a Cecilia le gustan las joyas
y se fue al empotrado armario gritando soy libre no quiero casarme.
Esperaron a que terminara el rosario para que Cecilia sirviera la comida. A nadie más esperaban a esa hora de la noche.

Como siempre Fernando comía muy rápido casi sin masticar y al tiempo que manducaba los alimentos soltaba cortantes risas nerviosas.
Este era un momento sosegado y apacible para compartir una bandeja paisa, oyendo a Cecilia recontar historias de su natal Pereira y en su largo peregrinaje por Calarcá.
Escampó después de las nueve de la noche. Todo está tranquilo en el Restrepo, Cecilia se esmera por atender a Fernando para evitar alteraciones de su personalidad.
Eduardo volvió a su cuarto y empinándose observa a través de la ventana el accionar retraído de la avecilla que inocente respinga en busca de calor paterno.
Aún no se percata de las consecuencias fatales que le esperan por el inminente destino.
La avecilla voló sin rumbo conocido dejando su nido abandonado.
Cecilia asegura que ya se aclimató al frio Bogotano, dice que en los últimos años han cambiado muchas cosas, Lucia es madre de dos niñas, Amanda funge como enfermera, Diego se encarga del taller y Ferney adelanta su vocación de jurisconsulto. Dice que ninguno se ha acostado con hambre, todos gozan de los beneficios de manutención de Luis.
No importan las necesidades básicas, lo que en realidad los une es la tolerancia por los procederes de los demás.
Es la misma historia de siempre, comentó Eduardo.
Si, pero Luis produce para todos sin que hasta el momento alguien se atreva a coger las riendas de esta casa, replicó Cecilia quien esconde sus piernas debajo de la mesa.
Automáticamente Eduardo recoge del mesón dos recibos de servicios para hacerse cargo de su pago.
Esta es la primera muestra del compromiso que en adelante asumirá con su familia.
Antes que Cecilia se esconda en la inmensidad de Dios, detrás de su Divina Providencia, donde ya no pueda alcanzarla ni verla y adonde no pueda volver a escuchar sus palabras, balbuceo Eduardo.
A través de la ventana penetran los aires armónicos de aquella hermosa avecilla de fino pico y pequeños ojos verdes que retoza encima del lavadero, ávida de afecto, galanteando abiertamente como si no advirtiera su destino infame.
En la terraza Fernando hace muecas como si se le desprendiera la cabeza. Fernando sufre de un movimiento sintomático producido por la contracción de los músculos del cuello. Y se encontró de pronto solo en la casa vacía.
La ventana de la casa abierta al cielo le permitió ir y venir de nuevo libremente como un espíritu.
Los huesos de su cara están forrados por un pellejo curtido por sus treinta años de existencia, de los cuales los últimos diez han sido marcados por una rara incapacitante y dura enfermedad.
No se supo nunca el verdadero origen de su enfermedad que lo tiene prácticamente enajenado.
Cecilia recuerda con perspicuidad el ataque de paranoia que tuvo esa mañana en Calarcá, dejando todo al sol y al agua, luego de patearlo con tosquedad y en la noche llegó calmado, como si no hubiera pasado nada armó de nuevo su aposento, comió y se acostó sosegado.
El viernes Eduardo llegó a la taurina, esa noche estaba alborotada por las fiestas decembrinas, en un rincón se encuentran los Echeverry, famosos por sus intervenciones en asuntos ilegales, de lejos los saludó con una venia.
Eduardo se acomodó en la barra a degustar el néctar y la buena música.
La taurina estaba a reventar desde tempranas horas, sus luces y colores daban un aspecto carnavalesco, hombres y mujeres gritaban alborozados. Ahí se encontró con Manuel su gran amigo de colegio y Carlos su hermano.
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Eduardo se entusiasmó por el buen ambiente y comenzó a cantar fuerte, tras el sonido de los altoparlantes.

Cuando sonaban los aretes que le faltan a
Él se quedó mirándola, le llamaron la atención sus cabellos largos y sus ojos claros, tímidamente trató de tocarla, pero ella instintivamente retrocedió, para volverse a él presurosa.
Eduardo se animó a bailar tomándola por la cintura fuertemente.
Desliza sus manos por toda su humanidad y su hechizo pelo, disfrutando cada instante de este encuentro inesperado y ahora se ubicaron en el centro de la pista, en un apretado baile sinigual.
Al término de la melodía, respiraban muy cerca, cara a cara, ella en un arrebato de pudor le dijo jadeantemente ¡no me beses! entonces como por instinto Eduardo la besó, sellando ahí este encuentro casual y definitivo.
Ella se retiró a su lugar, llevando los nervios de punta, abrumada y ansiosa.
De inmediato se armó la bronca, se formó una monumental trifulca a un lado de la pista, inesperadamente estuvo en peligro la vida de Eduardo,

Absurdamente recibió el ataque feroz de cuatro bandidos, a medias logra repelerlos con una botella que trata de romper contra el filo de la barra.

La oportuna intervención de los Echeverry evitaron su linchamiento, lo defendieron y con revolver en mano repelieron el ataque.
Después de la media noche Eduardo regresó a la casa en compañía de los Echeverry. El menor de ellos, el más sagaz en el manejo de armas que lo convierte en un peligroso atracador nocturno, ladrón de bancos, maleante obstinado, le dijo lacónicamente ¡Cuídate mucho, diablo!, no te metas en problemas, cuídate hasta de nosotros.
En las penumbras estalló una carcajada. Hace presencia un fantasma envuelto en una sábana blanca que recorre la casa paterna en forma misteriosa. Eduardo se recogió en un rincón de la cama, pensando que se trataba de su hermano Fernando que había recaído en sus manifestaciones de excentricidad.
No es nada malo dijo Cecilia con voz calmada, no tengas miedo, deje la luz prendida para que no tenga más ofuscaciones.
Entonces Eduardo dejó la luz del cuarto prendida, sin duda su estado de intoxicación etílica le había jugado una mala pasada.

¡Téngale miedo a los vivos! gritó Luis.
Fernando se quedó quieto debajo de la escalera, sus ojos brillaban y su rostro dibujaba una sonrisa.
No se preocupe, dijo Fernando que observaba la escena de lejos, lo cierto es que un amigo vino a despedirse, cuando alguien muere, su espíritu sale del cuerpo y hace un recorrido, acotó gesticulando.
Eduardo lo miró perplejo, tenía la idea que el fantasma era su hermano, su mirada inalterable le producía espanto.
Eduardo se durmió y Cecilia apagó la luz. El espíritu perturbador termina su recorrido y la noche pasó volando.
Al otro día Cecilia está aseando la terraza y observa como una avecilla se asoma por encima del muro del lavadero, sonríe y guarda silencio. La observa a cada instante parece que le incomodara con su canto. La mañana se torna lluviosa y plomiza.

Por más que estuvieron muy cerca la una de la otra no fue posible que se tocaran sus corazones. ¡Qué haces! dijo Yudy en la mañana, al ver que Eduardo la seguía. |
Era el primer día del noviazgo y
Yudy salió con sus dos sobrinas y las acompañó hasta la escuela, era muy temprano.
Yudy hace este recorrido con sus sobrinas todos los días, como también Eduardo estaba dispuesto a hacerlo mil veces y así se fueron conversando por la Caracas. hasta dejarlas en el salón de clases.
Entraron al planetario a tomar un café y se comprometieron totalmente.
Cuantas veces quise estar compartiendo mi vida con una persona tan bella, le dijo Eduardo.
Luego Judy quedó en la casa con Flor y Eduardo se introduce en un trolebus para llegar temprano a su trabajo en el Banco.
Pensando que ha encontrado la mujer ideal. la que más lo quiere después de su mamá.
En ese momento a Eduardo se le ocurrió pensar que ahora si estaba enamorado y que quería casarse con Yudy.
Pensó comprar las argollas de matrimonio, aun no tenía nada preparado, era muy prematuro pensarlo y hasta hace muy poco dijo que no se quería casar y que tenía toda la vida por delante.
Al otro día apareció Yudy en su casa y le dijo que no se preocupara por el matrimonio, que pensaba irse para donde su tía en Honda.
Se entregó totalmente a luchar por su amor, mil veces repitió que se casarían y muy pronto y le dio la posibilidad de ir a Honda, manteniendo su trabajo en el Banco.
Eduardo soñó con tener hijos una niña y un niño que le dijeran ¡papito papito¡ y adelanta con Alberto la confección del vestido de novia con una cola larga, blanca y radiante.
En el mes de abril fueron a Honda con toda la familia.
Yudy le confesó que también quería tener hijos suyos.
Disfrutaron animadamente en Honda que tiene un calor y un ambiente que amaña.

Después se casó con Yudy y fueron felices y tuvieron dos hijos en una luna de miel inolvidable.
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Yudy es la mejor de todas, la mas completa para todo, muy juiciosa y les entregó toda su juventud hasta nuestros días es ella blanca, radiante, de cara preciosa de ojos claros y con diecinueve años.
Cuando se hicieron novios primero pasaron dos años, después se casaron por la iglesia católica.
El matrimonio le vino muy bien a Eduardo, se consolidó en el Banco, y disfruta todo instante, le gusta más que levantarse tarde.
La vida en pareja les llegó como anillo al dedo la pasan muy bien, bailan, se divierten y les gusta vivir independientemente, sin tener que recurrir a la familia.
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Yudy es sensacional cada día se quieren más, más y más, es una aventura muy emocionante, juraban amor toda la semana, Eduardo le dice te quiero, te quiero, te quiero.
Muchas veces van a la pizzería y le llevan pizza a los dos hijos. Les encanta tomarse fotos en familia con los niños.
Van construyendo un nido de amor, comparten un amor que nunca muere.
EN EL BIC

Una juventud exitosa
En el Restrepo el sol entró a la casa sin abrir la ventana, en la pajarera ya se escucha el canturreo de la avecilla que tanto ha alegrado el ambiente, su música puede más que la tozudez de sus contrincantes, es el símbolo de amor puro, tierno y seductivo que profesa.
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Es una llama que nadie puede apagar.
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CAPITULO III
AMOR ETERNO |
CINCUENTA AÑOS EN BOGOTA 1970-2020 EDUARDOCELIS
Cecilia le dijo a Amanda que se iba a bañar y le pidió un jabón perfumado, Amanda se fue a tráeselo y cuando volvió ya estaba en el baño.
Ya no respondía, ¿Está usted viva? Preguntó Amanda angustiada ¡Dígame, por favor está viva o no se está bañando, voy a abrir la puerta!
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Amanda abrió la puerta y se encontró de pronto sola en ese baño vacío.
Las ventanas estaban abiertas y del cielo llovían bolas de luz, de luz intensa y brillante. Solamente vio que se asomaron las manos descarapeladas que mostraban sus anillos de oro.
Cecilia, Cecilia, Cecilia! Cecilia!
contestó el eco.
Porque tiene un solo ojo le preguntó. Es que la luz es muy fuerte y no alcanzo a ver bien desde aquí.

Inmediatamente Amanda llamó a Eduardo para contarle lo sucedido.
Eduardo se asomó por la ventana y la vio ahí, brillante como el sol, moviéndose, con las manos descubiertas y sin las joyas.
Ferney las tiene dijo Amanda.
Luis se apuró a salir sin desayunar evitando terciar en los hechos ocurridos, trató de levantar la batería del carro y se reventó un resorte. Regresó a la casa dejó la batería en el suelo y volvió a salir silenciosamente a donde lázaro para cobrar un dinero que le adeuda.

Por qué lloras mamá, preguntó Fernando, pues reconoció el rostro de su madre.
No quiero que tu padre se muera antes que yo, le dijo Cecilia, pues al verlo salir cree que no volverá.
Y luego, como si se le hubieran saltado todos los resortes, se dio vuelta sobre sí misma una y otra vez, hasta que las manos de Luis la abrazaron y le dijo: tranquila aquí estaremos los dos siempre.
EN EL BIC

Luis llamó a Pablo, a Luis a Diego, pero ninguno contesta.
Todo lo que comía lo devolvía, ese día se pasó de cama en cama y por último llamó a Eduardo para decirle, Eduardito que puedo hacer yo y Eduardo le preguntó que quiere Papá y lacónicamente contestó: ¡morirme!
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Amanda también decidió estar en la casa y recuerda muchas cosas que pasaron en la familia. Cecilia dice que se apagó su luz. |
La mañana llega lluviosa, plomiza, sinembargo aun se ve el reflejo de la Luna, Luis era su amigo desde su infancia y departieron cincuenta años.
Pobre de ella se siente abandonada. Se hicieron la promesa de morir juntos. De irse los dos para darse ánimo uno al otro en el último viaje, por si se necesitaran, por si acaso encontraran alguna dificultad. Eran muy amigos.
Alberto dice que lo quería mucho porque Luis le dio su confianza y se le llenaron los ojos de agua, Alberto salió y se fue.
Los demás se quedaron a su alrededor porque aún se sentía su presencia.
Así transcurre el más alarmante día de la partida de Luis y la agonía de Cecilia,
Oyeron que alguien se queja y se da cabezazos contra la puerta. Y allí estaba Luis. ¿Qué es lo que le pasa? Le preguntaron de adentro, Busco a mi papá, contestó, me dijeron que está aquí.
Ya se marchó y no está aquí, un silencio profundo sigue después, Luis también salió y se fue.
¡Cecilia no puede entender porque Luis se fue! son las cosas de Dios dijo.
Fernando salía y entraba, miró a través de la ventana y se siente como encerrado en ese patio a cielo abierto y rodeado de perros rabiosos que lo acosan.

Como que se le va la voz. Como que se le pierde el sentido. Como que se ahoga con un taco en la garganta.
Ya nadie lo quiere. Ya no sabe si es un sueño o es la realidad.
Metió la mano por un orificio de la ventana y alcanzó a coger una manzana, la mordió y sintió que estaba en descomposición, no había nadie allí.
Fernando se quedó mirando a una mujer de cabellos rizados y caderas protuberantes que entraba y salía.
No tenía agua, no había luz ni gas es como un destierro. No siente el pelo, no encuentra la cara y sus manos están más arriba de los hombros.
Sin embargo, era muy consiente que se iría para siempre,

Fernando se puso a orar llamando a Cecilia fuertemente, a Luis, a Diego.
Hubo un tiempo en el que estuvo oyendo durante muchas noches el rumor de la voz de su mamá.
Le llegaban los ruidos de su voz hasta la media noche.
Se acercaba a la ventana para ver si había alguien, pero estaba oscuro.
Nada. Nadie. Las piezas estaban solas como ahora.
Luego dejó de oír la voz. Y se cansó y se quedó dormido.
En sueños seguía oyendo voces como ecos. Con espanto oía el aullido de los perros.
Fernando no se pudo despedir de nadie, pues todos lo habían abandonado.

En la madrugada se fueron apagando sus recuerdos.
ya no oía el sonido de sus palabras.
En un arrebato de fe dijo: ¡todo está consumado! al medio día salió y se fue,
Cecilia está ahí con él. Ella lo reconoció y andaban juntos.
En la tarde, Cecilia está en Soacha ilusionada con ver a sus hijos. Cecilia y Fernando siempre están juntos.
Eduardo se encontró con Diego y se cruzaron la mirada fijamente, Diego sonrió se escondió en su pieza, estaba bien vestido, listo para irse.
Durante el desayuno tomó su chocolate como todas las mañanas, se sentía inquieto y preguntó ¿oye
quién está cumpliendo años hoy?
Cecilia contestó Eduardo.
Entonces se detuvo en su pieza y decidió quedarse en la casa, colocó la cabeza sobre la almohada, subió una pierna sobre la cama y salió y se fue.
Él se comportaba como un niño dijo Eduardo, un niño con 76 años encima contestó la Doctora.
Si, él vivía sin afanes, se reía solo, no se quejaba de nada acotó Eduardo.
No quise molestarle dijo la Doctora. A pesar de todo, era como un niño. Está bien, lo siento.
Al subir las escaleras vio a Lucia y Alberto almorzando con sus tres hijos y sus dos nietos. Ella nunca lo mandó al olvido y aún hoy sus labios lo nombran.
Al rato Luis entró nuevamente y dijo que se le había reventado un resorte.
Su último viaje a la oficina de Lázaro lo había dejado exhausto.
Nadie le creía porque parecía que no hablaba en serio y así pasaron varios días sin que se le prestara la atención requerida.
Estaba encerrado en la casa, acorralado,
desahuciado y ninguno podía ayudarlo, eran como las cuatro de la tarde y Luis salió y se fue.

Diego llegó a Matatigres para hacerse cargo del taller de mecánica porque le dijeron que su padre, estaba muy enfermo.
Cecilia le dijo, no dejes abandonado a Luis en estos momentos tan difíciles.
Estoy segura de que lo está necesitando con urgencia, hace días que no viene a la casa y se encuentra solo encerrado, muriéndose en ese taller.
Entonces Diego así lo hizo.
Y de tanto decírselo se quedó trabajando al lado de Luis y Pablo.
No le vaya a cobrar por la ayuda, hágalo de corazón.

Exígele que vuelva a la casa, aquí lo cuidaremos mejor.

Que se olvide de rencores, hijo dígale que vuelva.
Así lo haré, mamá. Contestó Diego inmediatamente.
Pero no pensaba cumplir su promesa por mucho tiempo debido a que había tenido varios altercados con Luis.
Hasta que ahora le tocó volver por obligación y de este modo se esforzó por trabajar nuevamente en el taller a pedido de su madre.
Por eso vine a Matatigres para atender los negocios de mi papá, se expresó Diego ante sus hermanos.
Era ese tiempo de la bonanza cuando a Diego lo llamaban de muchos talleres para realizar su trabajo de latonero.
El trabajo en noviembre y diciembre abundaba y en enero y febrero se escaseaba.

Diego trabajaba dos meses y descansaba hasta que se le acababa el dinero.
Pero el que trabaja bien se lo pelean los dueños de los talleres.
Y Diego prefería trabajar en otros talleres porque le pagaban completo el jornal en cambio al lado de Luis estaba triste porque no se veía el pago todos los fines de semana.
Eso es lo que no entiende mi mamá; decía Diego con nostalgia, entre resignación y suspiros. Siempre fue así se volaba del taller con otros patrones y el retorno era porque le daba pesar con su padre.
Pero jamás volvió con alegría siempre traía los ojos llenos de tristeza de tener que volver obligado.
Hoy es diferente porque vengo con los ojos de mi mamá quien me los dio para ver la necesidad por la que pasa mi papá y no por el dinero.
Hay allí mucho trabajo comenzado dice Luis y le recomienda que trabaje duro con sus hermanos para llevar comida a la casa.
La voz de Luis no era tan fuerte, era más bien suave, casi apagada, como si hablara consigo mismo.
¿Y por qué volvió usted a Matatigres, si se puede saber? preguntó Pablo. Vengo a ayudarle a mi papá contestó. ¡Ah! Eso dice siempre pero a los pocos días se vuelve a ir, no eres constante, dijo él.
Y siguieron trabajando en silencio, vamos cuesta abajo, como dice el tango dijo Luis, que tiene los ojos hinchados por lo pesado del sueño.
¿Y cómo sigue su padre?
preguntó Lázaro preocupado por la ausencia de Luis.
Ya está mejor don Lázaro, pero no quiere salir de esa pieza.
Déjelo tranquilo menos mal que tiene a su hijo mayor atendiendo el taller.
Yo también soy hijo de Luis dijo Pablo y también estoy ayudándolo. Todos somos sus hijos dijo Luis, pero de distinta madre, por lo menos él me llevó a bautizar dijo Pablo.
Con usted debe haber pasado lo mismo?
No me acuerdo, pero creo que si contestó Luis.
¡Váyanse al carajo! Gritó Diego, no confundan a don Lázaro.
¿Qué dice usted? Preguntó don Lázaro. Que ya le estamos terminando su carro para entregárselo.
Sí, ya lo veo. Gracias Diego.

En Talleres Santacruz de Matatigres el patrón Luis Celis se enfermó y sus hijos lo reemplazan dijo don Lázaro.
En Soacha los niños juegan y aturden con sus gritos. Cecilia se distrae con el vuelo de las palomas conversando con Diego y Eduardo y disfrutando un cielo azul del atardecer.
Ahora estaban aquí, en este pueblo sin ruidos.
Oyendo caer las pisadas sobre las piedras redondas con que estaban empedradas las calles.
en el bic
campeon y goleador BIC 1994
Algunas casas están vacías con las puertas cerradas invadidas de yerba.
Al cruzar una bocacalle vieron a Fernando fumando un cigarrillo y se desapareció como si no existiera.
Después volvieron a verlo de frente y lo siguieron con la mirada.
Diego le llamó muy fuerte:
Fernando miró y sonrió
¿Es que no sabe dónde vive? Allá está la casa junto al centro de salud. Fernando se fue en silencio y Cecilia lo guiaba.
Su voz estaba desafinada, su boca como seca y la cabeza muy desprendida de los hombros, sus ojos clavados en la tierra.

Fernando ha sufrido mucho, siempre lo he visto enfermo, dijo Diego.
Volvieron a la casa, aunque los niños seguían jugando, Cecilia la sintió muy fría.
Ni las palomas, ni el cielo azul, la pudo consolar, sentía una agonía en todo su ser.
Cae la noche y se escucha solamente el silencio, aún no esta acostumbrada a quedarse sola, su cabeza sufre de calores.
No entiende porque está viviendo en un pueblo tan solitario, conversando con alguien que no existe.
Llegó la hora de despedirse
Diego va para Matatigres.
Eduardo va más allá, donde se ven los cerros orientales.
Allá tiene su casa. Si usted se quiere venir a vivir conmigo, será bienvenido, le dijo a Diego.
Diego le agradeció diciendo ¿Dónde más podré encontrar alojamiento seguro? Solamente en su casa y donde Lázaro si es que todavía vive. Dígale que va de mi parte se escuchó una fuerte voz y una carcajada.
¿Y cómo se llama usted?
—Luis su papá —contestó. Lo alcanzó a ver y le dijo
soy su hijo.
Parece que nos hubiéramos puesto cita.
Parece que se hubieran estado esperando, porque se abrazaron y de inmediato se metieron por unos cuartos oscuros y desolados.
Iban caminando a través de un angosto cuarto que no tenía puertas, solamente aquella por donde entraron. Diego encendió una vela y lo vio vacío.
Aquí no hay dónde acostarse dijo. No se preocupe por eso mijo, contestó Luis sonriendo.
Estoy cansado dijo Diego.
Vamos a tomar un tinto y algo de comer, después organizamos lo de la dormida, contestó Luis.
En la enramada el agua gotea hacia la arena del patio. Diego organiza la herramienta mientras Luis y Pablo daban vueltas y rebotes tratando de abrir las puertas de un carro. Ya se había ido la tormenta y de vez en cuando cae la brisa sobre el taller de Celis e hijos.
Las palomas van al patio, picoteando las lombrices desenterradas.
Cecilia apareció en medio de un sol de colores que jugaba con el aire de la mañana. Fernando sintió sus manos suaves que le acarician su cara, mijo he orado mucho por ti.
El aire levanta sus vestidos de seda y los hace reír. Se juntaron en un fuerte abrazo con la mirada fija en sus ojos. Mientras un rio de agua viva corre entre sus dedos.
Sus cabellos vuelan al viento, como si hubieran sido levantados por las alas de un pajarillo.
Y desde arriba, como el pajarillo caen haciendo maromas y acrobacias, sobre el verdor de la tierra.
Cecilia tiene sus labios rojos como si hubiera besado el pétalo de una flor.
Fernando tiene su rostro fresco como el de un muchacho.
Mi mamá está viva gritó. Ya me estoy acostumbrando a verla tan radiante, como una luz.
Siempre he estado cerca de ti le dijo mirándolo con sus ojos negros, enmarcados por frondosas cejas. Fernando alzó la vista y miró a su madre con ternura.
¿Sabes que estoy pensando? Que vamos a estar aquí juntos por mucho tiempo, mucho tiempo.
Vamos a tomar tinto.
—Ya voy, mamá. Ya voy.
Ahí estaba Diego con Eduardo y Mauricio, oyéndolos conversar, aunque ellos no los veían, se quedaron callados, para no molestarlos.
¿Dónde te habías metido? Dijo Cecilia cuando sintió la presencia de Diego le dijo:
Te estábamos buscando.
Estaba en el otro patio contestó Diego, donde no hay perros rabiosos.
¿Y con quién? ¿trabajando?
No, mamá, con el pastor estaba orando. Cecilia miró a Eduardo y a Mauricio, con sus ojos negros bien abiertos.

EN EL BIC
Una juventud exitosa
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¿Y les habló muy duro como si estuvieran a kilómetros de distancia, encima de las nubes, en el más allá, vamos a rezar el rosario? Estamos en el novenario de Luis. Claro que si contestaron ellos.
Allí está Lucia en el umbral de la puerta, con una vela en la mano, lista para rezar el rosario. Me siento triste, dijo. Entonces se dio vuelta y colocó la vela en el candelero.
Cerró la puerta comenzó a orar mientras caía la lluvia. El reloj marca las siete en Soacha.
Cecilia recordó que Luis fue un buen hombre, muy cumplido y le perdonó todos sus errores. Era quien nos alcahueteaba todo en Pereira dijo y lo siguió haciendo todavía después que se vino para Bogotá dijo Diego.
Me acuerdo del desventurado día que sucedió el accidente automovilístico de Lucia dijo Cecilia. Todos nos conmovimos porque todos la queremos. Pero Luis casi se enloquece era la luz de sus ojos.

En diciembre nos llevaba regalos a Calarcá, recordó Eduardo.
Y nos contaba historias de las cosas que sucedían en Bogotá, dijo Amanda.
Era un gran conversador incansable, dijo Diego, mi papá era un personaje en Matatigres.
Después que se le reventó el resorte dejó de hablar. Decía que ya no tenía sentido decir cosas que no servían para nada. A las comidas ya no les encontraba ningún sabor. Desde entonces enmudeció, pero, eso sí, no se le acabó la costumbre de gritar a la gente.
Al final Luis pensó que debía estar muerto, seguramente.
Bueno, ya no me preocupa porque los hijos están grandes, dijo.
Se puso a mirar a Cecilia que la tenía al frente y pensó que debió haber pasado momentos difíciles, pero aguantó los cincuenta años conmigo, concluyó.
Eran casi las cuatro en Soacha y todo estaba en silencio.
Cecilia se quedó mirándolo y pensó que ya habían pasado Cincuenta años y no pudieron vivir como querían sino como podían, la vida en Bogotá es difícil para todos concluyó y no puede creer que Luis se muera primero. |

Luis María Celis Rey
Cecilia López de Celis
Diego Celis López
Ferney Celis López
Lucia Celis López
Luis Fernando Celis López
José Eduardo Celis López
Amanda Celis López
Conversando con Eduardocelis
Volumen II año 2021
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JOSE EDUARDO CELIS LOPEZ SITIO OFICIAL
Conversando con Eduardocelis II
eduarditocelis en el bic
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JOSE EDUARDO CELIS LOPEZ
EN BOGOTA D.C.
Cecilia y Luis llegaron sorpresivamente al Barrio San Antonio de Bogotá.
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en el bic

Una juventud exitosa
En la noche observan la lluvia de estrellas de la Urbe Capitalina.

Ven pasar los trolebuses por la Caracas, con sobrecupo de pasajeros.

El frío penetró los huesos de Cecilia y los obligó a entrar a Casabianca.
Allí encontraron su amor platónico.

Llovió toda la noche y Cecilia tosió insistentemente.
Poco a poco fueron acomodándose al nuevo ambiente familiar.

Ella tiene una apariencia sexagenaria y a Luis los años le pasan por encima.
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El cuenta con cincuenta y cuatro años y Cecilia con cuarenta y seis parece mayor.
Cecilia tiene sus ojos negros, su cabello corto ondulado, la mirada firme con la frente siempre en alto. Luis tiene su voz fuerte, varonil y su sonrisa artística.

Cecilia no está acostumbrada a este frío y Luis se encuentra aclimatado.

Escuchando el salpicar del agua se quedaron dormidos.
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Por la mañana volvió a llover y cuando despertaron alcanzaban a sentir la leve llovizna.
Los vidrios de las ventanas se oscurecieron y resbalaban gotas como de gruesas lágrimas.
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De pronto Cecilia se iluminó con los relámpagos, mientras pensaba en sus seis hijos, uno por uno de mayor a menor.

Al medio día caminaron hacia la plaza de Bolívar.

EN EL BIC
campeon y goleador BIC 1994
Caía una pertinaz lluvia.

Las calles mojadas dejan escapar vapor al contacto del sol con el betún del asfalto.
En la Plaza vieron volar las palomas, moviendo el aire con sus alas mojadas.

Pisaban el pavimento, como dos niños jugaban y cantaban disfrutando el hielo Capitalino.
La Atenas Suramericana está inmensamente fría y acogedora.

Cecilia cubre sus manos con las mangas del abrigo y tiene los labios congelados.

Luis la abraza suavemente.

En el centro descubren una mole de edificios que se alinean formando una selva de cemento.
Suben a un restaurante frente al palacio de justicia, conversando sobre el taller y el comportamiento extraño de su hijo Fernando.
Durante el almuerzo dialogan animadamente.
Cecilia está pálida, el clima de esta ciudad le ha afectado su salud.
Luis asume una actitud alegre, ella levanta la frente y se alisa su pelo.
Bajan por la escalera eléctrica y salen a la séptima, congestionada por la gente y el ruido.
Observan negocios de música, almacenes de ropa, cafés, librerías, Iglesias, museos y el mítico Cerro de Monserrate.
Ya han pasado cinco años que no compartían juntos, desde que Luis trasladó el taller de Calarcá, a la vieja calle sexta de Bogotá.
A esa hora el sol les daba por la espalda, un sol desfigurado por las nubes de los cerros orientales.
Ahora comienza una llovizna de nieve, que observan eufóricamente.

Lloviendo y haciendo sol, son las gracias del Señor, exclama Cecilia.

En la tarde regresan a casa por las mismas calles mojadas.
La gente Bogotana es culta y muy elegante concluyó Cecilia.
Luis se recostó en la cama y duerme profundamente mientras penetra un rayo de sol por la ventana de enfrente.
Cecilia comparte un café en compañía de Fernando.
Respiran un aire tranquilo, sienten muy cerca el latir de corazones, perciben la presencia del amor.

La llegada a Bogotá les ha regresado la ilusión de una nueva vida.
Fernando no encuentra la punta de sus deseos, a veces dice que desea estudiar en lugar de trabajar.
Es muy rebelde, Cecilia lo conoce bien desde que era niño, pero nunca ha entendido la razón de su rebeldía.

Una tarde en Calarcá tiró la cama, las cobijas, las almohadas y el colchón al patio, recuerda Cecilia.
Se encuentra como aprisionado dentro de su propio cuerpo, dice ella.
Después de tomar el café guardaron silencio por un buen rato, Fernando se rio nervioso y Cecilia lloró, hasta agotar sus lágrimas, no pudo levantarse pues tenía una pierna inflamada.
Solo se oía el aire tibio que entraba del patio de Casabianca y el rezongar de un pajarillo, que hace nido encima del lavadero.
Llegada la noche las luces en Casabianca se apagaron, dejando ver las estrellas fugases recorriendo el firmamento Bogotano.

Al otro día Luis se levanta hablando fuerte, como para que todos escuchen.

Aquí se acostumbra trabajar o estudiar o ambas cosas a la vez, gritó.
Fernando se quedó paralizado en la cama, pareciera que se muriera cada día una parte de su cuerpo.
Los demás se movilizan presurosos al oír la voz fuerte de Luis.
Luis es enérgico y autoritario, desde muy joven ha estado metido en el taller y nunca ha tenido vacaciones
Fernando se quedó en la cama y estuvo haciendo planes alegres en su pensamiento.
Trabajar y estudiar es su objetivo.
Comenzó a llenarse de sueños y a darle vuelo a sus ilusiones.
Se fue formando un mundo alrededor de la enseñanza que su padre le inculcaba.
La vida es dura aquí, es difícil vivir, exclamó Fernando saltando de la cama y soltando una risotada.
Hay que saberla vivir, estamos en la Capital y está todo por hacer, dijo Cecilia para animarlo.
Fernando la escuchó, salió al patio, sintió muy cerca ese amor platónico.
Levantó la cabeza y miró el cielo Bogotano que llovía estrellas.
Hubiera querido ver los cerros, pero allí no había árboles, el viento arrastraba las nubes y oía murmullos de voces que salían de los techos.
Vagó por los alrededores de Casabianca, organizando sus ideas.
En la pequeña ventana del altillo, vio una sombra larga y descorrida hacia el techo que daba vueltas y se movía como la llama de una vela y se oían sollozos confundidos con la lluvia. Fernando cerró los ojos y abrió en llanto.
Recorrió con su vista todas las ventanas que estaban cerradas.
Observó de pronto que las cortinas se movieron suavemente, estaba triste.

Sintió frío y entró.
Después se escuchó una serenata en Casabianca.
Aparece la guitarra de Cacho López interpretando a unos ojos, cosas como tu, plazos traicioneros, mar y cielo.
Fernando le dio la mano.
José Eduardo Celis López
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GOLEADOR DE FUTBOL
EDUARDOCELIS GOLEADOR
Libro sobre un goleador de fútbol
COMO SER UN GOLEADOR
DE FUTBOL
Por: José Eduardo Celis López
EDUARDOCELIS GOLEADOR


2012
INDICE
Agradecimientos
Introducción
PRESENTACION Y OBJETIVOS
DESARROLLO
PALMARES
Módulo1.-
LO QUE CUENTA SON LOS GOLES CONVERTIDOS
Módulo 2.-
ACONDICIONAMIENTO FISICO
Módulo3.-
ADONDE COLOCAR EL BALON
FRASES FINALES
SECCION COMO HACER GOLES
FIGURAS DEL RECUERDO
Agradecimientos
F
raternal saludo a todas las personas habitantes del planeta fútbol.
Agradecimientos a los compañeros de estudio, de trabajo y amigos de los equipos de fútbol donde tuve la oportunidad de jugar por que sin su concurso y experiencias hubiera sido imposible lograr tantos éxitos y tantas satisfacciones durante toda mi juventud.
Gratitud a mis hermanos Ferney y Fernando quienes me antecedieron en el fútbol, motivándome a la práctica de este maravilloso deporte.
A todos les doy una cordial bienvenida
EDUARDOCELIS GOLEADOR

celis goleador
Introducción
H
e querido escribir sobre las técnicas mas acertadas para ser un goleador de fútbol, tal como Ronaldo, Klinsman, Stoichkov, Pelé, Puskas, Romario, Roberto Dinamita, Zico, Gerd Miller, Hugo Sánchez, Alfredo Diêstèfano, Garrincha, Johan Cruyff, Mario Alberto Kempes, Paolo Rossi, Jairzinho, Ronaldo, Diego Armando Maradona y Rivaldo entre otros.
Todos ellos algún día soñaron con ser grandes goleadores en sus respectivos equipos y en las Selecciones Nacionales, se mentalizaron, se esforzaron y lo lograron.
El presente libro acumula las herramientas necesarias para triunfar como goleador, dentro del divertido mundo del fútbol.
Es ideal leerlo antes de jugar un campeonato.
El saber hacer goles no es una labor fácil y todos podemos opinar en este propósito, por eso afirmo que el presente libro es el fruto de mis propias experiencias vividas dentro del campo de juego.
Los variados métodos técnicos y tácticos permiten entender la diferencia que representa ser goleador, con relación a los demás compañeros de equipo.
La mayoría de futbolistas que sueñan con ser goleadores no tienen la oportunidad de acceder a un curso de carácter profesional por eso en este libro recurro a nociones empíricas, conocimientos fundamentales, orientaciones prácticas y en definitiva unas enseñanzas adquiridas en la cancha, que permiten disponer de una formación integral útil para lograr ser un goleador de futbol.
El goleador necesita preparación y este libro me permite aportar conocimientos y destrezas básicas, para triunfar en esta actividad tan gratificante como la de ser un goleador de fútbol.
PRESENTACION Y OBJETIVOS
E
s este un libro formativo que quiero dirigir a todos aquellos jugadores que están comenzando en esta actividad o que llevando mucho tiempo ejerciendo como jugadores aún permanecen activos.
Pretendo concretar un trabajo sencillo y disciplinado que permita el logro de resultados positivos.
El objetivo es transmitir un sinnúmero de actividades físicas, técnicas y tácticas, que garanticen de una manera efectiva, el éxito del goleador frente al arco contrario.
Y que los goleadores dispongan de una guía clave, que sirva de consulta permanente.
Es importante destacar que la mayoría de los goleadores se han formado empíricamente, sin que haya de por medio una orientación profesional, muchos de ellos entrenan y se preparan para la práctica del fútbol, sin embargo sus cualidades innatas lo llevan a resolver situaciones frente al arco contrario a base de sus propias experiencias.
Con este libro quiero aportar en este proceso de aprendizaje, para que los jugadores conozcan de antemano un camino efectivo que debe seguir un futbolista, para convertirse en un goleador.
No es de extrañarse que en el transcurso del material disponible, insista en acciones y frases, lo que busco con ello es afianzar conceptos y movimientos claves dentro de la cancha.
DESARROLLO
El libro consta de 3 módulos, con actividades independientes, que constituyen el material propiamente dicho.
Propongo un trabajo práctico continuo dividido en varios apartados diferentes, que incluyen los tres componentes principales: Psicología Deportiva, acondicionamiento Físico y Entrenamiento Personal e independiente.
Se tienen que realizar en su totalidad tanto el trabajo práctico desde antes de iniciarse el torneo, como el examen presentado dentro de la cancha de juego.
Al finalizar el campeonato se debe obtener la mayor cantidad de goles anotados.
Cuando el trabajo práctico no se haya realizado cabalmente en la cancha, debe volverse a comenzar hasta que se realice correctamente.
El examen final se hará participando en un campeonato oficial, donde se pongan en práctica todos los conocimientos adquiridos.
Si se suspenden las rutinas de trabajo, lo mas seguro es que no se podrán obtener resultados positivos.
En este caso habrá que esperar hasta el final del torneo y evaluar así su efectividad.
Hay que tener una gran responsabilidad en el cumplimiento de las metas y objetivos propuestos y actuar correctamente dentro y fuera de la cancha de juego.
EL GOLEADOR
Desde el pitazo inicial busca el gol.
Debe tener buena técnica, buen manejo del balón y mucha sensibilidad para golpearlo con ambos pies.
Los tiros al arco deben ser precisos y potentes.
Elegir precisión o potencia depende de la situación de la jugada y de la característica de la pegada.
Debe ser egoísta dentro del área y debe desarrollar un olfato de goleador que ayude a la ubicación frente al arco contrario.
Como por instinto, cruza el balón al palo cambiado.
PALMARES: Jugador, Campeón y Goleador.
EDUARDO CELIS
En la U. Javeriana con Armando Camacho Garcia, Andres D'Achiardi y Carlos Parra, en la U. Central con Jorge Celis, Eduardo D'Antonio y Memo Navarro, En la Metropolitana con Asdrubal Lòpez, Toño Londoño, El Mono Ochoa, Pedro Padur y El pollo Garzòn, En la Liga de Bogotà con Josè Romero Romerito, Walter Luna y Federico Galviz y en Calarcà con Hoover Guevara, Pipa Botero, Garrincha Correa, Toño Guzmàn y Javier Cano.
En America con Gerardo Osorio, Suso, Mario Obando, Jairo y Camilo Mèndez, en Rio de Janeiro con Hernàn Dìaz, Willy Montoya, Ramiro Rodriguez, Simòn Susa y Hugo Garcia Nassor, en GorniK con Hugo Baròn, el Ñato Ramirez, Chucho Valencia, Orlando Espinosa y el Ñato Gonzalez, en Colombia Junior con Gustavo, Carlos y El Pocho Gònima, en Maracaneiros con Guillermo Mariño, El paisa Leòn Dario Muñoz, Risa Moncaleano y Fernando Fandiño, en Talleres Tyko con Jaime El negro Restrepo, Pacho Garcia y Jairo Diaz, en San Carlos con El Roky Rivera, Hermes Calderòn, Nemesio y Ruperto Pinilla y en el Olaya Herrera con El Caleño Manuel Rojas, Hugo Rosas, Orlando Alfonso y El Profe Heredia. En Adebic con Nelson Cuesta, Miguel Corredor y el Beatle.
En el B.IC. con Toño Cañòn, Edgar Avellaneda, Sigifredo Triana y El Negro Gutierrez, en Carrera Octava con Josè Rincòn, Angelo Parra y Luis Ernesto Suarez, en La Magdalena con Jaime Leal, Cèsar Zambrano y Neftaly Manrique, en el Restrepo con Hernàn Alvarez, Alfonso Muñoz y Pedro Lòpez, en Negocios Nacionales con Fernando Gonzàlez, Hernando y Alonso Parra, en Auditorìa con Carlos Maldonado, Jairo Orjuela, Julio Cèsar Pèrez y Ricardo Sanchez, en la Selección de mayores con Augusto Baròn, Juan Fernando Velàsquez, Abel Suarez y Omar Mèndez, en Veteranos con Marcos Sarmiento, Germàn Leyton, Vicente Muñoz y Gonzalo Reyes y en la Colonia Calarqueña con Toño Figuras, Hildebrando Martinez Ferney Celis, El Viejo Nossa, Nivelson Giraldo y Kiko Bedoya.

El fútbol actual cuenta con entrenadores de arqueros y con especialistas que trabajan el sistema defensivo de los equipos, sin embargo brillan por su ausencia los educadores de goleadores, quizás por eso el fútbol se ha vuelto tan defensivo y tan escaso en goles.
MODULO I: Lo que cuenta son los goles convertidos.
En este módulo hablo entre otras cosas del objetivo principal que debe tener un aspirante a ser goleador desde los inicios de un campeonato, del propósito fundamental que busca y de la actitud de un futuro goleador ante los goles convertidos y las opciones erradas.
La mentalidad que debe plantearse, la preparación psicológica ante los resultados obtenidos y la importancia del aspecto práctico a la hora de definir ante el arco contrario.
También hago mención a los grandes goleadores del fútbol, a los objetivos que obtuvieron, la metodología que utilizaron y los resultados que dejaron marcas y records como referencias a nivel internacional.
Como lección fundamental, este primer capítulo, deja una enseñanza práctica y cierta para nunca desmayar en la intención de ser el máximo goleador del Torneo.
El aspecto psicológico ocupa un porcentaje alto al momento de la efectividad de un goleador de futbol, el éxito obtenido en el transcurso de un campeonato, se debe a la cantidad de aciertos frente al arco rival, no a los desaciertos, los cuales quedarán irremediablemente en el olvido.
Módulo 1 – LO QUE CUENTA SON LOS GOLES ……………………CONVERTIDOS
E
l jugador de fútbol se forma en un ambiente de colectividad, desde su inicio recibe información relacionada con la labor de equipo, es una condición indispensable para la práctica de este deporte, por tal razón los jugadores de fútbol carecen en su mayoría de condiciones individuales que le permitan constantemente estar en función de convertir goles.
Si observamos con atención un partido de fútbol, detectamos que en su desarrollo transcurren lapsos de aproximadamente 10 minutos sin que ninguno de los dos equipos realice un tiro directo al arco, esto obedece en gran parte a lo anteriormente expresado, debido a que la mayoría de jugadores no tienen la costumbre de hacer constantemente tiros directos al arco, desde diferentes ángulos y lo que es peor aún, temen fallar y ser criticados.
Es esta la razón que me anima a expresar sin temor a equivocarme, que lo primero que tenemos que trabajar es la mente del jugador, para que desde el mismo momento que pise una cancha de fútbol tenga la decisión indeclinable de patear al arco constantemente, aumentando así las posibilidades de anotar goles, llegando a la conclusión que quienes así actúan, normalmente anotan por lo menos un gol por partido, suficiente para ubicarse arriba en la tabla de goleadores en cualquier torneo de fútbol.
Por tal razón antes de iniciar formalmente los siguientes módulos, es necesario dejar constancia que es absolutamente obligatorio que los jugadores entiendan de una vez por todas, que si no patean al arco contrario constantemente, es imposible ser goleadores de fútbol.
C
omo cualquier cátedra que se inicia, es necesario realizar acciones concretas, normales, pero que exigen un compromiso grande y mucha convicción.
Pretendo que al cumplir cabalmente las rutinas técnicas, se obtienen condiciones ideales para convertir en goles la mayor cantidad de opciones, que se presentan en todo campeonato.
La primera lección recibida es ser conscientes que todos los goleadores históricos, han sido famosos por los goles que anotaron y no por los que erraron.
Nadie se acuerda de las opciones desperdiciadas.
Menotti dijo: “juega futbol como si nunca pudieras cometer un error, pero no te sorprendas cuando lo cometas”.
Ya sabemos que para un goleador "sólo vale hacer goles", pero también es muy importante trazar el objetivo de ir mejorando día a día, partido tras partido y de aprender de los errores, sobre todo si se cometen intentando el gol.
Pelé es famoso por los goles que hizo y nadie lleva la estadística de los que desperdició.
Hay que intentar los tiros al arco, constantemente.
No meter tantos centros sino pegarle directamente al arco.
Hay que tener un arco dibujado en la mente.
Hay que pegarle al balón con el perfil que venga.
No hay que dudar frente al arco contrario.

La preparación física, técnica y mental es indispensable antes de iniciar el campeonato y es muy importante tomar muy en serio la pretensión de ser el máximo goleador del torneo.
El presente libro aplica exclusivamente para quienes pretenden ser goleadores de futbol, en una preparación importante y exclusiva del goleador.
El goleador de futbol tiene que ser el jugador más despierto y más atento dentro del campo de juego.
El goleador de futbol tiene que tener tranquilidad y serenidad en el momento de definir frente al arco contrario.
El goleador de futbol tiene que saber elegir la mejor opción, cuando se le presenta la oportunidad y definir en fracciones de segundos.
Todos los goles son importantes en un campeonato, es recomendable practicar los cobros desde el punto penalti.
Al final, a la hora de las estadísticas todos suman y no hay diferencias.
Al momento de anotar un gol cualquier recurso es importante, puede ser con el pecho, con la rodilla, con cualquier parte del cuerpo, aún con la mano Maradona marcó un gol en un mundial.
Al cerrar este primer capítulo destaco la importancia que tiene para un goleador siempre estar de cara al arco, rematando desde cualquier ángulo, sin temor, con la convicción de anotar por lo menos un gol por partido.
Con voluntad y persistencia, unidas a una buena condición física y técnica, se alcanza el objetivo de ser un goleador.
Los goles dan importancia, confianza y reconocimiento.
Poco a poco se va sumando en la tabla de goleadores, sin desmayar, cuando las cosas no se den.
Los entrenamientos con el equipo son colectivos, hay que realizarlos con disciplina, sin embargo la preparación como goleador es independiente y personalizada.
Primero que todo hay que contar con la fortaleza física, en las piernas, los pies, las rodillas, los músculos, el corazón, los pulmones, la vista, etc. todo tiene que marchar a las mil maravillas.
No hay que descuidar detalles, el propósito es muy grande como para arriesgar cualquiera de estas cualidades.
Hay que tener presente que lo que importa son los goles convertidos.


2012


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EDUARDO CELIS
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El fútbol actual cuenta con entrenadores de arqueros y con especialistas que trabajan el sistema defensivo de los equipos, sin embargo brillan por su ausencia los educadores de goleadores, quizás por eso el fútbol se ha vuelto tan defensivo y tan escaso en goles.

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La preparación física, técnica y mental es indispensable antes de iniciar el campeonato y es muy importante tomar muy en serio la pretensión de ser el máximo goleador del torneo.


GOLEADOR: FUTBOLISTA QUE ANOTA LA MAYOR CANTIDAD DE GOLES AL FINALIZAR UN CAMPEONATO
EDUARDOCELIS GOLEADOR
COMO SER UN GOLEADOR DE FUTBOL
H
ay que recordar que hoy en día en las categorías del fútbol base no se exige demostrar cualificación ni conocimientos de ningún tipo para ser el goleador del equipo, el goleador nace y se perfecciona, con lo cual libros como este o similares son fundamentales y sirven para que los futuros goleadores adquieran los conocimientos y destrezas básicas.
Con este libro solamente pretendo aportar cosas basadas en mi conocimiento y experiencia desde un punto de vista práctico pero diferente en cuanto a determinado tipo de conceptos, ideas y teorías, que considero pueden incorporar enseñanzas interesantes a los goleadores de futbol.
He elaborado este libro desde la perspectiva Colombiana en la que nos movemos, realizando un trabajo serio y efectivo esperando que despierte el interés y el entusiasmo de los futbolistas lectores y a los que procuro transmitirles todos mis conocimientos en este aspecto de concretar goles.
Esperamos conseguir el objetivo propuesto:
SER UN GOLEADOR DE FUTBOL.

celis goleador
Como ser un goleador de fútbol es un libro que muestra el camino correcto, para que en una forma sencilla, pero efectiva, un futbolista sea un goleador.
MODULO II: Acondicionamiento físico.
En este módulo hago mención a los diferentes tipos de acondicionamientos físicos, los que se realizan normalmente con el equipo y la preparación independiente, adicional de un goleador.
El futbolista necesita una buena actividad física para mantener buena salud. En un partido de futbol que dura 90 minutos, un futbolista recorre entre 7 y 12 kilómetros.
Durante este tiempo pierde aproximadamente 2 kilogramos de líquidos, a los 45 minutos durante el descanso, el futbolista se debe recuperar e hidratarse.
Teniendo en cuenta estas premisas, quiero recopilar los procedimientos acertados para obtener las condiciones físicas óptimas para un goleador, a diferencia del resto de jugadores del equipo.
Hago referencia a los movimientos tácticos del goleador a diferencia de los demás jugadores y de algunas técnicas claves, sobre como interactuar en las jugadas de gol que se presentan durante un partido de fútbol.
Es preciso realizar una preparación física, acorde con la mentalidad de un goleador, de una manera pausada pero sin tregua, dos veces por semana, sin sobrecargas.
HAY QUE SABER CORRER EN LA CANCHA
Estar preparado física y mentalmente le permite al goleador generar confianza y tomar decisiones acertadas, rápidas y precisas, en fracciones de segundos.
La eficiencia del goleador depende de sus conocimientos y de su capacidad para combinar y analizar rápidamente las jugadas, de tal manera que sus movimientos se optimizan, realizando constantemente diagonales de un lado a otro de la cancha.
Permitiéndole presencia constante y efectiva en todos los costados del área peligrosa de gol.
Las opciones de gol no son siempre las mismas, cada situación es diferente, van cambiando continuamente pero van interrelacionándose, la situación presente con las posibles modificaciones que se van a experimentar en otras jugadas posteriores, en consecuencia el goleador tiene que mimetizarse dentro del área contraria, adaptándose constantemente a esas nuevas situaciones de gol que se van presentando, con naturalidad, con espontaneidad, ubicándose siempre en posición de gol y rematando al arco hasta en la posición mas incómoda, pero siempre colocando el balón dentro de la red.
Saber correr la cancha permite que el goleador siempre esté en el lugar indicado, a medida que las jugadas se generan en la mitad de la cancha, el goleador va buscando el perfil mas adecuado, en espera del centro, del rebote o de un error defensivo, manteniendo una actitud expectante, sin perder de vista al balón y en un movimiento automático y acorde con la evolución de la jugada.
Este movimiento sin balón debe realizarlo a espaldas de los defensores, manteniéndose siempre habilitado.
TRABAJO EFECTIVO DENTRO DE LA CANCHA
Cambiar constantemente de posición es un medio táctico del juego en ataque, es una forma específica de desmarque con el objetivo de escaparse a la defensa contraria e ir al ataque con efectividad.
El goleador debe realizar un trabajo efectivo, moviéndose a lo ancho de la cancha y sorprendiendo en profundidad.
El goleador siempre debe rematar al arco buscando el gol, para tal efecto debe estar permanentemente en zona de ataque, la cual está definida como el último tercio de la cancha, ubicada a unos 30 metros de la portería contraria, esta es la llamada zona peligrosa de gol.
La mayoría de los goles se consiguen en este espacio del terreno de juego, llamado zona peligrosa, es donde siempre existe peligro inminente de gol y se convierte aún en mucho mas peligrosa cuando la jugada se produce desde el espacio ubicado entre los postes y su proyección imaginaria hasta la línea del área de penalti, por ello resulta de especial importancia que el goleador permanezca ahí la mayor parte del tiempo.
Módulo 2 –
ACONDICIONAMIENTO FISICO
En este segundo capítulo del libro, voy a tratar un aspecto de primordial importancia para cualquier jugador de fútbol, la preparación física.
La rutina de ejercicios de carrera suave combinadas con distensión y estiramientos, es una preparación física y Psíquica del organismo.
El objetivo es crear una elasticidad muscular óptima y flexibilidad total, con incremento de las pulsaciones y del volumen cardiaco, generando movilización de depósitos sanguíneos, ensanchamiento de los capilares, aumento de la ventilación pulmonar, regulación motora, repetición de gestos motrices específicos del futbol, alcanzando así la capacidad optima de resistencia durante el tiempo de juego. Es un entrenamiento específico para un goleador.
Es necesario antes de seguir adelante, diferenciar claramente en que consiste la preparación física que se realiza con el equipo y la preparación física adecuada que debe tener un goleador de futbol.
La una no excluye a la otra.
Dejo constancia que es necesario continuar normalmente con los entrenamientos programados en equipo.
Sin embargo la experiencia permite concluir que el trabajo físico técnico táctico que se realiza con el grueso del equipo, va encaminado a estructurar una forma de jugar, un estilo propio que le permita al equipo ganar, pero por supuesto, no esta dirigido a que un jugador en particular se constituya en goleador del campeonato.
En el futbol moderno, se han destacado los entrenadores de arqueros y especialistas en el trabajo físico técnico táctico defensivo, tanto para jugadores de la extrema defensa como para mediocampistas de contención, pero jamás aparece la figura del formador de goleadores propiamente dicha.
El goleador de futbol debe realizar su labor de conjunto, para justificar su presencia en el andamiaje general del equipo, sin embargo, es absolutamente cierto que el trabajo físico que necesita para convertirse en el goleador, es muy diferente y mucho más simple.
Teniendo en cuenta que el objetivo principal es ser el goleador del torneo, lo único que se necesita en realidad es hacer la mayor cantidad de goles posibles, para tal efecto se debe estar permanentemente en esta función, merodeando el área contraria, alistando el gatillo y rematando constantemente al arco.
Lo único necesario físicamente hablando, es tener la absoluta seguridad de correr durante todo el tiempo de juego, sin cansarse.
Por tal razón tenemos una rutina técnica, para realizar en forma independiente, en solitario, en un terreno plano, dos veces por semana, garantizando así la movilidad constante, desde el primer minuto hasta el final del partido.
Esta rutina técnica, debe realizarse sin fallar, hasta convertirla en un hábito, para alcanzar la meta de volar en la cancha, literalmente hablando.
Para ser el goleador del equipo, hay que tener la preparación física necesaria y suficiente. Es fundamental para cualquier jugador, tener una buena condición física.
CORRER DURANTE 75 MINUTOS. 2 VECES POR SEMANA.
Es absolutamente necesario correr durante 75 minutos, dos veces por semana, en 2 sesiones de 37 minutos y medio.
A buen ritmo, pero sin forzar la marcha, lo importante es el tiempo de resistencia.
El objetivo es correr durante 75 minutos sin que aparezca el cansancio, independientemente del entrenamiento con el equipo.
Hay que elegir un sitio para correr durante 75 minutos, dos veces por semana.
INDEPENDIENTEMENTE: ¿Por que?.
Por que a diferencia de los demás compañeros de equipo, el objetivo concreto es ser goleador, Hay que asegurar que esta actividad se convierta en rutina técnica.
En la mente, hay que forjar plena dureza psicológica. El cerebro tiene que notificarse que nace un goleador.
Es fundamental esta parte mental, combinada con la parte física.
Para poder saltar a la cancha con personalidad y seguridad.

celis goleador
El estado físico y Psíquico producto de este acondicionamiento, se caracteriza por el desarrollo de la resistencia.
El futbolista necesita una buena actividad física para mantener buena salud.
TIEMPOS DE DESCANSO Y JUEGO EFECTIVO
La media del tiempo de descansos entre las secuencias de juego, se mantiene con cierta constancia en torno a los 15 minutos.
En un partido de futbol que dura 90 minutos, la media de tiempos de descanso es de 15 minutos, que incluyen saques de banda, de portería, de esquina, cobro de faltas, etc. quedando una media de juego del 83%, correspondiente a 75 minutos de juego efectivos.
El aumento de la efectividad de un goleador de futbol, es en primer lugar consecuencia de la evolución en su resistencia física.
Se ha demostrado que las acciones de gol resultan mas contundentes a lo largo de todo un campeonato, en jugadores que desarrollan una gran resistencia para correr, en comparación con otros de menos condiciones físicas, por tanto los jugadores con mayor condición física aprovechan su capacidad de rendimiento de manera óptima.
Las tablas de relación tiempos de descanso y secuencias de juego efectivo, permiten establecer un acondicionamiento físico para un goleador, consistente en estructurar una resistencia ajustada a dos fases de 37 minutos y medio, para completar 75 minutos de trote, dos veces por semana.
"Trabajo práctico para realizar dentro de la cancha de juego"
Cumplido este prerrequisito voy a enunciar unas técnicas para desarrollar dentro de la cancha de juego, siendo absolutamente necesarias para anotar la mayor cantidad de goles en el campeonato:
Hay que estar dispuesto físicamente para correr cualquier balón.
Hay que estar permanentemente dentro del área peligrosa de gol.
Hay que ser potente y hacer diagonales dentro del campo de juego.
Hay que ser egoísta dentro del área.
Hay que tener olfato de goleador.
Hay que correr todo el tiempo de juego sin cansancio.
Hay que picar constantemente a espalda de los defensores.
Hay que pegarle desde fuera del área, potente y fuerte.
Aquí concluye este segundo Módulo, en donde ya he dejado suficiente claridad que para estar en posición de gol, hay que gozar de un extraordinario estado físico que permita correr constantemente y sin cansancio, ahora me pregunto:

celis goleador

¿En donde colocar el balón?
Para hacer la mayor cantidad de goles hay que saber en donde colocar el balón, es el contenido del siguiente módulo.
La elección del lugar a donde colocar el balón, depende del hueco que dejen los defensas del equipo contrario.
Frente al arco contrario, en las barbas del arquero, en posición de gol, hay que tener claridad mental y no dudar, en donde colocar el balón.
Hay que presionar la salida de los defensores, quitar el balón y disparar inmediatamente al arco, utilizando la sorpresa.
No hay que arrinconarse a las bandas, ni dejarse arrastrar a los costados, siempre hay que atacar de frente al arco.
Utilizar los amagues dentro del área, Amagar al lado derecho y disparar al izquierdo, amagar al lado izquierdo y disparar al derecho.
Hacer enganches dentro del área y pegarle de una vez, utilizando el pie de ejecución, esta acción permite la anotación sin que alcance a haber reacción del contrario.
Acompañar siempre todas las jugadas, por los costados, por el centro, participar en las paredes, siempre con la clara intención de disparar al arco, con cualquier perfil, asociándose con todos, pero pensando siempre en rematar al arco.

SOCCER
Goal Score
Hay que entrar a la cancha con apetito de gol
VIVO… PARA HACER GOLES
CON ESTADO FISICO ENVIDIABLE
MODULO III: Adonde colocar el balón
Este es el módulo más importante y más práctico del libro ya que se centra exclusivamente en la actividad principal del goleador, que es hacer los goles, es un aporte inmenso para el equipo y es el objetivo principal, ser el máximo goleador.
Es ser consciente de lo que representa ser un goleador, del conocimiento profundo para desenvolverse dentro del campo de juego y de las exigencias que conlleva lograr el objetivo.
Menciono recomendaciones para antes de entrar al campo de juego y temas relacionados con la forma de ubicar el balón en el lugar exacto, con el perfil y efectos indicados.
También aporto información valiosa para goleadores, para realizar mejor el trabajo frente al arco contrario, definiendo oportunamente, colocando el balón en el sitio preciso, donde nunca se falla, allá donde les duele a los porteros y sobre todo utilizando las técnicas apropiadas con diferentes efectos, colocando los respectivos empeines para resolver situaciones de gol en fracciones de segundo.
El objetivo fundamental es la de inyectar en la mente, en el cuerpo, en los pulmones y finalmente en las piernas, las habilidades para ser el máximo anotador del campeonato.
El goleador se conoce cuando se vuelve frio e irreverente para definir frente al arco contrario, esas fracciones de segundos previas al gol, son claves en un goleador nato.
El goleador de futbol tiene que ser un deportista integro a toda hora, dentro y fuera de la cancha, entrenando con mucha dedicación y poniendo en práctica en los partidos, todos los conocimientos adquiridos, debe de tener todo bajo control, hasta el más mínimo detalle.
No dejar nada a la improvisación demostrando en todo momento su concentración.
Un goleador tiene que saber manejar siempre las formas de golpear el balón con cualquiera de las dos piernas y tener los recursos suficientes para tomar decisiones en fracciones de segundo.
Para hacer más productiva su labor, el goleador consumado debe de emplear recursos como la palabra, los gestos, las miradas, los movimientos de manos, buscando un lenguaje que lo entiendan sus compañeros y que conecte rápidamente con ellos.
Debe saber mostrarse a sus compañeros de juego oportunamente, utilizando estos recursos según las necesidades del momento.
En definitiva, lo que el goleador transmite dentro del campo de juego tiene que ser con claridad para conseguir el objetivo propuesto, cual es el de actuar con oportunidad y efectividad dentro del área peligrosa, interactuando con sus compañeros para conseguir las metas establecidas.
El goleador de futbol necesita obtener un arsenal de conocimientos técnicos y tácticos, para estar plenamente preparado.
Es necesario entrenarse continuamente en jugadas de movimientos hasta que se produzcan con naturalidad en el desarrollo de su actividad.
Ha de estar continuamente practicando sus técnicas, por eso es fundamental tener las capacidades física y mental bien desarrolladas.
Módulo 3 – ADONDE COLOCAR EL BALON
Cuando ya tengamos completamente resueltos los dos primeros componentes, lo único que nos queda pendiente es meter el balón adentro del arco contrario.
De ninguna manera es caprichosa la decisión de dejar en la última instancia, este módulo tan fundamental del libro.
Muchos jugadores de fútbol llegan al área peligrosa con posibilidades inmensas de anotar un gol, pero por problemas evidentemente mentales, empiezan a mirar para los lados buscando a quien descargarle el balón y así no abrogarse esta responsabilidad de disparar al arco, estos jugadores anotan goles evidentemente, pero nunca podrán redondear una temporada exitosa, arriba en la tabla de goleadores.
Cumplidas éstas premisas, hay que realizar la actividad más importante de un goleador, ubicar el balón en el lugar preciso, en el rincón apropiado.
La elección del lugar adonde colocar el balón, depende del hueco que brindan el arquero y los defensas contrarios.
Vamos a definir claramente en donde colocar el balón y como elegir el lugar apropiado.
En esta parte no se puede improvisar ni tener la menor duda, la condición de goleador exige tener claridad y rapidez mental.
En fracciones de segundos hay que resolver y definir sin titubear, en donde descargar el balón.
Preferiblemente el balón hay que colocarlo a los palos, a los ángulos, ahí donde les duele a los arqueros de fútbol.
UN PEQUEÑO ARCO DE MICROFUTBOL:
¡Para tener precisión y sensibilidad en las dos piernas!
Con un pequeño arco de microfútbol y un balón mediano.
Practicar cinco días de la semana.
A 4 metros del arco aproximadamente, disparar alternadamente con el pie derecho a pegarle al palo izquierdo, luego con el pie izquierdo a pegarle al palo derecho. Siempre, al palo cambiado.
Esta actividad favorece el desarrollo sistemático del sentido que se le da al balón, golpeándolo constantemente mediante este ejercicio, fomentando la motricidad fina de ambas piernas y perfeccionando los diferentes efectos y el dominio preciso de los empeines.
Hasta que no se distinga si se es diestro o zurdo.
Golpear el balón con efecto dirigiéndolo al arco, el contacto con el balón no debe producirse en su centro sino en su parte periférica, dándole al balón una trayectoria curvilínea dirigiéndolo fuertemente hacia el arco, practicar varias formas de golpear el balón con efecto interno y con efecto externo, concluyendo que los tiros al arco con efecto son muy efectivos para marcar gran cantidad de goles.
Golpear el balón con el empeine dirigiéndolo con precisión al arco, es una forma muy efectiva de patear tanto con el pie derecho como con el pie izquierdo, en este caso el pie de apoyo se coloca al lado del balón en dirección del arco, la pierna ejecutora debe tomar buen impulso al tiempo que el tronco del cuerpo se arquea hacia atrás, dando un buen soporte al movimiento de toma de impulso de la pierna levantada. Esta forma de patear el balón da mucha precisión a la pegada.
Golpear el balón con el empeine exterior del pie, dirigiéndolo al arco en forma recta y con efecto, tomando un pequeño impulso también en forma recta, en este caso el pie de apoyo no se coloca demasiado cerca del balón y la pierna ejecutora se balancea hacia adelante, extendiendo la punta del pie hacia arriba e inclinando el tronco del cuerpo hacia atrás durante el momento del impulso.
Golpear el balón con el empeine interiordel pie, es la forma mas usual de pegarle al balón con efecto de precisión, tomando un impulso en forma de curva, colocando el pie de apoyo en forma diagonal con respecto del arco, la pierna de juego se balancea describiendo una curva y el pie de ejecución se extiende hacia arriba y hacia el exterior al mismo tiempo.
En esta ejecución el tronco del cuerpo se inclina hacia atrás durante la toma del impulso y lentamente mientras se patea se dirige hacia adentro.
Esta forma de patear el balón con el empeine interior es muy aplicable para cualquier tipo de distancias, resaltando su efectividad por la dirección recta que toma el balón y con efecto.
Golpear el balón con el interiordel pie en forma plena, es decir pegarle al balón con la cara interna del pie, en este caso la toma de impulso se efectúa en la dirección del arco, hacia donde también indica la punta del pie de apoyo, la pierna de ejecución la giramos noventa grados hacia afuera con respecto a la pierna de apoyo.
Esta forma de pegarle al balón es muy suave y precisa, aplica para distancias cortas y medianas.
Estas técnicas permiten encarar al portero y dirigir los tiros a los postes: cuando se encare al portero no hay que mirarlo a la cara, mientras se avanza con el balón ceñido a los pies, vamos mirando que palo queda descubierto y ahí es donde se coloca el balón, sin dudar ni un instante.
Por eso repito que la elección del lugar a donde colocar el balón, depende del hueco que brindan los porteros contrarios.
Cuando se tiene el balón en los pies, se rastrea con los ojos en fracciones de segundo, se ubica en donde está el hueco y es ahí donde se coloca el balón.Con mucha serenidad.
Ya sabemos en donde colocar el balón.
En el lugar exacto, donde nunca falla.
Hay que desarrollar frente al pequeño arco de microfútbol, precisión, potencia y sensibilidad en las dos piernas. Hasta que no se distinga si se es diestro o zurdo.
Cuando se encara al portero, se define a uno de los postes, con el perfil que se tenga.
Puede ser a ras de piso si el arquero sale y deja un palo descubierto.
Si el arquero está salido del arco, hay que sorprenderlo con un fuerte tiro rastrero, no hay que permitir que se acomode, hay que patear fuerte, potente, rastrero al palo descubierto.
Puede ser a media altura cuando el arquero se tira al piso y descubre los palos y el travesaño.
Cuando es el arquero que sorprende, arrojándose al piso, deslizante, hay que pegarle por debajo al balón, levantándolo a media altura y colocándolo a uno de los palos.
Se puede hacer un globo, colocando el balón arriba, cuando el arquero sale y cierra los ángulos, asegurándolo por encima del arquero, no importa la estatura de éste, lo que importa es la precisión de la comba.
Como último recurso por entre las piernas del arquero o ceñido al palo, cuando se cierran todas las posibilidades, por ahí entran, si no hay otra opción, por entre las piernas con un disparo seco o contra el palo del arquero.
Cuando el balón venga trompicado se debe colocar el cuerpo pleno, pararlo, auto habilitarse y rematar a uno de los palos, como por instinto.
Parar el balón con el pecho y situarlo en la posición ideal para el remate, colocándolo con el pie izquierdo al palo derecho y con el pie derecho al palo izquierdo.
El disparo directo al arco, colocado a uno de los palos o a los ángulos, representa el medio táctico más importante de ataque y la manera más efectiva de anotar.
El disparo a portería exitoso, significa arriesgar de manera rápida, directa y decidida contra una defensa densa y cerrada, con un arquero tapado y sin visibilidad.
Cuando el balón viene en una situación ideal para pegarle al arco, hay que dejarlo circular libremente, hasta que el ángulo de remate permita impactar con potencia hacia la red.
Para un goleador todo ataque debe terminar en gol, no hay otra opción posible.
Un buen tiro al arco contrario es el resultado del buen dominio de las formas de pegarle al balón, buena predisposición atlética, estabilidad psíquica y una gran coordinación y concentración.
El goleador de futbol debe tener claridad cuando se encuentre dentro del área peligrosa de gol, debe rematar al arco sin acomodarse, como venga entrarle al balón con fortaleza pero con precisión.
No puede confundirse ante la inminencia del gol, los goleadores que dudan frente al arco permiten que los contrarios reaccionen y obstruyan su accionar.
Hay que preocuparse más por estar despierto y oportuno para aprovechar los rebotes dentro del área.
Por eso es muy importante dotarse de condiciones técnicas y sensibilidad para golpear el balón, perfeccionándolo cada día utilizando adecuadamente los efectos y los empeines apropiados.
Esto siempre es mucho mejor que estar ensayando modificaciones continuas y empezando cada vez de cero.
Saber concretar a la hora de encarar el arco contrario es la principal cualidad de un goleador clásico, especialmente en los partidos cerrados, donde el equipo contrario acumula demasiados jugadores defensivos, con un arquero tapado y con poca visibilidad.
No debe agobiarse un goleador, si no concreta en los minutos iniciales, ya que muchas veces se consigue el efecto contrario a lo que se pretende y en vez de anotar el gol lo que se logra es confundirse y perder claridad para cuando se le presentan las opciones.
Hay que ser concreto e ir al grano, mantenerse siempre dentro del área peligrosa, dejando claro lo que interesa, conseguir goles.
Teniendo claridad de adonde colocar el balón, a los postes, a los ángulos, allá donde le duele a los porteros, a ras de piso o a media altura, pero siempre utilizando los efectos y los empeines adecuados.
Pegarle desde fuera del área, potente, fuerte, a uno de los postes, con el pie derecho al palo izquierdo, con el pie izquierdo al palo derecho.
Cuando el balón venga a media altura y fuerte, hay que peinarlo con la cabeza, por encima del hombro con dirección al segundo palo.
Cuando el balón venga largo y tendido contra el palo, hay que lanzarse en palomita y golpéalo con la frente al fondo de la red.
Los tiros penaltis hay que cobrarlos ceñidos al palo, con la parte interna del pie.
Como por instinto, cruza el balón al palo cambiado, de media vuelta.

FRASES FINALES
Hacer un gol por partido es el objetivo.
Hacer dos goles por partido es propio de un goleador histórico.
Hostigar constantemente dentro del área contraria.
Que felicidad se siente cuando se hace un gol.
La meta es anotar el siguiente gol.
Cualquier argumento es válido para hacer un gol.
Nunca hay que pensar en el gol hecho, sino en el que viene.
Ser goleador es todo.
Hay que vivir para hacer goles.
Respirar para hacer goles.
Comer y beber con sabor a gol.
Despertar cantando un gol.
Nunca dudar de la condición de goleador.
Nunca acomodarse para pegarle con la derecha o con la izquierda, siempre hay que pegarle como venga.
Nunca sentir miedo frente a la cara de un arquero de futbol.
Nunca dudar en donde colocar el balón.
Nunca amenazar con hacer goles, hacerlos.
Nunca conformarse con los goles hechos, pensar en el siguiente gol.
Nunca lamentarse por los goles desperdiciados, pensar en la próxima opción de gol.
Nunca afanarse, ya viene el próximo gol.
Estar siempre en función de los goles.
Mientras dure el campeonato, no hay acontecimiento político, ni religioso, ni de ninguna otra índole que impacte tanto como hacer el siguiente gol.
Comer bien, dormir bien, beber bien, nada debe faltar.
No sufrir de nervios, no preocuparse, no asustarse, vivir como un rey. Siempre estar de buen humor.
Tener amigos y amigas a granel.
Andar liviano, no caminar sino volar.
Ser educado, no ofender a nadie, no meterse en problemas, llevar una vida normal.
Vivir alegre, no ser amargado. Querer triunfar.
Atacar por todas las partes del campo.
No ser fácil de marcar. Ser un peligro en el área.
Como llegue el balón, controlarlo y pegarle al arco.
Como venga el balón, así está bien.
Hacer gol en todos los partidos.
No meterse con los árbitros.
Ningún balón incomoda, pesado, liviano, grande o pequeño, con todos se hacen goles.
Ningún campo de juego incomoda, a todos se les saca ventajas.
Con lluvia o sol, con viento o sin él se anotan goles.
Recibo patadas y respondo con goles.
Soñar con que llegue el próximo partido y el próximo gol.
No casar peleas con nadie, hacer goles.
No prepararse para hacer varios goles, solo pensar en el siguiente gol.
No prometer un gol, estar seguro de hacerlo.
PRIMERA RECOMENDACIÓN: Este libro es ideal leerlo antes de un campeonato y una vez terminado el torneo, el goleador descansa, se va de vacaciones y se olvida de todo, hasta que se reinicie la nueva pretemporada.
SEGUNDA RECOMENDACIÓN: El curso aplica única y exclusivamente para goleadores. No es apto para Directores Técnicos ni para jugadores que tengan otras funciones dentro del campo de juego.
Es una guía efectiva para un goleador de fútbol.

GOLEADOR
FUTBOLISTA QUE ANOTA LA MAYOR CANTIDAD DE GOLES AL FINALIZAR UN CAMPEONATO
EDUARDOCELIS GOLEADOR
SIEMPRE ESTAR EN POSICION DE GOL
E
star una temporada completa en un equipo, permitirá al goleador lograr sus objetivos, tendrá que ir implementando las técnicas necesarias para ir sumando goles a medida que avanza el campeonato, debe ir concretando de forma progresiva cada una de las opciones que se le presentan.
El goleador de futbol debe tener claridad cuando se encuentre en el área peligrosa de gol.
No puede confundirse ante la inminencia del gol, los goleadores que dudan frente al arco permiten que los contrarios reaccionen y obstruyan su accionar.
No estar preparado física y psicológicamente hace que los goleadores desperdicien sus opciones de anotar.
El goleador debe estar en función de lo que hagan sus compañeros de equipo y de los errores cometidos por el equipo contrario.
Hay que preocuparse más por estar despierto y oportuno de los rebotes dentro del área.
Por eso es muy importante dotarse de condiciones técnicas y sensibilidad para golpear al balón perfeccionándolo cada día frente a tu pequeño arco de microfútbol.
Esto siempre es mucho mejor que estar ensayando modificaciones continuas y empezando cada vez de cero.
EDUARDOCELIS GOLEADOR

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GOLEADOR: FUTBOLISTA QUE ANOTA LA MAYOR CANTIDAD DE GOLES AL FINALIZAR UN CAMPEONATO

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celis goleador
Como ser un goleador de fútbol es un libro que muestra el camino correcto, para que en una forma sencilla, pero efectiva, un futbolista sea un goleador.



ACONDICIONAMIENTO FISICO

celis goleador


celis goleador

¿En donde colocar el balón?


SOCCER















FRASES FINALES






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GOLEADOR

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march 1954

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JOSE EDUARDO CELIS LOPEZ 2015...SITIO OFICIAL

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Celis Goleador Bic
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EDUARDOCELIS GOLEADOR

Por: José Eduardo Celis López

march 2011

march 2011

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GOLEADOR DE FUTBOL
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Edu se proclamó campeón siendo además máximo goleador del torneo, con una cifra récord de 17 goles en 9 partidos.
JOSE EDUARDO CELIS LOPEZ
EN EL SUR...

Nemesio Pinilla, Eduardo Celis y Gonzalo Reyes.

OBJETIVOS



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LUCIA CELIS LOPEZ
PRIMEROS NIETOS DE ABRAHAM ELIAS LOPEZ
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LUIS


LUIS EN EL RESTAURANTE DE CARMEN CELIS

JOSE EDUARDO CELIS LOPEZ EN SOACHA


No es ese nuestro propósito, más bien el objetivo que buscamos es que nuestro curso sirva de enriquecimiento de otras enseñanzas ya aprendidas. Y que los jugadores que sueñan con ser goleadores dispongan de una formación más amplia, apropiada y efectiva.


Edu se proclamó campeón siendo además máximo goleador del torneo, con una cifra récord de 17 goles en 9 partidos.
JOSE EDUARDO CELIS LOPEZ
EN EL SUR...

Nemesio Pinilla, Eduardo Celis y Gonzalo Reyes.

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UN LIBRO ELECTRONICO



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GOLEADORDEFUTBOL
- Introducción
- Módulo 1 – LO QUE CUENTA SON LOS GOLES CONVERTIDOS
- Módulo2 – ACONDICIONAMIENTO FISICO
- Sesiones de 75 minutos…"dos días por semana"
- SABER CORRER LA CANCHA
- TRABAJO EFECTIVO DENTRO DE LA CANCHA
- Módulo3 – ADONDE COLOCAR EL BALON
- Sesiones de 35 minutos… ¡cinco días a la semana!
- UTILIZANDO LOS DIFERENTES EMPEINES
- UTILIANDO LOS EFECTOS CORRECTAMENTE
- SECCION ESPECIAL COMO HACER GOLES


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CELIS GOLEADOR
LIBRO ELECTRONICO


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Fraternal saludo a todas las personas habitantes del planeta futbol.
H
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Esta iniciativa pretende consolidar un trabajo concreto, sencillo y disciplinado que permita el logro de resultados positivos.
Nuestro objetivo es transmitir un sinnúmero de actividades físicas, técnicas y tácticas, que garanticen de una manera efectiva, el éxito del goleador frente al arco contrario.
Y que los futuros goleadores dispongan de una guía clave, que sirva de consulta permanente.
Es importante destacar que la mayoría de los goleadores se han formado empíricamente, sin que haya de por medio una orientación profesional, muchos de ellos entrenan y se preparan para la profesión de futbolistas, sin embargo sus cualidades innatas lo llevan a resolver situaciones frente al arco contrario a base de sus propias experiencias.

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Por
JOSE EDUARDO CELIS LOPEZ
EN BOGOTA D.C.

Cecilia y Luis llegaron sorpresivamente al Barrio San Antonio de Bogotá.
En la noche observan la lluvia de estrellas de la Urbe Capitalina.
Ven pasar los trolebuses por la Caracas, con sobrecupo de pasajeros.
El frío penetró los huesos de Cecilia y los obligó a entrar a Casabianca.
Allí encontraron su amor platónico.
Llovió toda la noche y Cecilia tosió insistentemente.
Poco a poco fueron acomodándose al nuevo ambiente familiar.
Ella tiene una apariencia sexagenaria y a Luis los años le pasan por encima.
El cuenta con cincuenta y cuatro años y Cecilia con cuarenta y seis parece mayor.
Cecilia tiene sus ojos negros, su cabello corto ondulado, la mirada firme con la frente siempre en alto. Luis tiene su voz fuerte, varonil y su sonrisa artística.
Cecilia no está acostumbrada a este frío y Luis se encuentra aclimatado.
Escuchando el salpicar del agua se quedaron dormidos.
Por la mañana volvió a llover y cuando despertaron alcanzaban a sentir la leve llovizna.
Los vidrios de las ventanas se oscurecieron y resbalaban gotas como de gruesas lágrimas.

De pronto Cecilia se iluminó con los relámpagos, mientras pensaba en sus seis hijos, uno por uno de mayor a menor.

eduarditocelis en el bic

Al medio día caminaron hacia la plaza de Bolívar.
Caía una pertinaz lluvia.
Las calles mojadas dejan escapar vapor al contacto del sol con el betún del asfalto.
En la Plaza vieron volar las palomas, moviendo el aire con sus alas mojadas.
Pisaban el pavimento, como dos niños jugaban y cantaban disfrutando el hielo Capitalino.
La Atenas Suramericana está inmensamente fría y acogedora.
Cecilia cubre sus manos con las mangas del abrigo y tiene los labios congelados.
Luis la abraza suavemente.
En el centro descubren una mole de edificios que se alinean formando una selva de cemento.
Suben a un restaurante frente al palacio de justicia, conversando sobre el taller y el comportamiento extraño de su hijo Fernando.
Durante el almuerzo dialogan animadamente.
Cecilia está pálida, el clima de esta ciudad le ha afectado su salud.
Luis asume una actitud alegre, ella levanta la frente y se alisa su pelo.
Bajan por la escalera eléctrica y salen a la séptima, congestionada por la gente y el ruido.
Observan negocios de música, almacenes de ropa, cafés, librerías, Iglesias, museos y el mítico Cerro de Monserrate.
Ya han pasado cinco años que no compartían juntos, desde que Luis trasladó el taller de Calarcá, a la vieja calle sexta de Bogotá.
A esa hora el sol les daba por la espalda, un sol desfigurado por las nubes de los cerros orientales.
Ahora comienza una llovizna de nieve, que observan eufóricamente.
Lloviendo y haciendo sol, son las gracias del Señor, exclama Cecilia.
En la tarde regresan a casa por las mismas calles mojadas.
La gente Bogotana es culta y muy elegante concluyó Cecilia.
Luis se recostó en la cama y duerme profundamente mientras penetra un rayo de sol por la ventana de enfrente.
Cecilia comparte un café en compañía de Fernando.
Respiran un aire tranquilo, sienten muy cerca el latir de corazones, perciben la presencia del amor.
La llegada a Bogotá les ha regresado la ilusión de una nueva vida.

Fernando no encuentra la punta de sus deseos, a veces dice que desea estudiar en lugar de trabajar.
Es muy rebelde, Cecilia lo conoce bien desde que era niño, pero nunca ha entendido la razón de su rebeldía.
Una tarde en Calarcá tiró la cama, las cobijas, las almohadas y el colchón al patio, recuerda Cecilia.
Se encuentra como aprisionado dentro de su propio cuerpo, dice ella.

Después de tomar el café guardaron silencio por un buen rato, Fernando se rio nervioso y Cecilia lloró, hasta agotar sus lágrimas, no pudo levantarse pues tenía una pierna inflamada.
Solo se oía el aire tibio que entraba del patio de Casabianca y el rezongar de un pajarillo, que hace nido encima del lavadero.
Llegada la noche las luces en Casabianca se apagaron, dejando ver las estrellas fugases recorriendo el firmamento Bogotano.
Al otro día Luis se levanta hablando fuerte, como para que todos escuchen.
Aquí se acostumbra trabajar o estudiar o ambas cosas a la vez, gritó.
Fernando se quedó paralizado en la cama, pareciera que se muriera cada día una parte de su cuerpo.
Los demás se movilizan presurosos al oír la voz fuerte de Luis.
Luis es enérgico y autoritario, desde muy joven ha estado metido en el taller y nunca ha tenido vacaciones
Fernando se quedó en la cama y estuvo haciendo planes alegres en su pensamiento.
Trabajar y estudiar es su objetivo.
Comenzó a llenarse de sueños y a darle vuelo a sus ilusiones.
Se fue formando un mundo alrededor de la enseñanza que su padre le inculcaba.
La vida es dura aquí, es difícil vivir, exclamó Fernando saltando de la cama y soltando una risotada.
Hay que saberla vivir, estamos en la Capital y está todo por hacer, dijo Cecilia para animarlo.
Fernando la escuchó, salió al patio, sintió muy cerca ese amor platónico.
Levantó la cabeza y miró el cielo Bogotano que llovía estrellas.
Hubiera querido ver los cerros, pero allí no había árboles, el viento arrastraba las nubes y oía murmullos de voces que salían de los techos.

Vagó por los alrededores de Casabianca, organizando sus ideas.
En la pequeña ventana del altillo, vio una sombra larga y descorrida hacia el techo que daba vueltas y se movía como la llama de una vela y se oían sollozos confundidos con la lluvia. Fernando cerró los ojos y abrió en llanto.


Recorrió con su vista todas las ventanas que estaban cerradas.
Observó de pronto que las cortinas se movieron suavemente, estaba triste.
Sintió frío y entró.
Después se escuchó una serenata en Casabianca.
Aparece la guitarra de Cacho López interpretando a unos ojos, cosas como tu, plazos traicioneros, mar y cielo.
Fernando le dio la mano.


EDUARDOCELIS 1970-2020

CLARITA
INN BOGOTA

YUDY REINA

JOSE EDUARDO CELIS LOPEZ SITIO OFICIAL

Participamos de rumbas en el Pacifico Royal, en Cali Pachanguero, el Club de Ejecutivos y el Salón rojo del Hotel Tequendama

CLARITA ESPERA FELIZ EN SAN DIEGO
José Eduardo Celis López
CINCUENTA AÑOS EN BOGOTA 1970-2020

Chilita dice que Luis planeó todo cuidadosamente para llegarle a su corazón.

¡Cuídate mucho, diablo! , no te metas en problemas dijo el menor lacónicamente

La gente Bogotana es culta y muy elegante concluyó Cecilia

Cincuenta años en Bogotá
Eduardocelis (1970-2020)
JOSE EDUARDO CELIS LOPEZ SITIO OFICIAL
José Eduardo Celis López
CINCUENTA AÑOS EN BOGOTA 1970-2020

1992

BIC

1993

1979

CHILITA Y LUIS

1976

BIC

COBYNEG 2011

WILLIAM

DAVIVIENDA 2015

PAOLA

PENTACAMPEON

CHILA-EDU

1982

FARC

ROJAS PINILLA 1954

FAMILIA 1986

LA BOHEMIA

LA COLONIA

RAFAEL

LUCHO-EDU-CESAR

D.T.

CLARITZA PEREIRA

FERNANDO 1984

GOLEADOR

CALARCA

1985
CINCUENTA AÑOS EN BOGOTA

1970-2020
Dicen que es la violencia politica que se vive en Colombia desde que mataron a Gaitan
Cecilia recordó que todo comenzó en Calarcà

Cincuenta años en Bogotà
Cecilia recordó que todo comenzó en Calarcà


DIEGO CELIS LOPEZ DE PEREIRA

CINCUENTA AÑOS EN BOGOTA 1970-2020 EDUARDOCELIS
CINCUENTA AÑOS EN BOGOTA

Eduardo se durmió y Cecilia apagó la luz


Eduardo se durmió y Cecilia apagó la luz
En una mañana lluviosa y plomiza
|

Sinembargo ante las circunstancias tuvieron que bajar el tono de su amorío
CINCUENTA AÑOS EN BOGOTA 1970-2020 EDUARDOCELIS
CINCUENTA AÑOS EN BOGOTA 1970-2020 EDUARDOCELIS
José Eduardo Celis López
![]() ¡Salud! Asintió Eduardo ![]() Cecilia recuerda que Fernando siempre ha sido muy calmado ![]() |
CINCUENTA AÑOS EN BOGOTA EDUARDOCELIS (1970-2020)
Cecilia recordó que todo comenzó en Calarcà

Cincuenta años en Bogotà
CINCUENTA AÑOS EN BOGOTA 1970-2020 EDUARDOCELIS

El amigo Fabio vino a despedirse, su espíritu hizo un recorrido en su partida, acotó Fernando
![]() Luis tardiamente salió y se fue |

Encontraré más cercana la única voz de mis recuerdos de niñez que es la de mi madre, si es allá escucharé esta voz, la voz de mi madre muerta que es la misma voz de mi madre que está aquí viva

CINCUENTA AÑOS EN BOGOTA EDUARDOCELIS (1970-2020)

CINCUENTA AÑOS EN BOGOTA EDUARDOCELIS (1970-2020)

BOGOTA 50 AÑOS 1970-2020

Eduardo degusta el aguardiente néctar y la buena música
BOGOTA 50 AÑOS
CINCUENTA AÑOS EN BOGOTA 1970-2020 EDUARDOCELIS
Cincuenta años en Bogotá
Eduardocelis (1970-2020)

Cecilia y Luis llegaron sorpresivamente al Barrio San Antonio de Bogotá
José Eduardo Celis López
CINCUENTA AÑOS EN BOGOTA 1970-2020
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CINCUENTA AÑOS EN BOGOTA EDUARDOCELIS (1970-2020)
Cecilia recordó que todo comenzó en Calarcà

Ferney,Fernando y Eduardo
En las penumbras estalló una carcajada

50 AÑOS EN BOGOTA

Libro de Eduardocelis
Eduardocelis
Cecilia recuerda que Fernando siempre ha sido muy calmado
Fernando
Mientras ellos servian un aguardiente

La taurina estaba a reventar desde tempranas horas, sus luces y colores daban un aspecto carnavalesco
Soy bachiller, contestó extendiendo el diploma

Ferney Celis
Amanda estudió enfermería

¡Salud!
Cecilia recordó que todo comenzó en Calarcà

Ferney,Fernando y Eduardo





La taurina estaba a reventar desde tempranas horas, sus luces y colores daban un aspecto carnavalesco

Soy bachiller, contestó extendiendo el diploma

Ferney Celis

¡Salud!
Ella tiene una apariencia sexagenaria y a Luis los años le pasan por encima
Lucia ya es madre de dos niñas



CINCUENTA AÑOS EN BOGOTA

1970-2020
Dicen que es la violencia politica que se vive en Colombia desde que mataron a Gaitan
CINCUENTA AÑOS EN BOGOTA 1970-2020

Abrió de par en par la puerta
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Encontraré más cercana la única voz de mis recuerdos de niñez que es la de mi madre, si es allá escucharé esta voz, la voz de mi madre muerta que es la misma voz de mi madre que está aquí viva

CINCUENTA AÑOS EN BOGOTA EDUARDOCELIS (1970-2020)

CINCUENTA AÑOS EN BOGOTA EDUARDOCELIS (1970-2020)

BOGOTA 50 AÑOS 1970-2020

Eduardo degusta el aguardiente néctar y la buena música

Eduardo degusta el aguardiente néctar y la buena música
BOGOTA 50 AÑOS

Una mañana lluviosa y plomiza

Una mañana lluviosa y plomiza

Sinembargo ante las circunstancias tuvieron que bajar el tono de su amorío
CINCUENTA AÑOS EN BOGOTA 1970-2020 EDUARDOCELIS
CINCUENTA AÑOS EN BOGOTA 1970-2020 EDUARDOCELIS
José Eduardo Celis López

¡Salud! Asintió Eduardo

Cecilia recuerda que Fernando siempre ha sido muy calmado

¡Salud! Asintió Eduardo

Cecilia recuerda que Fernando siempre ha sido muy calmado

CINCUENTA AÑOS EN BOGOTA EDUARDOCELIS (1970-2020)
ligia
Cecilia recordó que todo comenzó en Calarcà

Cincuenta años en Bogotà
CINCUENTA AÑOS EN BOGOTA 1970-2020 EDUARDOCELIS

El amigo Fabio vino a despedirse, su espíritu hizo un recorrido en su partida, acotó Fernando

Luis tardiamente salió y se fue.

Luis también salio para la oficina de Lázaro a cobrar un dinero que le adeudaba

Tempraneramente Fernando salió y se fue

Cuando aún estaba en la cama Luis dijo que se le había reventado un resorte

Ella nunca lo mandó al olvido y aún hoy sus labios la nombran

Al bajar las escaleras vio por última vez a Edilma a través de la rendija de la puerta, se estremece con sus besos lo más recóndito de su alma

El amor entrañable, puro, tierno y seductivo profesado por Eduardo en su corazón, nadie lo puede llenar

Se escucha la buena música antillana que alegra el ambiente en el Restrepo

Sin abrir las ventanas ya el sol Capitalino había penetrado a la casa

Cuando le estaba tocando el cuerpo dijo que es el primer amor de su vida y que ese amor nunca se muere

Recorrieron el Restrepo cogidos de la mano y cuando se encontraban solos, se entregaron sus corazones

Muy temprano llegó Carmencita al Restrepo, Eduardo siente satisfacción de verla

La noche pasò volando

Eduardo se durmió y Cecilia apagó la luz

Ya no piense mas en eso dijo Cecilia, duérmase tranquilo

Aún no habían desechado la idea que el fantasma era Fernando, su mirada inalterable les producía espanto

Luis tardiamente salió y se fue.

Luis también salio para la oficina de Lázaro a cobrar un dinero que le adeudaba

Tempraneramente Fernando salió y se fue

Cuando aún estaba en la cama Luis dijo que se le había reventado un resorte

Ella nunca lo mandó al olvido y aún hoy sus labios la nombran

Al bajar las escaleras vio por última vez a Edilma a través de la rendija de la puerta, se estremece con sus besos lo más recóndito de su alma

El amor entrañable, puro, tierno y seductivo profesado por Eduardo en su corazón, nadie lo puede llenar

Se escucha la buena música antillana que alegra el ambiente en el Restrepo

Sin abrir las ventanas ya el sol Capitalino había penetrado a la casa

Cuando le estaba tocando el cuerpo dijo que es el primer amor de su vida y que ese amor nunca se muere

Recorrieron el Restrepo cogidos de la mano y cuando se encontraban solos, se entregaron sus corazones

Muy temprano llegó Carmencita al Restrepo, Eduardo siente satisfacción de verla

La noche pasò volando

Eduardo se durmió y Cecilia apagó la luz

Ya no piense mas en eso dijo Cecilia, duérmase tranquilo

Aún no habían desechado la idea que el fantasma era Fernando, su mirada inalterable les producía espanto
CINCUENTA AÑOS EN BOGOTA 1970-2020 EDUARDOCELIS
ligia

El amigo Fabio vino a despedirse, su espíritu hizo un recorrido en su partida, acotó Fernando

CINCUENTA AÑOS EN BOGOTA 1970-2020 EDUARDOCELIS
la negra
PEREIRA


Lucia y Alberto
Eduardo se quedó mirando a la mujer de cabellos rizados y caderas protuberantes
Ella instintivamente retrocedió, para volverse a el, presurosa colocándose insinuante


Lucia y Alberto
Eduardo se quedó mirando a la mujer de cabellos rizados y caderas protuberantes


Eduardo se animó a bailar tomándola por la cintura fuertemente



Se encontraban en el centro de la pista de baile, totalmente fundidos



Se encontraban en el centro de la pista de baile, totalmente fundidos


La Taurina
Eduardo se animó a bailar tomándola por la cintura fuertemente

Repiraban muy cerca, cara a cara
Carmencita en un arrebato de pudor le dijo jadeantemente ¡todo lo que quieras pero no me beses!
Como por instinto Eduardo la besó

Carmencita en un arrebato de pudor le dijo jadeantemente ¡todo lo que quieras pero no me beses!

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Disfrutando cada instante de este encuentro inesperado
Eduardo se animó a bailar tomándola por la cintura fuertemente

Quedando sellado ahí un encuentro casual
Carmencita se retiró a su lugar, llevando los nervios de punta, abrumada y ansiosa
De inmediato se armó la bronca

se formó una monumental trifulca a un lado de la pista
eduarditocelis en el bic

Inesperadamente estuvo en peligro la vida de Eduardo
Absurdamente Eduardo recibió el ataque feroz de cuatro bandidos
la oportuna intervención de los Echeverri evitaron el ataque en el acto
CINCUENTA AÑOS EN BOGOTA 1970-2020 EDUARDOCELIS
Después de la media noche Eduardo regresó a casa en compañía de los Echeverri
Peligrosos por su sagacidad en el manejo de armas

¡Cuídate mucho, diablo! , no te metas en problemas dijo el menor lacónicamente

En las penumbras estalló una carcajada
CINCUENTA AÑOS EN BOGOTA 1970-2020 EDUARDOCELIS
Un fantasma envuelto en una sábana blanca recorre la casa paterna

Eduardo se acurrucó en un rincón de la cama

No es nada dijo Cecilia con voz calmada, no tengas miedo, deje la luz prendida para que no tenga mas ofuscaciones

¡Téngale miedo a los vivos! Gritó Luis desde la cama

Fernando se quedó quieto en un rincón
No se preocupe, le dijo sonriendo Fernando que observaba la escena sentado en el sofá




se formó una monumental trifulca a un lado de la pista


Inesperadamente estuvo en peligro la vida de Eduardo





¡Cuídate mucho, diablo! , no te metas en problemas dijo el menor lacónicamente

En las penumbras estalló una carcajada



Eduardo se acurrucó en un rincón de la cama

No es nada dijo Cecilia con voz calmada, no tengas miedo, deje la luz prendida para que no tenga mas ofuscaciones

¡Téngale miedo a los vivos! Gritó Luis desde la cama

Fernando se quedó quieto en un rincón


El amigo Fabio vino a despedirse, su espíritu hizo un recorrido en su partida, acotó Fernando


CINCUENTA AÑOS EN BOGOTA 1970-2020 EDUARDOCELIS

Aún no habían desechado la idea que el fantasma era Fernando, su mirada inalterable les producía espanto

Aún no habían desechado la idea que el fantasma era Fernando, su mirada inalterable les producía espanto

CINCUENTA AÑOS EN BOGOTA 1970-2020 EDUARDOCELIS
CINCUENTA AÑOS EN BOGOTA

Eduardo se durmió y Cecilia apagó la luz


La noche pasò volando



Muy temprano llegó Carmencita al Restrepo, Eduardo siente satisfacción de verla


Recorrieron el Restrepo cogidos de la mano y cuando se encontraban solos, se entregaron sus corazones


Cuando le estaba tocando el cuerpo dijo que es el primer amor de su vida y que ese amor nunca se muere


LUIS, CECILIA, YUDY, EDUARDO, GLADIZ, DARIO, LUCIA Y ALBERTO

Sin abrir las ventanas ya el sol Capitalino había penetrado a la casa


Se escucha la buena música antillana que alegra el ambiente en el Restrepo


El amor entrañable, puro, tierno y seductivo profesado por Eduardo en su corazón, nadie lo puede llenar


Al bajar las escaleras vio por última vez a Edilma a través de la rendija de la puerta, se estremece con sus besos lo más recóndito de su alma
Ella nunca lo mandó al olvido y aún hoy sus labios la nombran
Cuando aún estaba en la cama Luis dijo que se le había reventado un resorte

Tempraneramente Fernando salió y se fue
Luis también salio para la oficina de Lázaro a cobrar un dinero que le adeudaba

Luis tardiamente salió y se fue.


Eduardo se durmió y Cecilia apagó la luz


La noche pasò volando



Muy temprano llegó Carmencita al Restrepo, Eduardo siente satisfacción de verla


Recorrieron el Restrepo cogidos de la mano y cuando se encontraban solos, se entregaron sus corazones


Cuando le estaba tocando el cuerpo dijo que es el primer amor de su vida y que ese amor nunca se muere


LUIS, CECILIA, YUDY, EDUARDO, GLADIZ, DARIO, LUCIA Y ALBERTO

Sin abrir las ventanas ya el sol Capitalino había penetrado a la casa


Se escucha la buena música antillana que alegra el ambiente en el Restrepo


El amor entrañable, puro, tierno y seductivo profesado por Eduardo en su corazón, nadie lo puede llenar


Al bajar las escaleras vio por última vez a Edilma a través de la rendija de la puerta, se estremece con sus besos lo más recóndito de su alma


Tempraneramente Fernando salió y se fue

Luis tardiamente salió y se fue.

CINCUENTA AÑOS EN BOGOTA

1970-2020
Dicen que es la violencia politica que se vive en Colombia desde que mataron a Gaitan
CINCUENTA AÑOS EN BOGOTA 1970-2020

Abrió de par en par la puerta
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Encontraré más cercana la única voz de mis recuerdos de niñez que es la de mi madre, si es allá escucharé esta voz, la voz de mi madre muerta que es la misma voz de mi madre que está aquí viva

CINCUENTA AÑOS EN BOGOTA EDUARDOCELIS (1970-2020)

CINCUENTA AÑOS EN BOGOTA EDUARDOCELIS (1970-2020)
Cecilia recordó que todo comenzó en Calarcà

Cincuenta años en Bogotà
Cecilia recordó que todo comenzó en Calarcà

Cincuenta años en Bogotà
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CINCUENTA AÑOS EN BOGOTA 1970-2020 EDUARDOCELIS
José Eduardo Celis López

¡Salud! Asintió Eduardo


¡Salud! Asintió Eduardo

BOGOTA 50 AÑOS 1970-2020

Eduardo degusta el aguardiente néctar y la buena música

Eduardo degusta el aguardiente néctar y la buena música
BOGOTA 50 AÑOS

Una mañana lluviosa y plomiza

Una mañana lluviosa y plomiza


Sinembargo ante las circunstancias tuvieron que bajar el tono de su amorío
CINCUENTA AÑOS EN BOGOTA 1970-2020 EDUARDOCELIS
CINCUENTA AÑOS EN BOGOTA 1970-2020 EDUARDOCELIS
José Eduardo Celis López

¡Salud! Asintió Eduardo

Cecilia recuerda que Fernando siempre ha sido muy calmado

¡Salud! Asintió Eduardo

Cecilia recuerda que Fernando siempre ha sido muy calmado

CINCUENTA AÑOS EN BOGOTA EDUARDOCELIS (1970-2020)
Cecilia recordó que todo comenzó en Calarcà

Cincuenta años en Bogotà
CINCUENTA AÑOS EN BOGOTA 1970-2020 EDUARDOCELIS

El amigo Fabio vino a despedirse, su espíritu hizo un recorrido en su partida, acotó Fernando

Luis tardiamente salió y se fue.

Luis también salio para la oficina de Lázaro a cobrar un dinero que le adeudaba

Tempraneramente Fernando salió y se fue

Cuando aún estaba en la cama Luis dijo que se le había reventado un resorte

Ella nunca lo mandó al olvido y aún hoy sus labios la nombran

Al bajar las escaleras vio por última vez a Edilma a través de la rendija de la puerta, se estremece con sus besos lo más recóndito de su alma

El amor entrañable, puro, tierno y seductivo profesado por Eduardo en su corazón, nadie lo puede llenar

Se escucha la buena música antillana que alegra el ambiente en el Restrepo

Sin abrir las ventanas ya el sol Capitalino había penetrado a la casa

Cuando le estaba tocando el cuerpo dijo que es el primer amor de su vida y que ese amor nunca se muere
eduarditocelis en el bic

Recorrieron el Restrepo cogidos de la mano y cuando se encontraban solos, se entregaron sus corazones

Muy temprano llegó Carmencita al Restrepo, Eduardo siente satisfacción de verla

La noche pasò volando

Eduardo se durmió y Cecilia apagó la luz

Ya no piense mas en eso dijo Cecilia, duérmase tranquilo

Aún no habían desechado la idea que el fantasma era Fernando, su mirada inalterable les producía espanto

Luis tardiamente salió y se fue.

Luis también salio para la oficina de Lázaro a cobrar un dinero que le adeudaba

Tempraneramente Fernando salió y se fue

Cuando aún estaba en la cama Luis dijo que se le había reventado un resorte

Ella nunca lo mandó al olvido y aún hoy sus labios la nombran

Al bajar las escaleras vio por última vez a Edilma a través de la rendija de la puerta, se estremece con sus besos lo más recóndito de su alma

El amor entrañable, puro, tierno y seductivo profesado por Eduardo en su corazón, nadie lo puede llenar

Se escucha la buena música antillana que alegra el ambiente en el Restrepo

Sin abrir las ventanas ya el sol Capitalino había penetrado a la casa

Cuando le estaba tocando el cuerpo dijo que es el primer amor de su vida y que ese amor nunca se muere

eduarditocelis en el bic

Recorrieron el Restrepo cogidos de la mano y cuando se encontraban solos, se entregaron sus corazones

Muy temprano llegó Carmencita al Restrepo, Eduardo siente satisfacción de verla

La noche pasò volando

Eduardo se durmió y Cecilia apagó la luz

Ya no piense mas en eso dijo Cecilia, duérmase tranquilo

Aún no habían desechado la idea que el fantasma era Fernando, su mirada inalterable les producía espanto

CINCUENTA AÑOS EN BOGOTA 1970-2020 EDUARDOCELIS

El amigo Fabio vino a despedirse, su espíritu hizo un recorrido en su partida, acotó Fernando

CINCUENTA AÑOS EN BOGOTA 1970-2020 EDUARDOCELIS
una juventud exitosa

El amigo Fabio vino a despedirse, su espíritu hizo un recorrido en su partida, acotó Fernando

CINCUENTA AÑOS EN BOGOTA EDUARDOCELIS (1970-2020)

CINCUENTA AÑOS EN BOGOTA EDUARDOCELIS (1970-2020)
Cecilia recordó que todo comenzó en Calarcà


No se preocupe, le dijo sonriendo Fernando que observaba la escena sentado en el sofá

Fernando se quedó quieto en un rincón

¡Téngale miedo a los vivos! Gritó Luis desde la cama

No es nada dijo Cecilia con voz calmada, no tengas miedo, deje la luz prendida para que no tenga mas ofuscaciones

Eduardo se acurrucó en un rincón de la cama

Un fantasma envuelto en una sábana blanca recorre la casa paterna

En las penumbras estalló una carcajada
CINCUENTA AÑOS EN BOGOTA 1970-2020 EDUARDOCELIS

¡Cuídate mucho, diablo! , no te metas en problemas dijo el menor lacónicamente

Peligrosos por su sagacidad en el manejo de armas

Después de la media noche Eduardo regresó a casa en compañía de los Echeverri

la oportuna intervención de los Echeverri evitaron el ataque en el acto
CINCUENTA AÑOS EN BOGOTA 1970-2020 EDUARDOCELIS

Absurdamente Eduardo recibió el ataque feroz de cuatro bandidos

Inesperadamente estuvo en peligro la vida de Eduardo

De inmediato se armó la bronca, se formó una monumental trifulca a un lado de la pista

Carmencita se retiró a su lugar, llevando los nervios de punta, abrumada y ansiosa

Quedando sellado ahí un encuentro casual

Como por instinto Eduardo la besó

Carmencita en un arrebato de pudor le dijo jadeantemente ¡todo lo que quieras pero no me beses!

Repiraban muy cerca, cara a cara

Se encontraban en el centro de la pista de baile, totalmente fundidos

Disfrutando cada instante de este encuentro inesperado
Cecilia recordó que todo comenzó en Calarcà


No se preocupe, le dijo sonriendo Fernando que observaba la escena sentado en el sofá

Fernando se quedó quieto en un rincón

¡Téngale miedo a los vivos! Gritó Luis desde la cama

No es nada dijo Cecilia con voz calmada, no tengas miedo, deje la luz prendida para que no tenga mas ofuscaciones

Eduardo se acurrucó en un rincón de la cama



En las penumbras estalló una carcajada


¡Cuídate mucho, diablo! , no te metas en problemas dijo el menor lacónicamente

Peligrosos por su sagacidad en el manejo de armas

Después de la media noche Eduardo regresó a casa en compañía de los Echeverri

la oportuna intervención de los Echeverri evitaron el ataque en el acto

Absurdamente Eduardo recibió el ataque feroz de cuatro bandidos

Inesperadamente estuvo en peligro la vida de Eduardo

De inmediato se armó la bronca, se formó una monumental trifulca a un lado de la pista

Carmencita se retiró a su lugar, llevando los nervios de punta, abrumada y ansiosa

Quedando sellado ahí un encuentro casual

Como por instinto Eduardo la besó

Carmencita en un arrebato de pudor le dijo jadeantemente ¡todo lo que quieras pero no me beses!

Repiraban muy cerca, cara a cara

Se encontraban en el centro de la pista de baile, totalmente fundidos

Disfrutando cada instante de este encuentro inesperado
Eduardo se animó a bailar tomándola por la cintura fuertemente

CINCUENTA AÑOS EN BOGOTA EDUARDOCELIS (1970-2020)

CINCUENTA AÑOS EN BOGOTA EDUARDOCELIS (1970-2020)

Cecilia recordó que todo comenzó en Calarcà

Cincuenta años en Bogotà

Ella instintivamente retrocedió, para volverse a el, presurosa colocándose insinuante

Eduardo se quedó mirando a la mujer de cabellos rizados y caderas protuberantes

Cuando sonaban los aretes que le faltan a la Luna , irrumpió Carmencita, su amiga de infancia que departía muy cerca del mostrador

Cecilia recordó que todo comenzó en Calarcà



Ella instintivamente retrocedió, para volverse a el, presurosa colocándose insinuante

Eduardo se quedó mirando a la mujer de cabellos rizados y caderas protuberantes

Cuando sonaban los aretes que le faltan a
CINCUENTA AÑOS EN BOGOTA
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![]() PEREIRA-CALDAS
1954-1994
![]() ![]() JOSE EDUARDO CELIS LOPEZ
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![]() Chilita y May
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![]() MUJERES VERDADERAS
![]() Compendio de inefables virtudes femeninas
Como madre y esposa
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Pereira, 27 de Marzo de 1954
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![]() eduardocelis goleador y campeon
El mes de marzo vuelve con su luz escondida
y se deslizan peces inmensos por el cielo,
vago vapor terrestre progresa sigiloso,
una por una caen al silencio las cosas.
Por suerte en esta crisis de atmósfera errabunda
se reúnen las vidas del mar con las del fuego,
el movimiento gris de la nave de invierno
y la forma que el amor imprimió a la guitarra.
Oh amor, rosa mojada por sirenas y espumas,
fuego que baila y sube la invisible escalera
y despierta en el túnel del insomnio a la sangre
para que se consuman las olas en el cielo,
que olvide el mar sus bienes y leones
y caiga el mundo adentro de las redes oscuras.
![]() joseduardocelislopez en el sindicato ![]() Cuando yo muera quiero tus manos en mis ojos, quiero la luz y el trigo de tus manos amadas
pasar una vez mas sobre mí su frescura,
![]() ![]() Quiero que vivas mientras yo, dormido, te espero, quiero que tus oidos sigan oyendo al viento,
que huelas el aroma del aire, que amemos juntos
y que sigamos pisando la tierra que pisamos.
Quiero que lo que amo siga vivo
y a ti te amé y canté sobre todas las cosas,
por eso sigue tu viviendo, querida,
para que alcances todo lo que el amor te ordena,
para que se paseé mi sombra por tu pelo,
para que así conozcan la razón de mi canto.
![]() joseduardocelislopez en melgar ![]() Cuantas veces, amor, te amé sin verte
Sin reconocer tu mirada, sin mirarte.
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![]() Pablo Neruda, Santiago de Chile
Tomado de Cien sonetos de Amor
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![]() CELIS
![]() eduardocelis goleador y campeon con janner
![]() Toda su juventud en el bic fue exitosa
![]() joseduarocelislopez y doña berthica
![]() joseduardocelislopez en la asamblea nacional en medellin
![]() CONTENIDO
![]() joseduardocelislopez en su mejor momento
![]() ![]() I. PREFACIO
![]() JOSE EDUARDO CELIS LOPEZ EN LA CEJA ANTIOQUIA ![]() 11 II. LA CASA DE LOS ABUELOS
![]() CON CHILITA 13 ![]() III. EL COMPROMISO DE GONZALO
![]() JOSE EDUARDO CELIS LOPEZ AUDITOR BIC ![]() 21 IV. LA CASA DE LAS PALOMAS
![]() CON PAOLA Y AMANDA ![]() V. VIAJE SORPRESIVO A BOGOTÁ
![]() JOSE EDUARDO CELIS EN LA JAVERIANA ![]() Eduarditocelis en el bic ![]() ![]() VI. VEINTE AÑOS NO ES NADA
![]() JOSE EUARDO CELIS LOPEZ EN CALARCA ![]() 53 VII. LA ALEGRIA DE VIVIR
![]() JOSE EUARDO CELIS LOPEZ EN CASA DEL CHE ![]() EDILMA EN VINDI ![]() LA SARDINA ![]() VIII. EL ARBOL GENEALOGICO
![]() CON AMANDA Y LUCY ![]() 77 IX. CITAS IMPORTANTES
![]() EN EL MITICO CERRO ![]() 79 X. ABREVIATURAS
![]() EL CAIMAN ![]() 81 XI. EL AUTOR
![]() EN LA VOZ DE CALARCA 83 ![]() XII. LOS PERSONAJES
LA DECANA DE CUBA ![]() JOSE EDUARDO CELIS LOPEZ EN EL INCA ![]() 85 ![]() PEREIRA-CALDAS
![]() ![]() joseduardocelislopez con magaly
![]() eduardocelis goleador y campeon bic
![]() ney en cali
I
![]() en manrique oriental ![]() PREFACIO
![]() El presente libro pretende que mis amigos y amigas, mis hijos y mis familiares, mi esposa y mis hermanos, conversen un poco conmigo, en mi ausencia.
![]() No se trata de la extraordinaria narrativa de Gabriel García Màrquez, ni los maravillosos versos de Pablo Neruda, ni la encantadora poesía de Jorge Luis Borges.
![]() Se trata de contar la historia de mi familia, desde una visión muy personal, matizada con algunos hechos sucedidos en el país desde mi nacimiento hasta el final de mi juventud.
![]() Gran parte de mis recuerdos y vivencias tienen su origen en el permanente contacto con mi mamá, conversadora incansable, con quien compartimos todo tipo de experiencias, en su mayoría muy agradables.
![]() Es muy importante también la influencia de la personalidad alegre, bohemia y guerrera de mi padre, con quien me identifiqué plenamente durante mi juventud, lo que me permite contar muchas alegrías y pocas tristezas.
![]() Pero lo que me parece más importante destacar, es que haya tenido la oportunidad de recorrer medio país, en diferentes roles, arriesgando muchas veces la vida y la libertad, con un final verdaderamente feliz.
![]() Por eso les propongo conversar un poco con Eduardocelis.
![]() en soacha
![]() eduardocelis goleador y campeon
![]() MARY EN EL COUNTRY
![]() LA HERMANA EN BOGOTA
II
![]() LA CASA
DE
LOS ABUELOS
![]() PEREIRA-CALDAS
![]() ![]() en melgar
![]() eduardocelis goleador y campeon
![]() En el año de 1954 estaba en vigencia la dictadura del General Gustavo Rojas Pinilla, régimen de contrastes que trajo en principio la reconciliación nacional y al final mayores diferencias políticas y sociales.
![]() -- Tecnológicamente hubo avances en radio y televisión pero limitó la libertad de expresión.
![]() Por entonces contaba Luis María Celis con 38 años de edad y Cecilia López Merchàn tenía 30 años.
![]() ´-- Se habían conocido en el parque de la estación del ferrocarril, cuando Chilita asistía a misa de domingo y Luis fingía leer el periódico.
![]() Luis Celis le había comprado el Taller automotriz a don Jesús Altamirano, ubicado en la sexta de Pereira, este taller se convirtió en una máquina de hacer dinero y tuvo su época exitosa, adquiriendo casas y vehículos último modelo, convirtiéndose en uno de los hombres más ricos de Caldas.
![]() -- En el matrimonio ya existían Diego, Ferney y Lucia.
![]() Vivían con mis tías Celmira, Olga, Claritza, Pola y Nohemy, mi abuelo Abraham Elías López, disfrutaba de las atenciones de ellas, escuchaba música y noticias en el radio Phillips, mientras le preparaban chocolate con arepa.
![]() En la primera década del siglo veinte, Abraham Elías López y María Francisca Merchàn se trasladaron a pie desde Manizales hasta Pereira, huyendo de la persecución política.
![]() -- Abraham Elías contaba su participación en la revolución de 1885 y la guerra de los mil días que terminó en 1903, la cual fue cruel, devastadora y larga, combate en el que hizo sus primeras armas, conoció y admiró a Enrique Olaya Herrera quien luego fue Presidente de la República. La guerra de los mil días fue la que más mística política despertó en el pueblo Colombiano, en cuyos campos de batalla aprendieron a distinguirse liberales y conservadores.
![]() -- En la guerra civil de 1885 combatieron al gobierno de Rafael Nuñez, quien estaba en su segunda Presidencia y los liberales lo acusaban de entregar armas a los conservadores.
![]() A finales de los años veinte Celmira también tuvo que salir de Manizales, expulsada del convento donde pretendía ser monja, las madres superioras argumentaron que era la mayor de seis hermanos y su madre María Francisca estaba en delicado estado de salud.
![]() -- Sin embargo, el pasado guerrero de Abraham Elias también pesó en la decisión final.
![]() Desde entonces y por siempre, usa vestido largo y negro simulando el hábito, estuvo en las iglesias cantando y predicando la religión católica.
![]() -- Fue amiga del padre Villar de Denain quien luego fue canonizado en Roma, dicen que tenía una cadena encarnada en su cintura y que sanó enfermos en San judas, en la Popa, en todas las orillas del Otùn y del Consota.
![]() Antes del segundo concilio vaticano, el Papa Juan XXIII envió a Pereira a un emisario, para recoger los testimonios de las personas que habían recibido los milagros del padre Villar.
![]() -- Celmira recuerda con emoción cuando fue visitada en la casa de los abuelos por el enviado del Papa, con quien sostuvo una larga y confidencial conversación sobre la vida, obra y milagros del santo Francés quien vivió y murió en Pereira, años mas tarde luego de ser beatificado, el Papa pronunció su canonización.
![]() Celmira es una mujer extraordinaria, excepcional, afectuosa, su cabello es negro y largo, su cara es redonda, sus ojos cafés oscuros están enmarcados por frondosas cejas, nos atiende como si fuéramos hijos y nunca nos reprocha nada, su remedio favorito es el vinagre, lo usa a diario con esencias aromáticas como bálsamo y cosmético. Ama a los seres humanos y a los animales a quienes llama hermanos.
![]() -- El 20 de julio de 1926 nació Policarpa López Merchàn y Abraham Elías la hizo bautizar con ese nombre en honor a la heroína Colombiana Policarpa Salavarrieta, quien fue fusilada a los 22 años de edad por el español Juan Sàmano, que en compañía de Morillo, al final de la época de la colonia persiguió y masacró a los republicanos que luchaban por la independencia del país.
![]() -- El General Pablo Morillo llamado el Pacificador fue quien ordenó esa campaña de terror en 1817.
![]() Pola también es muy religiosa y para ubicarla hay que buscarla en las Iglesias, allí mantiene cantando y leyendo la palabra de Dios, su sueño es ser locutora, por eso le llaman la atención los micrófonos de los púlpitos.
![]() Es robusta, muy bondadosa, con una sonrisa angelical, cansina al andar, de sanas costumbres, con mirada muy expresiva y poseedora de un fino humor, admira los dibujos animados y acostumbra caminar desde libaré hasta matecaña.
![]() -- Pola está pensionada por la Empresa de comestibles la Rosa, ubicada en Dosquebradas.
![]() Olguita es la más simpática de todas, desde muy joven se dedicó a las confecciones de camisas, siendo fundadora de Camisas Impala, evento que se realizó con gran ceremonia en el club Rialto de Pereira.
![]() -- En la fábrica simpatizó y apoyó las luchas de los obreros, para lograr una mejor remuneración por su trabajo y mejores condiciones de vida.
![]() Siempre sostuvo una posición critica en contra de los funcionarios del Ministerio de trabajo, quienes en unión con los patronos, atentan contra los logros alcanzados en las justas luchas, plasmadas en las convenciones colectivas.
![]() -- Olga es contemporánea de Cecilia y desde su infancia tuvieron una gran empatía, de los nueve hermanos fueron las mas adelantadas en educación y cultura.
![]() Olga y Cecilia hicieron sus tareas juntas y todos los días intercambiaban conocimientos aprendidos en la Escuela Gabriela Mistral, ubicada en la calle catorce, para llegar a ella cruzaban el puente de madera que atravesaba el Río Consota y subían luego por un pequeño barranco hasta alcanzar la circunvalar, en la esquina de la calle segunda se encontraba la tienda del arte, famosa por su vitrina llena de curiosidades y porcelanas traídas del exterior, con otros elementos para el estudio y la investigación.
![]() -- Cecilia siempre se detenía ante esta vitrina, sentía una atracción especial por los relojes y las joyas. De allí a la Escuela habían diez cuadras, que recorrían de la mano sin dejar de hablar, gozosas, alegres, dichosas y de buen humor.
![]() La casa de los abuelos Abraham Elías y María Francisca es campestre, construida en bahareque y teja de barro, rodeada por un corredor con chambranas de macana gruesa, el patio es grande, rústico y da la vuelta a la casa, la cual consta de nueve alcobas, una cocina grande y un horno hecho en barro, cubierto por una enramada en guadua, en donde jugaban a la rueda rueda y al sun sun de la calavera.
![]() -- Sus preciosos rostros se adornan con cabellos ondulados, ojos grandes, cejas pobladas y dentaduras perfectas, vestían casi iguales, con faldas largas de pliegues, blusas de manga corta, zapatos en charol, chal y manto, con lo cual lucían bellas, hermosas, los domingos para ir a misa.
![]() -- Un domingo de diciembre de 1941, al frente de la estación del ferrocarril conocieron al joven Luis, quien frecuentaba el sitio vestido muy elegantemente.
![]() Olga le advirtió a Cecilia que Luis la seguía con su mirada y finalmente con su sonrisa artística, terminó conquistándola para siempre.
![]() -- Las costumbres de la época, las circunstancias presentadas en el seno de la familia y los escasos diecisiete años que acababa de cumplir Chilita, se convirtieron en el principal obstáculo para que el noviazgo avanzara, con la celeridad que Luis pretendía.
![]() Sin embargo detalles fuertes impactaron en la mente y en el corazón de Cecilia, recuerda que la estampa elegante y sólida que proyectaba Luis era imposible de rechazar, el trato amable, afectuoso, cariñoso, de buen genio, agradable, gentil y gracioso lo hacían digno de su amor.
![]() -- Chilita dice que Luis planeó todo cuidadosamente para llegarle a su corazón.
![]() En tal sentido, cada ocho días se presentaba con una selección de versos y poemas de amor, que contenían una extraordinaria rima, con sentimiento apasionado hacia ella. Estos versos generaron especial cariño y despertaron su interés ante las relaciones amorosas que Luis le planteó, en la flor de su juventud.
![]() III
![]() eduarditocelis en el bic
![]() EL COMPROMISO
DE
GONZALO
![]() ![]() ![]() ![]() BIC 1994
![]() PICHIS
![]() PEREIRA-CALDAS
![]() ![]() eduardocelis goleador y campeon
Después del nacimiento de Nohemy, mi abuelita María Francisca tuvo que padecer una dura enfermedad, mis tías quedaron a cargo de Gonzalo, Ricardo y Evelio.
EDILMA EN VINDI ![]() EDILMA -- Gonzalo es quien asume la responsabilidad económica de la familia, gracias a su compromiso todos y todas disfrutan de bienestar físico y mental.
![]() A mediados del año 1932 Ricardo estuvo en la guerra contra el Perú, por culpa del gobierno Colombiano que tenia abandonado el trapecio Amazónico, los Peruanos invadieron a Leticia y esto despertó el sentimiento nacional patriótico.
![]() -- Ricardo es un moreno alto y acuerpado, de ojos negros y brotados, su pelo es crespo rizado, de cara delgada y nariz aguileña, introvertido y malgeniado. CARMENCITA EN LA TERRAZA ![]() CARMENCITA -- Estuvo en la tarea de construir caminos para facilitar la llegada de tropas a Leticia. Luego participó en la construcción del gran Hotel.
![]() Miles de Colombianos fueron a la guerra, al mando del General Alfredo Vasquez Cobo quien era embajador en Francia. El General Gabriel París junto con Gustavo Rojas Pinilla, convencieron a un grupo de aviadores Alemanes que vivía en Bogotá y con su experiencia de la primera guerra mundial, permitieron recuperar los territorios invadidos. ![]() -- El General París fue Presidente de la Junta militar que sucedió a Rojas Pinilla.
![]() En el año 1942 Gonzalo López Merchàn se coronó campeón departamental de boxeo, disciplina que alternó por muchos años con la sastrería, finalmente se estableció como comerciante de joyas y electrodomésticos.
![]() Su casa está ubicada en la novena cerca de la Galería ![]() es propietario de la Prendería Pereira, le gusta en las tardes sentarse en el balcón a saborear el tabaco Cubano, costumbre heredada de Abraham Elías. ![]() Se casó con Nieves Bernal y Benjamin el hijo consentido fue Secretario de salud publica de Dosquebradas, Tin es inteligente, activo y sagaz, Jairo el mayor maneja un perfil de bajo mundo, Rigoberto tiene la paciencia, la tranquilidad y la disciplina del Contador público y Ruby viaja constantemente a Estados Unidos en busca del sueño Americano.
![]() -- Desde su balcón, Gonzalo alcanza a divisar el parque de la Libertad y la cúpula de la Catedral de la pobreza.
![]() -- Recrea su vista como si se tratara de un observatorio astronómico, mientras saborea su aromada pipa.
![]() Se relaja en su cómodo sofá hasta media noche, acariciando y hablando con Muñeca, su vieja mascota consentida.
![]() -- Compartimos en familia, la casa es grande y completamente amoblada, equipada y llena de canarios, consta de tres pisos con una terraza inmensa que permite divisar a Pereira y sus alrededores.
![]() -- El comedor es amplio y la cena es abundante.
![]() Durante la época de la violencia tenía la costumbre de asistir a todos los funerales que se presentaban en la Iglesia de la Valvanera, discretamente se acercaba a los familiares para ofrecerles ayuda, generalmente se hacia cargo de los gastos funerarios, cuando se trataba de gente muy pobre.
![]() -- Gonzalo tiene un temperamento recio, de aspecto serio, pensante, que inspira respeto, es alto, macizo, fornido, con un carácter fuerte forjado a golpes.
![]() Esconde debajo de su ruana y sombrero una extraordinaria dulzura y amor por la gente pobre y necesitada, es bondadoso, ayuda y da, sin pedir a cambio nada.
![]() -- Mientras tanto la presencia de Luis en la ventana de Cecilia se volvió continua, lucia alegre, decente y extremadamente respetuoso, lo cual condujo a que fuera aceptado por toda la familia.
![]() -- Después de casados, se benefició de los conocimientos adquiridos por Cecilia.
![]() Chilita le leía el periódico, los contratos de compra y venta, le enseñó las operaciones básicas y las primeras letras, hecho que se aprecia en la caligrafía de su firma.
![]() -- Entonces Luis Celis abre su primera cuenta bancaria.
![]() Con el primer cheque que gira obsequia a Cecilia un costoso abrigo de piel café oscuro, cartera y zapatos de gamuza, adquiere un juego de muebles estilo Luis XV, que incluye sala, comedor, alcoba y biblioteca. Las comodidades, el confort y la abundancia se observan en todos los rincones de la casa de la sexta y redunda en la felicidad del hogar recién constituido.
![]() -- A finales de los años cincuenta Evelio se fue para Cali con su esposa Flor y su pequeña hija, aprendió de Gonzalo la sastrería y la confección de pantalones le valió el reconocimiento en la Alameda caleña.
![]() -- Contaba con nostalgia los hechos que siguieron al asesinato de Gaitàn el 9 de abril de 1948.
![]() Evelio fue el único que interpretó las ideas radicales del liberalismo que Abraham Elías defendió con vehemencia, estuvo al lado de Alfonso López Pumarejo, Enrique Olaya Herrera y por supuesto, Gaitanista a morir. Jorge Eliecer Gaitàn fue víctima de las oligarquías Colombianas que veían con preocupación al caudillo, perfilándose como Presidente de un pueblo desarrapado.
![]() -- Por ese entonces en la casa de la segunda, Claritza trabaja la modistería
![]() Es una morena alta, delgada y esbelta, de ojos negros y hermoso perfil de rostro, es muy detallista y conversadora, fue novia de Hèctor, un periodista que se suicidó después que se descubriera que tenia un hijo con otra mujer, luego de dos amores frustrados no volvió a conseguir novio y por siempre guardó el secreto de la relación con él.
![]() -- Hèctor era un zambo Quimbaya, sus rasgos y el color de su piel eran producto de la fusión de pobladores indígenas, españoles y negros.
![]() -- Fue su único y verdadero amor, Claritza se volvió muy reservada, malgeniada y difícil de comprender.
![]() Celmira, Claritza y Olga viven tranquilas, tienen buena salud, son dueñas de la casa de la segunda, en la cual todos pasamos momentos preciosos de nuestra niñez, la casa está ubicada de cara al río y desde su ventanal se observan el viacrucis y la acequia que surte de agua a Pereira, tiene cuatro alcobas y dos baños, el piso y las puertas son de pino albar, la cocina es amplia con mesón de cemento, fogones de petróleo, chimenea y horno de carbón.
![]() -- Dentro de la cocina existe una mesa grande con cuatro butacas, en donde nos sentamos a conversar con Celmira.
![]() -- El corredor es largo y contiene un comedor de seis puestos con manteles e individuales de flores rojas, al fondo existe un patio grande pavimentado y el cuarto de San Alejo. En la sala está la máquina de coser Singer y una silla mecedora, en sus paredes cuelgan seis repisas con muñecas de porcelana y carrozas conducidas por caballos blancos.
![]() -- Al centro se encuentra la habitación sombría e impenetrable de Claritza. ![]() Celmira y Olga comparten la misma alcoba, que tiene doble entrada con cortinas transparentes y en la ultima pieza se ubica Abraham Elías que adorna su entorno con escaleras, hisopos, brochas y demás herramientas de trabajo.
![]() -- Abraham Elías todas las tardes se sienta cerca del patio, a degustar el tabaco Cubano.
![]() En la casa vecina vive la familia de Alfonso Galvis el famoso ciclista Pereirano que junto con Ruben Dario Gómez hicieron historia en Colombia, el tigrillo de Pereira fue noveno en los Olímpicos de Roma y bicampeòn de la vuelta a Colombia. Ruben Darìo se convirtió en el personaje más importante de la ciudad y orgullo de los Pereiranos.
![]() -- En agosto de 1963 celebramos el centenario de la fundación de Pereira. En las fiestas de la cosecha bailamos al frente del Bolívar desnudo de Rodrigo Arenas Betancur y visitamos en Cuba, a Juan Celis, Lolita, Efrain y Guillermo, su casa y taller colindan con la Villa Olímpica.
![]() Pereira es la sexta ciudad del país, fundada por dieciocho aventureros antioqueños atraídos por la fertilidad de las tierras de propiedad de don Francisco Pereira, situada en una bella planicie rodeada de montañas y bañadas por los ríos Consota y Otùn, en el lugar ideal para el descanso de los viajeros del triángulo de oro Bogotá, Medellín y Cali.
![]() -- El poeta Pereirano Luis Carlos González la inmortalizó querendona, trasnochadora y morena.
![]() Es conocida como la Perla del Otùn, el café es su producto bandera, inolvidable es el recorrido por el Zoológico, el aeropuerto Matecaña, las aguas termales de Santa Rosa de Cabal, el lago Uribe Uribe y el estadio Alberto Mora Mora.
![]() -- En esos años sesenta, presenciamos los partidos de fútbol que hicieron famoso al Kinder de López Fretes.
![]() En el fortín de Libaré, jamás vimos perder al Deportivo Pereira con la camiseta amarilla y roja, los Matecañas jugaban con Vivas, Vargas, Bobadilla, Chàvez y Mesa, Arboleda, Lezcano y Manjarrèz, Santa, Rada y Pollo Díaz.
![]() -- Por entonces Nohemy y Virgilio se radicaron en Ibaguè con sus hijos Julio, Gerardo, Stella, Cristina y Beatriz, las cartas y visitas esporádicas fueron el sostén de nuestra relación. Años mas tarde, en el barrio El Jordán ocurrieron maltratos de Virgilio hacia Nohemy, lo que obligó a la separación definitiva.
![]() -- Chilita dice que ya le habían advertido del mal comportamiento presentado por Virgilio, en el pasado.
![]() -- Sin embargo Nohemy respondió que nunca le explicaron claramente en que consistía ese mal comportamiento, hasta que lo sufrió en carne propia.
![]() Entonces viajaron a Manzanares Caldas, huyendo del maltrato y las amenazas, para reorganizar sus vidas y tratar que los hijos terminen sus estudios de bachillerato, con el apoyo de Olga y Pola.
![]() -- En consecuencia Pola decide trasladarse a San Judas frente a la Iglesia, al otro lado del río, comunicada por el puente que une a Pereira con Dosquebradas.
![]() Su nueva casa es pequeña, acogedora y agradable, la adquirió con las cesantías ahorradas durante veinte años de trabajo en la Rosa, tiene dos alcobas, sala comedor, baño, patio de ropas y cocina integral, comedor y bife en madera cedrina, un sofá, dos sillas en felpa y un mueble multiservicios que tiene incrustado el radio y un pequeño televisor a color.
![]() -- Mientras tanto Olguita asiste diariamente al Sagrado Corazón y está pensionada por Camiserías Impala.
![]() Celmira, Claritza y Olga viven a orillas del río Otùn.
![]() IV
![]() eduardocelis goleador y campeon
![]() LA CASA
DE
LAS PALOMAS
![]() PEREIRA-CALDAS
![]() ![]() ![]() ADIELITA
![]() ![]() en fontibon
Después del lamentable accidente de Carlos Gardel en 1935, en el aeropuerto Olaya Herrera de Medellín, Luis se convirtió en una autentica réplica del morocho del abasto, en su manera de actuar y vestir.
![]() -- Tenía 20 años, ya era dueño del Taller automotriz, con carros propios, usaba gomina y sombrero gardeliano, siempre estaba rodeado de amigos y mujeres. ![]() El zorzal criollo está viviendo un gran momento físico y sentimental, como propietario y como amante, siempre con buen humor, alegría y simpatía, bien peinado, bien afeitado y con fragancia, su elegancia para vestir y actuar marcó una época dorada en Caldas, que lo llevó al éxito personal.
![]() -- Carlos Gardel viajó por toda América y Europa, donde fue comparado con la imagen latina del actor Italiano Rodolfo Valentino. Gardel y Lepera tienen éxitos apoteósicos en Estados Unidos, Madrid, París y Barcelona, finalmente tendría un trágico desenlace en Medellín.
![]() -- Por aquel entonces el parque de la Libertad estaba rodeado de cantinas y cabarets. ![]() En la diecisiete cerca al parque de la Libertad vive Doña Agripina mi madrina, quien tiene una casa grande, con jardines colgantes, terrazas y piscina, en las vacaciones disfruté de sus excentricidades, es tranquila y culta, ha sabido suplir su viudez con el cariño de sus dos hijos y tres nietos.
![]() A este parque llegaban en lujosos vehículos, los jóvenes que ostentaban el poder y derrochaban dinero y licor al compás del baile porteño, resaltaba la figura gardeliana de Luis Celis.
![]() Cantando con su poderosa voz los tangos de sus ídolos Carlos Gardel y Hugo del Carril como Yira Yira, Nostalgias, El día que me quieras, Madame Ivonne y Adiós Muchachos.
![]() -- En un rincón siempre se ubica Abraham Elías, quien recibe atenciones por cuenta de Luis.
![]() -- Los viernes acostumbra compartir con su amigo Oscar Agudelo, quien lo visita frecuentemente y cantan en coro “... ensartan corazones, los dejan moribundos, a espejos donde el alma se asoma a coquetear...”.
![]() Que tiempos aquellos... cuando Luis era el dueño del universo y no le quedaba grande nada, se reunía con el Alcalde y el Obispo, asistían a cocteles y su nombre se escuchaba en las emisoras, como uno de los notables del pueblo.
![]() -- Luis María Celis Rey nació en Timanà Huila, desnudo y envuelto en periódicos.
![]() Llegó a Pereira Caldas, huyendo de la finca de sus padres al Restaurante de la tía Carmen Celis, trabajó en el teatro, se hizo pintor y con su habilidad innata para los negocios obtuvo dinero, talleres, carros, casas, mujeres e hijos.
![]() -- Su figura es elegante, su sonrisa es artística, su voz es fuerte, varonil, su mirada es viva y es dueño de una gran habilidad para comunicarse con los demás.
![]() Las circunstancias de la vida lo llevaron por tres esquinas de Armenia y luego a Calarcà, en donde cambió uno de los carros por la casa de las Palomas.
![]() -- Por entonces ya existíamos Fernando, Amanda y yo.
![]() Esa casa ubicada cerca al Estadio de las Palomas, para mí es un paraíso terrenal, un refugio de amor, todos esos años se convierten en la dicha de vivir rico y afortunado.
![]() -- Toda mi niñez allí fue preciosa, buena, sana, santa, pura, honesta, obediente e inocente.
![]() La casa de las Palomas es grande, esquinera, con teja de barro y zarzos de guadua, en la sala cuelga la lámpara en cristal de lágrimas, a la izquierda se observa el escaparate gris con una bala de revolver incrustada en una de sus puertas, al pie de la ventana está la mesita de dos entrepaños que soporta al radio Phillips, reliquia que junto con los muebles estilo Luis XV se conservan desde los primeros días del matrimonio.
![]() -- En la parte inferior de la mesita se encuentran los veintiún libros del Tesoro de la Juventud, que Luis le compró a Diego y fueron de nuestra consulta permanente.
![]() ![]() ![]() La casa tiene cinco alcobas y un corredor de gran longitud, con seis repisas, un espejo de cuerpo entero y un zurriado colgando de las paredes, tres ventanas y cinco puertas en madera, una cocina grande con estufas de petróleo y una Alacena de cinco anaqueles con mallas protectoras, al final del corredor se encuentra el lavadero con un tanque inmenso y profundo, un baño pedernal corona de color violeta oscuro y enseguida la ducha amplia, espaciosa, con tejas transparentes que permiten la entrada del sol.
![]() -- Al fondo se encuentra el patio inmenso, colosal, que ocupa mas de la mitad del área de la casa, en lugar de muros está rodeado de laminas de zinc.
![]() -- Al lado derecho hay un papayo, al lado izquierdo un guayabo, en medio de los dos árboles se observan violetas y rosas amarillas y rojas.
![]() En el costado sur del patio catorce Palomas se distribuyen en cinco palomeras de madera, un pato se baña en un pequeño lago artificial, rodeado de dos gallos colorados y cinco gallinas criollas tres de las cuales ponen huevos, en el costado norte se encuentran arrumados dos mil quinientos ladrillos que Luis compró para futuras obras, al frente un pequeño arco de microfùtbol, en una enramada se parquea el vehículo negro Ford 54, también se guardan partes del antiguo taller y una cantina lechera grande.
![]() -- Contamos con la compañía de Sonia, que es mona, grande, flaca y muy juguetona.
![]() En la casa vecina viven don Elías Sabogal y doña Ofelia, sus hijos Ever, Wilmar, Zulma y Esther se dispersaron, dejando huellas, por sus actuaciones escandalosas e inesperadas.
![]() -- A mediados del año 1965, Luis emigró para la capital por siempre, entonces quedamos en manos de Chilita quien demostró ser recursiva, inteligente y capaz.
![]() Cecilia es pequeña de estatura, honesta en sus actuaciones, sincera y franca al hablar, su piel es tersa, su cabello corto ondulado, sus ojos son negros con cejas bien pobladas, su mirada es firme con la frente siempre en alto, de finos modales, culta, respetuosa y con una bella caligrafía.
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![]() En el año de 1954 estaba en vigencia la dictadura del General Gustavo Rojas Pinilla, régimen de contrastes que trajo en principio la reconciliación nacional y al final mayores diferencias políticas y sociales. ![]() -- Tecnológicamente hubo avances en radio y televisión pero limitó la libertad de expresión.
![]() Por entonces contaba Luis María Celis con 38 años de edad y Cecilia López Merchàn tenía 30 años.
![]() ´-- Se habían conocido en el parque de la estación del ferrocarril, cuando Chilita asistía a misa de domingo y Luis fingía leer el periódico.
![]() Luis Celis le había comprado el Taller automotriz a don Jesús Altamirano, ubicado en la sexta de Pereira, este taller se convirtió en una máquina de hacer dinero y tuvo su época exitosa, adquiriendo casas y vehículos último modelo, convirtiéndose en uno de los hombres más ricos de Caldas.
![]() -- En el matrimonio ya existían Diego, Ferney y Lucia.
![]() Vivían con mis tías Celmira, Olga, Claritza, Pola y Nohemy, mi abuelo Abraham Elías López, disfrutaba de las atenciones de ellas, escuchaba música y noticias en el radio Phillips, mientras le preparaban chocolate con arepa.
![]() |

Cesar Gaviria


Sofi

Olguita

Calarca

Matecaña

Edu

Celis

Restrepo

Goleador

HOTEL TEQUENDAMA

CALARCA
BOGOTA MITICA

Eduardocelis

Celis

NEY


Eduardocelis

Celis

NEY


Celis Goleador Bic
1976
JANNER
MATECAÑA
Compendio de inefables virtudes femeninas
MELGAR




FAMILIA CELIS LOPEZ
FAMILIA CELIS LOPEZ
DE PEREIRA
DE PEREIRA
MAY
CHE
LA CAPITAL

GIRARDOT

LUNA PARK
ALBERTO


Bic
CENTRO

LUCY
Estos versos generaron especial cariño y despertaron su interés ante las relaciones amorosas que Luis le planteó, en la flor de su juventud.

CHIKITA

LUCY
Estos versos generaron especial cariño y despertaron su interés ante las relaciones amorosas que Luis le planteó, en la flor de su juventud.

CHIKITA
Cecilia siempre se detenía ante esta vitrina, sentía una atracción especial por los relojes y las joyas.

MEDELLIN
Un domingo de diciembre de 1941, al frente de la estación del ferrocarril conocieron al joven Luis, quien frecuentaba el sitio vestido muy elegantemente.
FERNANDO

Gonzalo es quien asume la responsabilidad económica de la familia

Después del nacimiento de Nohemy, mi abuelita María Francisca tuvo que padecer una dura enfermedad

CECILIA

CHILITA ES PEQUEÑA DE ESTATURA HONESTA EN SU FORMA DE ACTUAR, SINCERA Y FRANCA AL HABLAR, SU CABELLO CONTO ONDULADO, SUS CEJAS POBLADAS, SUS OJOS NEGROS CON LA FRENTE SIEMPRE EN ALTO Y CON UNA BELLA CALIGRAFIA

SOACHA

CINCUENTA AÑOS EN BOGOTA

MEDELLIN
Un domingo de diciembre de 1941, al frente de la estación del ferrocarril conocieron al joven Luis, quien frecuentaba el sitio vestido muy elegantemente.
FERNANDO

Gonzalo es quien asume la responsabilidad económica de la familia

Después del nacimiento de Nohemy, mi abuelita María Francisca tuvo que padecer una dura enfermedad

CECILIA

CHILITA ES PEQUEÑA DE ESTATURA HONESTA EN SU FORMA DE ACTUAR, SINCERA Y FRANCA AL HABLAR, SU CABELLO CONTO ONDULADO, SUS CEJAS POBLADAS, SUS OJOS NEGROS CON LA FRENTE SIEMPRE EN ALTO Y CON UNA BELLA CALIGRAFIA

SOACHA

CINCUENTA AÑOS EN BOGOTA
José Eduardo Celis López
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eduarditocelis en el bic

BIC

1993

1994

1995

1996

1997

COBYNEG

EFECTICONTACT

PEREIRA

JAVERIANA

CAMPEON

MATRIMONIO

1982

FARC

1954

FAMILIA CELIS

BOHEMIA

COLONIA

RAFAEL

BIC

D.T.

PEREIRA

FERNANDO

1991

CALARCA

1985

JOCKEY CLUB

BIPARTIDISMO

COLOMBIA

CHE

SEXTA

CALDAS

1987

BOGOTA

ABOGADO

EDUARDOCELIS

EDUARDOCELIS

EDUARDOCELIS

EDUARDOCELIS

EDUARDOCELIS
GARDEL
ESCUELA


MAGALY

LUIS

FERCHO

DIEGO

LUCY

FAMILIA

CELIS

PACHO

FUTBOL
QUINDIO

BIC
AMANDA
1991

BIC
1991




MAGALY

LUIS

FERCHO

DIEGO

LUCY

FAMILIA

CELIS

PACHO

FUTBOL


BIC



BIC

BOGOTA D.D.
DIANI


EDUARDOCELIS

GOLEADOR


José Eduardo Celis López

eduardocelis

como ser un goleador

Celis Goleador Bic
1976

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Celis.web.com


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Celis.web.com
![]() |
la negra |

Celis Goleador Bic
1976







Fernando se quedó quieto en un rincón

¡Téngale miedo a los vivos! Gritó Luis desde la cama

No es nada dijo Cecilia con voz calmada, no tengas miedo, deje la luz prendida para que no tenga mas ofuscaciones

Eduardo se acurrucó en un rincón de la cama



En las penumbras estalló una carcajada

¡Cuídate mucho, diablo! , no te metas en problemas dijo el menor lacónicamente

Peligrosos por su sagacidad en el manejo de armas

Después de la media noche Eduardo regresó a casa en compañía de los Echeverri

la oportuna intervención de los Echeverri evitaron el ataque en el acto

Absurdamente Eduardo recibió el ataque feroz de cuatro bandidos

Inesperadamente estuvo en peligro la vida de Eduardo

De inmediato se armó la bronca, se formó una monumental trifulca a un lado de la pista

Carmencita se retiró a su lugar, llevando los nervios de punta, abrumada y ansiosa

Quedando sellado ahí un encuentro casual

Como por instinto Eduardo la besó

Carmencita en un arrebato de pudor le dijo jadeantemente ¡todo lo que quieras pero no me beses!

Repiraban muy cerca, cara a cara

Se encontraban en el centro de la pista de baile, totalmente fundidos

Disfrutando cada instante de este encuentro inesperado

Eduardo se animó a bailar tomándola por la cintura fuertemente
CINCUENTA AÑOS EN BOGOTA EDUARDOCELIS (1970-2020)
CINCUENTA AÑOS EN BOGOTA EDUARDOCELIS (1970-2020)
Cecilia recordó que todo comenzó en Calarcà



Ella instintivamente retrocedió, para volverse a el, presurosa colocándose insinuante

Eduardo se quedó mirando a la mujer de cabellos rizados y caderas protuberantes

Cuando sonaban los aretes que le faltan a

Eduardo se contagió del ambiente y comenzó a cantar fuertemente, aprovechando el sonido estrambótico de los altoparlantes

Hombres y mujeres gritaban alborozados como si de repente se hubieran acabado los problemas en todo el mundo

La taurina estaba a reventar desde tempranas horas, sus luces y colores daban un aspecto carnavalesco

BOGOTA 50 AÑOS
ligia

Eduardo degusta el aguardiente néctar y la buena música


Los saludó con una venia y se acomodó en la barra cerca de Fercho

En un rincón se encuentran los Echeverri, famosos por sus intervenciones en asuntos ilegales

Eduardo llegó a la taurina, esa noche el barrio estaba alborotado por las fiestas decembrinas

Fernando armó de nuevo su aposento, después de tomar la cena, se acostó sosegado

CINCUENTA AÑOS EN BOGOTA


CINCUENTA AÑOS EN BOGOTA

eduarditocelis en el bic
Toda su juventud en el bic fue exitosa

José Eduardo Celis López

José Eduardo Celis López


Cecilia recuerda que Fernando siempre ha sido muy calmado

No se supo nunca el verdadero origen de su enfermedad g>

Los huesos de su cara están forrados por un pellejo curtido por sus treinta años de existencia, de los cuales los últimos quince han sido marcados por una enfermedad sin diagnosticar

En la terraza Fernando hace muecas, producidas por la contracción de los músculos del cuello

eduarditocelis en el bic

A través de la ventana penetran los aires armónicos de la melodía, Edilma está ávida de afecto, candorosa, galanteando abiertamente

Cecilia Escondida en la inmensidad de Dios, detrás de su Divina Providencia

Eduardo recoge del mesón dos recibos de servicios públicos para hacerse cargo de su pago

Es la misma historia, pero Luis produce para todos sin que hasta el momento alguien se atreva a coger las riendas de la casa, replicó Cecilia

Es la misma historia de siempre, comentó Eduardo en voz alta

Lo que en realidad los une es la tolerancia por los procederes de los demás y la idea de conformar una reverenciada familia


Ferney adelanta su vocación de jurisconsulto

Diego se encarga a regañadientes del taller de mecánica de Luis

Amanda estudió enfermería

Lucia es madre de dos niñas

Eduardo tiene éxito laboralmente

Cecilia se aclimató al frío Bogotano

Eduardo volvió a su cuarto y empinándose observa a través de su ventana a Edilma que animadamente le dedica canciones de amor

Cecilia se esmera por mantener tranquilo a Fernando

Todo parece tranquilo en el Restrepo

Escampó después de las nueve de la noche

Este era un momento sosegado y apacible para compartir una bandeja paisa, escuchando a Cecilia recontar historias vividas en su natal Pereira y en su largo peregrinaje por el eje cafetero


Fernando comía muy rápido y al tiempo que manducaba los alimentos soltaba cortantes risas nerviosas
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José Eduardo Celis López sitio oficial

EXITOSA
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TRABAJO PROFESIONAL E INDEPENDIENTE
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CAMPEON Y GOLEADOR BIC 1994

UNASE AL EQUIPO EXITOSO!!!

Estimado(a)
Ante todo quiero felicitarle por su interés en la información referente a la oportunidad de negocio del sistema de trabajo en casa.
Por favor tómese unos minutos para conocer esta propuesta que puede representar esa oportunidad que ha estado esperando
que puede cambiar su vida...
Atentamente,

JOSE EDUARDO CELIS LOPEZ

GOLEADOR

CAMPEON
